El hijo de Ángela, la mujer hallada en una arqueta de Teatinos, reconoce el crimen: «No quería matarla»
El acusado ha dicho entre lágrimas que está arrepentido y que había consumido sustancias antes de que ocurrieran los hechos
El hijo de Ángela, la mujer asesinada y cuyo cadáver fue localizado en una arqueta en Teatinos, ha reconocido este lunes su implicación en el ... crimen. «Estoy arrepentido», ha asegurado Alejandro Ángel (26 años) antes de romper a llorar durante el interrogatorio, en el que únicamente ha respondido a las preguntas formuladas por su letrada. De acuerdo con su relato, en el momento de los hechos había consumido sustancias estupefacientes y la situación se le fue de las manos. «No quería matarla», ha afirmado.
El juicio ha dado comienzo a última hora de esta mañana, una vez que se han seleccionado los miembros del tribunal que tendrá que emitir un veredicto sobre el caso, lo que se prevé que sucederá la semana que viene. Tras admitir los hechos el único acusado por parte de la Fiscalía, quien fue adoptado por la víctima cuando apenas tenía unos meses, el principal peso de la prueba recaerá sobre los informes periciales acerca de su grado de discapacidad.
En este sentido, según ha avanzado el fiscal en su alegato, el Instituto de Medicina Legal ya valoró que Alejandro Ángel, a pesar de su alteración psíquica, sí tenía la capacidad de comprender sus acciones en el momento del crimen. No obstante, la defensa ha hecho hincapié en que otro perito determinó que el joven tendría la edad mental de un niño de ocho años.
El cadáver de Ángela (60 años) fue localizado en una arqueta el 12 de julio de 2022, cinco semanas después de que la familia denunciara su desaparición. De acuerdo con la tesis de la Fiscalía, Alejandro Ángel, junto a un menor de 17 años, mató a su madre con el único propósito de robarle. Así lo señalan también las acusaciones particulares, que representan a los hermanos de la mujer y al otro hijo de la víctima.
Día de autos
El crimen tuvo lugar el día 25 de mayo, en la casa de Ángela. Aquel día, sobre las 13.00 horas, los dos chicos violentaron la cerradura de su casa para acceder al interior, donde la estuvieron esperando. La mujer llegó a su casa unas dos horas después y, tras iniciarse una discusión, de acuerdo con las acusaciones, la tiraron al suelo y la arrastraron hasta el salón, donde continuó recibiendo golpes. Todo, supuestamente, para que la víctima les dijera dónde tenía dinero y les facilitara la clave de su tarjeta de crédito.
Ángela finalmente les dijo su número PIN, pero los dos jóvenes la ataron de pies y manos, y la amordazaron con un trapo y una cuerda. Ella pudo sacarse la cuerda de la boca, pero esta quedó fijada en su cuello, siendo ese el momento en el que ambos tiraron con fuerza de la misma, lo que el fiscal mantiene que hicieron con intención de acabar con su vida y sin que la mujer tuviera posibilidad alguna de defensa.
A continuación, siempre según el fiscal, ambos se apropiaron de 900 euros que la perjudicada había sacado esa mañana de un cajero. Luego, supuestamente, metieron el cuerpo de la mujer en un congelador, tras lo que limpiaron el piso para eliminar todas las huellas posibles del crimen.
De acuerdo con la acusación pública, el joven y el menor profanaron el cadáver de la víctima al trasladarlo al trastero del domicilio, donde presuntamente lo escondieron en un baúl. Hasta la madrugada del 29 de mayo, cuando arrojaron el cuerpo a una arqueta de la calle Juan de Robles, donde permaneció hasta que la policía lo encontró el 12 de julio.
El Ministerio Público, de acuerdo con su calificación inicial, pide para el joven 21 años y diez meses de prisión por los delitos de asesinato, robo con violencia y profanación del cadáver. El menor que participó en el crimen fue condenado en 2023 tras reconocer los mismos delitos. Se le impuso su internamiento en régimen cerrado durante ocho años y otros tantos de libertad vigilada.
Admiten el encubrimiento
En este caso, las acusaciones particulares también acusan de un delito de encubrimiento a la madre del menor y a la pareja de ella, para las que piden tres años de cárcel. Ambas han admitido en el juicio que el adolescente les confesó el asesinato, pero han sostenido que en ningún momento supieron que se trataba de Ángela.
De acuerdo con sus testimonios, el chico tenía un carácter muy violento y amenazó con hacerle daño a ellas y a sus hermanos pequeños para que las mujeres no lo denunciasen. Según han contado, ellas no sabían quién era la víctima y accedieron a trasladarse a casa de Ángela después de que se lo ofreciera el acusado, ya que iban a ser desahuciadas de su vivienda.
En este sentido, han explicado que se marcharon del domicilio después de que se presentaran en el mismo dos hermanos de la víctima, siendo entonces cuando tuvieron conocimiento de que había sido asesinada. El juicio continuará este jueves, cuando está previsto que declaren los peritos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión