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Tenía que haber sido una intervención rutinaria. Una propuesta de sanción por incumplir las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia de la Covid-19. Sin más. Pero terminó con un policía local de Marbella en urgencias al resultar herido por las mordeduras de un perro peligroso azuzado por su dueño, un joven irlandés que, al parecer, también pegó –y lesionó– al compañero del agente. Al final, el individuo, que iba a ser denunciado por no respetar el toque de queda, acabó detenido por atentado, resistencia y desobediencia a la autoridad, según fuentes cercanas al caso.
Todo comenzó sobre las 3.30 horas de la madrugada del viernes al sábado en la urbanización Lindavista, en San Pedro Alcántara. Una unidad de paisano que patrullaba en un vehículo camuflado sorprendió en la calle a un joven y, ante un posible incumplimiento del toque de queda impuesto por el coronavirus, se pararon a identificarlo.
Los agentes se presentaron como policías y le pidieron su documentación. El joven, que sólo hablaba inglés, les explicó que no la llevaba encima y les indicó que su domicilio estaba en la misma calle. Según relataron las fuentes consultadas, los policías locales lo acompañaron hasta las inmediaciones y esperaron a que fuese a su casa a buscar algún documento que permitiera identificarlo.
Sin embargo, cuando regresó, el joven cogió el teléfono móvil y se puso a grabarlos. Los funcionarios le explicaron que no podía hacer eso, máxime cuando ellos trabajaban de paisano. Al parecer, el sujeto empezó a gritar insultos despectivos hacia la policía y a decirles que no tenía por qué identificarse, llevar mascarilla o darles explicaciones sobre lo que hacía. Acto seguido, les propinó un empujón y salió corriendo hacia su casa.
Los policías lo persiguieron y le dieron alcance justo en la puerta. El individuo supuestamente se giró y propinó un puñetazo en el pómulo a uno de los agentes, que cayó de espaldas al jardín, al tiempo que lanzaba patadas al compañero. En ese momento, salió de la vivienda la madre del joven con su perro, de las características del American Staffordshire Terrier, considerado potencialmente peligroso. Los agentes trataron de pedirle la documentación a ella, pero no les dio tiempo. Al ver al animal, el joven presuntamente le ordenó que atacara a los policías. El can mordió a uno de ellos en la mano izquierda y en una rodilla.
Con ayuda de otros compañeros que habían acudido al lugar, consiguieron reducir al joven y colocarle los grilletes para trasladarlo a dependencias policiales, donde se negó a declarar. Los dos agentes fueron asistidos en un centro sanitario y están de baja con diversas lesiones. Al que sufrió las mordeduras, además, le han puesto la vacuna antitetánica.
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