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Embiste a un coche de la policía tras una persecución a 160 por hora de Mijas a Fuengirola

Los dos agentes que estaban en el interior del vehículo resultaron heridos con policontusiones debido a la violencia del impacto

Lunes, 1 de abril 2024, 00:19

Protagonizó una persecución de película y puso en jaque a todos los vehículos policiales que estaban de servicio esa noche. El conductor, un hombre de 46 años y origen brasileño, inició su fuga en la A-7, a su paso por Mijas, y llegó hasta Fuengirola, donde presuntamente circuló a 160 por hora por la ciudad y acabó embistiendo a un coche de la Policía Nacional. Sólo entonces pudo ser detenido.

Sucedió en la madrugada del 28 de febrero. Sobre las 05.30 horas, un turismo de la marca Ford Focus y de color oscuro adelantó a gran velocidad a un vehículo de la Guardia Civil que pasaba por la autovía, a la altura del Faro de Calaburra (Mijas). Al parecer, iba con las luces de emergencia encendidas, por lo que los agentes pensaron que podría tratarse de una urgencia sanitaria.

Los guardias civiles decidieron seguirle por si necesitaba cobertura, pero a los instantes comprobaron que el coche circulaba de una manera errática, invadiendo continuamente los dos carriles de la carretera, lo que despertó sus sospechas. Activaron las luces del vehículo policial para que el conductor aminorase la marcha e identificarlo pero, supuestamente, hizo caso omiso. Y pisó más el acelerador.

Ahí empezó una persecución en la que los agentes tuvieron que emplearse a fondo para no perderlo de vista e interceptarlo. Los guardias civiles observaron que tomó la primera salida de Fuengirola, por lo que avisaron al 091 de la Policía Nacional, que sumó todas las unidades que tenía disponibles para tratar de detener al sospechoso.

Impacto violento

Éste, al parecer, atravesó la localidad a toda mecha, saltándose semáforos, golpeando a otros automóviles que había aparcados y obligando a otros conductores a apartarse para evitar la colisión. Al llegar a una rotonda, supuestamente dio la vuelta para continuar por el Paseo Marítimo Rey de España en dirección a Benalmádena, por donde habría circulado a unos 160 kilómetros por hora.

Allí le esperaba un coche de la Policía Nacional que se colocó invadiendo los dos carriles con intención de bloquear su paso. Sin embargo, siempre según las fuentes, el conductor, lejos de reducir la marcha, mantuvo la velocidad y embistió al vehículo policial con tal violencia que ambos automóviles quedaron inutilizados.

Luego, supuestamente, el investigado se apeó del coche y trató de huir a la carrera, aunque fue interceptado por los efectivos del Instituto Armado, que lo redujeron, pese a la resistencia que presuntamente opuso.

Los dos agentes que había en el interior del radiopatrulla arrollado precisaron asistencia por las policontusiones que sufrieron a causa del abrupto impacto. Aunque sus vidas no llegaron a correr peligro, sí necesitaron unos días para curarse de las lesiones. En este caso, el abogado Luis Entreambasuaguas ejerce la acusación particular.

Al parecer, el investigado se negó a someterse a las pruebas de alcoholemia y de consumo de drogas. De acuerdo con las fuentes, carecía de un permiso de conducir vigente. Finalmente, tras una intervención de infarto, fue detenido por varios delitos: uno contra la seguridad vial y desobediencia grave; otro por atentado a la autoridad, un tercero de daños y, por último, un cuarto por reincidencia en un delito contra la seguridad vial.

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