«Me echaron el día antes de ser padre y me dejaron sin nada: sin paro y sin paternidad»

Pero la verdadera sorpresa se la llevaría más tarde, cuando Juan puso este asunto en manos de su asesora jurídica, Carmen Terol. «Mi hijo nació el 26 de abril y mi jefe me anunció el despido el 27, pero ese mismo día lo comunicó a la Tesorería General de la Seguridad Social haciéndolo efectivo desde el día 25», explica, todavía sin dar del todo crédito a lo ocurrido. De esta manera se quedaba sin posibilidad de reclamar la baja tras la llegada de su bebé. Juan decidió llevar el caso a los juzgados.

Los últimos meses han sido «de mucha preocupación», según relata. «Imagínate, nace tu hijo y te quedas sin trabajo, sin poder pedir paro y sin la baja que me iba a corresponder», explica, reviviendo la frustración que le ha acompañado en este último tiempo. Pero la Justicia le ha dado la razón.

Uno de los Juzgados de lo Social de Málaga anuló el despido al considerar que hubo vulneración de sus derechos fundamentales, ordenando por tanto la «readmisión inmediata» a su anterior puesto de trabajo, como se recoge en la sentencia que adelantamos en Diario SUR. Tendrá que abonar, además, el pago de los salarios desde la fecha de extinción del contrato.

Readmitido en su puesto

Juan no temía ese regreso, que se produjo el pasado 1 de diciembre. «Mis amigos me han dicho que a ver si ahora me van a querer hacer la vida imposible, pero yo he vuelto a hacer mi trabajo como ya lo hacía antes de que todo esto ocurriera», sostiene con firmeza. La empresa le anunció su readmisión a través de un burofax. «La verdad es que la vuelta ha sido buena y el trato normal», dice.

El padre relata que, antes de entrar a trabajar a esta empresa por primera vez, estaba en situación de desempleo y fue un amigo suyo quien lo recomendó. «Lo primero que hice fue avisar al jefe de mi situación, de que iba a ser padre, porque no me interesaba empezar si luego me iba a despedir y me iba a quedar sin el paro que estaba cobrando», cuenta Juan. Según sus palabras, el encargado le aseguró que no tenía de qué preocuparse, que todo quedaría «arreglado».

Ocurrió lo contrario. Durante el procedimiento de la demanda, además, la mercantil alegó que no tuvo constancia de la inminente paternidad de Juan. Pero según expuso el juez en la sentencia, en el apartado de hechos probados, «todos los trabajadores de la empresa conocían de antemano que el demandante iba a ser padre».

El hombre se incorporó a este puesto de trabajo, en el que desempeñaba labores de mantenimiento y servicios de obra, un mes antes del nacimiento de su bebé. Pero como se señala en la sentencia, nunca llegó a firmar el contrato, hecho que Juan confirma: «Nunca me lo dieron para que lo firmase por lo que ni pude verlo». Tras ser readmitido, sí que ha podido verlo y firmarlo.

En este momento Juan respira con otra tranquilidad. Por un lado, porque la Justicia se ha puesto de su parte. Por otro, porque ya no tiene que estar tirando de ahorros para mantener a su bebé, como ocurrió durante meses. Ahora, con el dictamen judicial en la mano, este padre siente que vuelve a recuperar la calma que extrañaba. «Ha sido todo tan injusto que no me cabía en la cabeza que los tribunales pudieran no darme la razón», sentencia satisfecho.