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En pleno estado de alarma, en un momento crítico de la pandemia, con un toque de queda y con el anuncio de nuevas restricciones que ayer mismo entraron en vigor. Pese a este contexto,la policía tuvo que desmantelar este sábado una fiesta multitudinaria en Benalmádena a la que, según las fuentes consultadas, asistieron más de 100 personas.
La intervención policial arrancó unos minutos después de medianoche del sábado al domingo, cuando la sala del 092 de la Policía Local recibía una llamada de unos vecinos de la zona de Camino de Almocafre, en Benalmádena pueblo, que alertaba de una fiesta en un domicilio. Según el informante, podía haber 200 asistentes, si bien los agentes pudieron comprobaron que eran poco más de 100.
Ante la envergadura del evento, varias patrullas del turno de noche de la Policía Local y de la Policía Nacional acudieron al lugar y establecieron un dispositivo para identificar al mayor número posible de personas.
No fue fácil. Al tratarse de una calle sin salida, en una zona poco transitado, los asistentes detectaron la presencia de las patrullas antes de que estas pudieran acceder al interior de la vivienda, un chalé de lujo.
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La llegada de los policías provocó una auténtica desbandada de jóvenes, algunos de los cuales saltaron por las vallas perimetrales de la mansión y huyeron campo a través. Mientras los agentes permanecían en el lugar, pudieron observar cómo algunos coches que se disponían a acceder a la fiesta daban la vuelta al ver a la policía.
Pese a ello, los agentes de la Policía Local y de la Nacional pudieron identificar a casi medio centenar de asistentes al evento, todos jóvenes de entre 20 y 30 años. La inmensa mayoría no llevaba mascarilla.
Los policías también lograron identificar a los supuestos organizadores del evento, uno de los cuales dijo ser el propietario del chalé de lujo, si bien no exhibió documentos que lo acreditaran.
Según explicaron las fuentes consultadas, los asistentes a la fiesta han sido denunciados por incumplir el toque de queda impuesto por el estado de alarma, así como por no llevar mascarilla.
Los organizadores, además, han sido denunciados por una posible infracción muy grave. Según la normativa de la Junta, las reuniones y fiestas que pongan en peligro a más de 100 personas pueden ser castigadas con sanciones de 60.001 a 600.000 euros.
En la fiesta se estaban consumiendo bebidas alcohólicas. Si bien no se hallaron sustancias estupefacientes, sí que se localizaron tiradas en el jardín bastantes cápsulas de gas de la risa.
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