Crimen en el Centro de Málaga: 15 años de cárcel por matar a puñaladas a un joven de 22

Los hechos, enjuiciados en diciembre por un jurado popular, sucedieron el 25 de abril de 2022, un día después del cumpleaños de la víctima. El joven, de acuerdo con el veredicto, había concertado una cita con el procesado, de 35 años, en su casa para llevar a cabo una transacción.

Antes de acudir al domicilio, en la calle Marín García, pidió a un amigo que lo acompañara, llegando este al mismo antes que la víctima. Cuando el perjudicado se encontraba ya en la puerta se dio cuenta de que en el interior de la vivienda se estaba produciendo una fuerte disputa entre ambos.

El chico reaccionó dando patadas a la puerta. A continuación, salió su amigo, quien huyó por las escaleras portando una bolsa. Fue entonces cuando la víctima accedió a la casa. Con la entrada franqueada, el acusado, con intención de darle muerte, cogió un cuchillo de cocina de 22 centímetros de hoja.

Asestó nueve puñaladas de forma súbita al joven, quien no tuvo capacidad de reacción o defensa por lo repentino del ataque. Malherido, trató de huir por las escaleras hasta que, sin apenas fuerzas, tomó el ascensor para bajar hasta el portal, donde se desplomó delante de un sanitario del 061 nada más salir.

Dio la casualidad de que una ambulancia se había personado en el mismo bloque para atender otra emergencia. El efectivo, que vio que el perjudicado presentaba heridas de arma blanca, en el pecho entre otras zonas, hizo lo posible por auxiliar al joven y reanimarlo. Fue en vano.

Para el jurado, estos hechos fueron constitutivos de un delito de asesinato, tal y como pedía la letrada Cecilia Pérez, que este caso representaba a la familia de la víctima y solicitaba la pena de 20 años de cárcel. La Fiscalía, que inicialmente calificó lo sucedido de homicidio, pidió que fuera condenado a 17 años.

En este sentido, los miembros del tribunal popular llegaron a la conclusión de que el ataque se produjo de manera sorpresiva y repentina, sin que el joven tuviera capacidad alguna de reacción al recibir inesperadamente varias puñaladas a corta distancia.

Además, como se expone en la resolución, el jurado consideró que en el asesinato también concurrió el agravante de alevosía súbita, ya que entre el perjudicado y el encausado no hubo discusión previa al apuñalamiento, que iba dirigido hacia una zona vital.

La defensa, tras el veredicto, pidió que la pena para el procesado fuera la mínima legal, de 15 años de cárcel. Es la que finalmente le ha impuesto la Audiencia Provincial, que concluye: «No se advierte razón alguna para imponer una pena que vaya más allá del mínimo legal».