«Creía que me mataban. Sólo veía piernas dándome patadas»

«Creía que me mataban», asegura Juan Francisco que reconoce sentirse mal «física y psíquicamente» tras la agresión sufrida. Estaba tomándose un café en una terraza donde un grupo de unas 7 u 8 personas, que lucían banderas de España y símbolos de VOX, lanzaban gritos «insultando e increpando a la gente».

El grupo se mudó a un bar justo al lado. Cuando Juan Francisco se levantó y pasó delante le gritaron «rojo de mierda», pues al parecer algunos de los supuestos agresores lo conoce del barrio y sabe que es sindicalista. «Yo sólo respondí que cada uno puede tener sus ideas pero que no había que insultar». En ese momento recordó que no había pagado el café y se volvió. Fue entonces cuando el grupo se abalanzó sobre él, lo tiraron al suelo y comenzaron a golpearlo.

«Yo sólo veía piernas dándome patadas. Me pateaban la cabeza, los costados. Entonces salió el camarero y dijo que iba a llamar a la policía y salieron huyendo», narra. Cree que ha tenido mucha suerte ya que si no hubiera vuelto al bar y hubiese intervenido el camarero, lo habrían atacado en una zona sin gente y las consecuencias habrían sido mucho peores.

El secretario general del PSOE de Málaga, José Luis Ruiz Espejo, ha trasladado, durante una conversación telefónica mantenida con el secretario general de UGT Málaga, Ramón Sánchez-Garrido, el rechazo y la condena de los socialistas a la agresión. Ruiz Espejo ha advertido que «no se puede tolerar que nuestra sociedad se radicalice con posturas de este tipo, con agresiones violentas y con estos actos que atentan contra la libertad y la democracia solo por pedir respeto ante la actitud desafiante, los insultos y las conductas antidemocráticas».