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Imagen de como quedó el vehículo. sur
Condenado por atropellar adrede a dos personas en Puerto Banús y causar un accidente múltiple

Condenado por atropellar adrede a dos personas en Puerto Banús y causar un accidente múltiple

El conductor sembró el pánico al circular con un todoterreno por una zona peatonal y provocar después un siniestro con nueve heridos en su huida

Domingo, 3 de octubre 2021, 00:44

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Aquella noche sembró el pánico en Marbella. Iba al volante de un Audi Q7, con el que, tras una pelea en un club de playa de Puerto Banús, circuló por una zona peatonal, atropelló adrede a dos jóvenes y protagonizó una fuga kamikaze que terminó con una colisión múltiple en la huida. No hubo muertos, pero sí nueve heridos y un milagro: un bebé de 18 días que viajaba en uno de los coches implicados en el siniestro resultó ileso. Son unos hechos por los que el joven que conducía el citado vehículo ha sido condenado a cumplir cinco años y tres meses de prisión.

Todo ocurrió el 28 de mayo de 2017. El procesado, un británico de 32 años, estaba en la puerta del Ocean Club, situado al final del tramo peatonal de la avenida Lola Flores, cuando, sobre las nueve de la noche, se originó una pelea entre dos grupos de ciudadanos británicos, en la que estaba implicado uno de sus amigos.

Al percatarse del incidente, el joven se subió al volante del vehículo en el que llegó al club, el Audi Q7 y, «pese a haber consumido alcohol y cocaína», se puso al volante del mismo. Dio una tasa de 0,51 y 0,53 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, el doble del máximo permitido.

El individuo se alejó unos metros del lugar de la pelea, pero volvió y «consciente del peligro y con absoluto desprecio a la vida de los viandantes», aceleró el vehículo, dirigiéndose a gran velocidad por el tramo peatonal contra las personas que abandonaban el establecimiento a pie, según se recoge en la sentencia emitida por estos hechos, a la que ha tenido acceso este periódico. De este modo, el procesado embistió con el vehículo a un joven de 30 años por la espalda, dando vueltas sin detenerse a gran velocidad, de forma intimidante, a una rotonda ornamental de la zona peatonal, sembrando el pánico entre las personas que allí se encontraban y que huían para no ser atropelladas.

Pero el ataque no cesó ahí. El conductor golpeó un Ford Focus que estaba aparcado en la rotonda exterior, dio la vuelta y regresó a la zona peatonal, circulando a gran velocidad. Allí volvió a atropellar a su primera víctima, que no había podido ponerse a salvo al encontrarse en el suelo por el golpe anterior, y arrolló también a otro joven que trataba de auxiliar a ésta, y que salió despedido por los aires al ser arrollado por el vehículo. Tras ello, recogió a su amigo, que se subió en el Audi Q7.

En esos momentos, llegó un coche patrulla de la Guardia Civil, que acudió inmediatamente ante la situación de pánico que se generó. Fue solo la «pericia en la conducción» del agente lo que evitó la «embestida frontal» del británico, que escapó por la autovía A-7 a gran velocidad. Era consciente igualmente del grave peligro que generaba y mostró absoluta indiferencia por la integridad de los usuarios de la vía.

Después, comenzó a circular por la avenida Príncipe Alfonso de Hohenlohe a una velocidad superior a 90 kilómetros por hora y se cambió al carril contrario, siempre según se recoge en la sentencia. Dos coches que circulaban correctamente lograron esquivarlo, pero no el tercero, un Volkswagen Polo conducido por una mujer extranjera de 54 años.

Pese a esa primera colisión, el joven siguió circulando a contravía y embistió frontalmente a un Skoda en el que viajaba un matrimonio con su bebé de 18 días y su perro. Por la violencia del impacto, el Skoda salió despedido hacia atrás y colisionó con un Volvo en el viajaba una mujer con sus dos hijas menores.

Ni siquiera eso lo detuvo. El procesado siguió circulando «de forma descontrolada» por ese carril, pero se desplazó hacia la derecha por haber perdido una rueda y el eje, chocando contra un Toyota que estaba parado en un semáforo.

Los dos británicos que viajaban en el Audi Q7 salieron corriendo tras la colisión, cada uno en una dirección diferente. Una patrulla de la Guardia Civil que los había esquivado en la avenida Lola Flores y que venía persiguiéndolos desde allí arrestó en la playa al conductor, mientras que su acompañante fue interceptado por la policía. Solo se sentó en el banquillo de los acusados el primero de ellos.

En la sentencia elaborada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) se precisa que la conducta del procesado se dio debido al estado en el que se encontraba. En la resolución se recuerda que había consumido alcohol y cocaína, y además se precisa que el joven presenta un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Por ello el TSJA ha emitido una resolución en la que aplica una atenuante y reduce a cinco años y tres meses la condena de cárcel impuesta en primera instancia por la Audiencia Provincial de Málaga. Los magistrados de la Sección Primera determinaron para él una pena de seis a los de prisión como autor de un delito de conducción temeraria, cinco más de lesiones y uno de carácter continuado de daños, todos ellos en concurso ideal y mantenidos por el TSJA. Además, tendrá que pagar elevadísimas indemnizaciones.

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