Borrar
Daniel Maldonado

La cara más humana de la Policía: una cama ortopédica para María Elena, herida grave en un atropello

Agentes locales del GIAA encontraron a la mujer, de 74 años, «desasistida» tras romperse la cadera y las muñecas, y no dudaron en movilizarse fuera de servicio para ayudarla

Domingo, 5 de octubre 2025, 00:26

Comenta

María Elena es portuguesa -nacida y criada en Oporto-, aunque lleva media vida en Málaga. Tiene 74 años y hace un tiempo que perdió a su hija. Vive con su marido en un segundo de Camino del Pato, en Carretera de Cádiz, y hace cuatro meses que salió a comprar, como solía acostumbrar, sin imaginar que regresaría a casa con la cadera y las dos muñecas fracturadas. Del accidente recuerda que la atropelló una moto, el estruendo del golpe, la sangre, a la Policía -que debía estar cerca o se dio mucha prisa porque llegó rápido- y poco más.

Eran las nueve y cuarto de la mañana. Los servicios sanitarios evacuaron a la mujer al Hospital Universitario Virgen de la Victoria (El Clínico), de donde salió cerca de las ocho de la tarde, sin poder moverse. Con su marido, que le saca varios años, como único apoyo; las temperaturas que empezaban a ser altas y sin ventilador en el dormitorio, y una cama que la dejaba postrada día y noche.

Los agentes del Grupo de Investigación y Accidentes (GIAA) de la Policía Local de Málaga, que se encargan de los siniestros más graves, no acudieron al lugar aquel día. Pero, al conocer que María Elena había sufrido heridas graves, se pusieron en contacto con ella. Por teléfono no la localizaban, así que acudieron a su domicilio, donde la encontraron «desasistida» y necesitada de una cama articulada «con urgencia».

Sin dudarlo, los agentes locales Valentín Payán y Antonio Manuel García comenzaron a hacer gestiones fuera de su horario laboral para encontrar una cama ortopédica que facilitara la recuperación de la mujer. A Payán, que colabora con varias asociaciones a través de una vecina, se le encendió la bombilla. «Me acordé de que esta mujer alguna vez me había dicho que si necesitaba una silla de ruedas podía dejarme una y, pensé que, quizás, también podía ayudarme a conseguir la cama».

Daniel Maldonado
Imagen principal - La cara más humana de la Policía: una cama ortopédica para María Elena, herida grave en un atropello
Imagen secundaria 1 - La cara más humana de la Policía: una cama ortopédica para María Elena, herida grave en un atropello
Imagen secundaria 2 - La cara más humana de la Policía: una cama ortopédica para María Elena, herida grave en un atropello

Y efectivamente. Los policías aparecieron con ella en casa de María Elena. «Se puso a llorar de felicidad», recuerda el agente. Dos meses y medio estuvo encamada. Ahora ya han pasado cuatro y la anciana portuguesa puede ponerse en pie, desplazarse -aún con dificultad- y llevarse a la boca la comida que su marido le parte a trocitos con los dos dedos que la venda le deja al descubierto.

Ya no necesita la cama ortopédica que le ha facilitado su convalecencia. Pero, el camino todavía es largo. María Elena se viene abajo al imaginar que no vuelve a recuperar la movilidad en sus manos. También se emociona cuando echa la vista atrás y ve lo andado: «Los policías me han ayudado muchísimo. Me han traído la cama, la han armado y ahora otro trabajo para llevársela y ni siquiera quisieron que mi marido les diera algo para tomarse un café. Estoy muy agradecida, los quiero como a mi familia».

A Payán se le pone el vello de punta cuando escucha las palabras de la mujer y García reconoce estar encantado de que se encuentre mejor. María Elena, emocionada, solo quiere corresponderles e insiste: «Díganme, pero cuánto les pago». Ante la negativa de los policías, la mujer advierte que les regalará una bolsa de castañas de su campo de Ronda.

Alejandro García, oficial del GIAA, pone en valor el lado más humano del cuerpo, no tan visible: «Tenemos una vertiente preventiva mediante controles para que no ocurran accidentes; otra represiva, con las detenciones para preservar el orden y la asistencial, que va desde cosas pequeñas como subirle a una persona mayor la bolsa de la compra hasta intervenciones como esta en las que se le pone piel y se le da un contexto más humanitario, lo que repercute también en nuestra satisfacción como servidores públicos».

Con un móvil de antaño -sin WhatsApp- y sin prácticamente moverse, María Elena ha contado a sus familiares, a cientos de kilómetros, que fue arrollada por una moto cuando cruzaba por un paso de peatones. Sin embargo, una imagen vale más que mil palabras y su voluntad es que esta información llegue a Portugal y sus seres queridos la lean y la vean.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur La cara más humana de la Policía: una cama ortopédica para María Elena, herida grave en un atropello

La cara más humana de la Policía: una cama ortopédica para María Elena, herida grave en un atropello