El bebé llevaba al menos 12 horas muerto cuando su madre lo llevó al hospital

Las pesquisas, sin embargo, se orientan más hacia la hipótesis de un abandono temporal como contexto en el que se produjo la muerte. Hay algunos datos que así lo avalan. El principal es de carácter científico: la data de la muerte del menor se sitúa en la noche anterior –la del domingo al lunes–, es decir, al menos 12 horas antes de que la madre llegara con él a urgencias del Hospital Materno Infantil.

La hipótesis principal es que la joven, de 22 años, se ausentara de su domicilio durante un número horas aún por determinar y que, cuando llegó al mismo, encontró a su hijo sin vida y lo llevó a urgencias, adonde llegó a las 16.15 horas del lunes.

Los pediatras comprobaron que el bebé ya estaba muerto y, al detectar algunas lesiones en el cuerpo, activaron el protocolo ante casos sospechosos de maltrato. A partir de ahí, la comisión judicial, compuesta por el juzgado de guardia y el médico forense, llevó a cabo el levantamiento del cadáver.

La autopsia se ha desarrollado en dos fases y aún no se da por concluida, ya que está pendiente de algunas pruebas complementarias. Los hallazgos del examen forense apuntan a que la muerte se habría producido por una hemorragia cerebral, si bien no se ha podido determinar el origen de la misma, si ha sido traumático, producto de una caída, o bien está relacionado con alguna patología.

La investigación tampoco ha podido aclarar aún la etiología de las lesiones, si bien la autopsia no parece confirmar la sospecha inicial de malos tratos físicos (aunque algunas sí serían compatibles), sino más bien el supuesto abandono y desatención del bebé, extremos que ahora tendrán que confirmar las pesquisas policiales.