Armas automáticas, secuestros y coches de lujo: cae una banda internacional de narcotraficantes en la Costa del Sol

A todos ellos se les imputan, en diferente grado de participación, los delitos de tráfico de estupefacientes, tenencia ilícita de armas, detención ilegal, robo de vehículos, falsificación documental y simulación de delitos.

La investigación comenzó en Alicante, en las comarcas de la Marina Alta y Baja, a mediados de abril, según han informado este viernes desde la Dirección General de la Policía. Los agentes comprobaron que, pese al estado de alarma y las restricciones de movilidad, había movimiento de estupefacientes y que estos apuntaban directamente a la organización ahora desarticulada.

Aunque primero se desarrollaron pesquisas en Alicante, los agentes pronto se percataron de que la dirección de la organización estaba asentada en los municipios de Estepona y Benahavís, desde donde se coordinaban todas las acciones, especialmente la adquisición de la droga directamente desde Marruecos. Los agentes constataron que se trataban de individuos «especialmente peligrosos», hechos que dificultaron su seguimiento. Cuando se desarrollaron los registros domiciliarios en la Costa del Sol, los agentes encontraron armas semiautomáticas en su interior.

La rama alicantina estaba asentada en las localidades de Gata de Gorgos, Teulada, Moraira y Calpe. Estaba compuesta por individuos de nacionalidad marroquí y española y sus cometidos eran el almacenamiento del hachís que recibían de la rama malagueña y su posterior transporte hasta su destino final en Francia.

El eje establecido entre Málaga y Alicante no tardó en polarizarse y las intrigas entre ambos núcleos generaron una gran tensión que acabó de forma violenta. Según pudieron constatar los agentes a cargo de la investigación, los cabecillas sospecharon de sus empleados en Alicante a raíz de la desaparición de un envío de hachís. Ante esta situación, secuestraron a uno de los miembros de la rama alicantina durante 20 días como garantía de pago de las sustancias extraviadas, ya que pensaban que habían hecho un 'vuelco'.

Finalmente fue puesto en libertad, después de que algunos miembros de la rama malagueña se desplazaran hasta la localidad de Calpe (Alicante), en pleno estado de alarma –con sus correspondientes medidas de restricción de movilidad en vigor, existentes entonces– y se llevaran retenido a otro miembro de la parte alicantina para que les facilitase pruebas fehacientes del lugar en el que efectivamente se encontraba la droga y, además, le exigieron que les pagase más de 300.000 euros.

El pasado día 2 de junio se desplegó la operación y se realizaron un total de 10 registros domiciliarios, (8 en la provincia alicantina y 2 en la malagueña), todos ellos de manera simultánea, para lo cual participaron más de 80 agentes.

La operación se saldó con la intervención de más de 400 kilogramos de hachís, diversas armas de fuego semiautomáticas con munición, más de 220.000 euros en efectivo y 6 vehículos de alta gama.