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Sentado en el banquillo de los acusados, el único procesado por el asesinato de su primo. I.Q.
El acusado de matar a su primo para robarle cien gramos de cocaína: «No había sangre en mi huella»
Sucesos Málaga

El acusado de matar a su primo para robarle cien gramos de cocaína: «No había sangre en mi huella»

Aseguró que el rastro de ADN encontrado junto al cadáver de la víctima se corresponde a una visita que hizo al fallecido unos días antes del asesinato

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Jueves, 3 de marzo 2022, 00:38

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«Si hubiera matado a mi primo habrían encontrado sangre en mi huella, pero no había». Así lo aseguraba ayer el acusado de acabar con la vida de su familiar a puñaladas para robarle cien gramos de cocaína en un crimen que tuvo lugar en la barriada de La Trinidad a finales de marzo de 2019. El hombre se enfrenta a una petición de 30 años de cárcel como presunto autor de los delitos de asesinato y robo con violencia.

Según declaró el procesado ante el jurado del tribunal, el rastro encontrado en la cocina con su ADN, a escasos centímetros del cadáver de la víctima –que presentaba un corte profundo en el cuello y estaba cubierto de sangre–, era anterior al 29 de marzo, fecha del homicidio. Aseguró que visitó a su primo para saldar una deuda que el hermano del encausado contrajo con el fallecido, enterándose unos días después de su muerte en circunstancias violentas.

De acuerdo con el escrito acusatorio, el asesinato se produjo entre las 15.27 y las 15.50 horas del último viernes de marzo. El investigado, sin embargo, mantuvo que en ese tiempo estuvo con un amigo, al que la Fiscalía acusa de encubrimiento y reclama un año y nueve meses de cárcel.

Según el relato del sospechoso, ambos quedaron aquel mediodía y se fueron a tomar cervezas a un bar. Después hicieron una parada en Benalmádena y posteriormente se dirigieron a la superficie comercial de La Cañada, en Marbella, donde se vio con unos individuos para cerrar un trato relacionado con el tráfico de marihuana.

A preguntas del Ministerio Público, que apuntaba a que la señal de su móvil no coincidía con los sitios en los que él indicó que estuvo, el acusado insistía en que desconocía el motivo de esta contradicción, pero que podría comprobarse que decía la verdad con imágenes de las cámaras de seguridad de los lugares a los que hizo referencia.

El presunto verdugo también hizo hincapié en que los policías no encontraron ninguna prenda ni arma que lo relacionasen directamente con el crimen. Además, recalcó que no presentó marcas o heridas que su primo hubiera podido provocarle en un intento de defenderse antes de su muerte.

Por su parte, el sospechoso del delito de encubrimiento negó que hubiera tenido conocimiento alguno del crimen, ni que se hubiera puesto de acuerdo con el supuesto autor del mismo para proporcionarle una coartada. «Si yo hubiera sabido esto me habría ido a la otra punta del mundo», llegó a declarar. En los próximos días continuarán las vistas relacionadas con esta causa, siendo los miembros de un jurado popular los responsables de emitir un veredicto.

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