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antonio corbillón
Jueves, 1 de enero 1970
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«¿Y si mejoramos esa máquina increíble que es el cuerpo humano con la tecnología adecuada?». Richard Browning ha logrado en poco tiempo una espectacular respuesta a su propia pregunta. Hace año y medio fundó Gravity, una empresa que busca nuevos límites para los vuelos humanos.
Durante meses experimentó con motores microturbina de gas adheridos a sus brazos y piernas. Después de muchas caídas, un día logró la sensación de sentirse el 'Ícaro del siglo XXI': seis segundos de vuelo a un metro del suelo y sin bandazos. Lo consiguió cuando repartió hasta seis motores entre sus brazos y piernas. Fue el 'Daedalus Mark 1'. En pocos meses lo perfeccionó y ahora recorre el mundo haciendo exhibiciones con su 'Jet Suit'. En Gran Bretaña le ven como una especie de superhéroe, un 'ironman' que podría cambiar la movilidad humana. «No nos imaginábamos que estaríamos revolucionando el transporte para ir a las tiendas o llevar a los niños al colegio», avanza Browning, que ya trabaja en la versión eléctrica de su traje.
Richard Browning, CEO y piloto de Gravity Industries
Este inventor británico se inspiró en su padre, un ingeniero aeronáutico lleno de ideas que se suicidó cuando él era adolescente. Se ha dado tanta prisa que su 'start up' cuenta ya con inversores millonarios para que siga trabajando en su hangar situado a hora y media de Londres. Su 'Jet Suit' se puede comprar ya en los almacenes Selfridges (Londres) por el 'módico' precio de 340.000 libras (unos 440.000 euros).
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