Adiós al chupete en ocho pasos
Un ambiente tranquilo y relajado, refuerzo positivo y no dar marcha atrás son factores clave para conseguir que un niño deje el chupete
M. Ángeles González
Sábado, 30 de agosto 2014, 01:21
Al igual que ocurre con la retirada de los pañales, cuando unos padres se inician en la tarea de lograr que su hijo deje de ... usar chupete, nunca deben dar marcha atrás. Lo recalcan pediatras y psicólogos, que insisten en la importancia de que el proceso se desarrolle en un ambiente de tranquilidad para el pequeño y de que se le refuerce de forma positiva.
También como pasa con los pañales, hay niños que adquieren antes que otros la madurez necesaria para comprender el cambio y están preparados para decirle adiós al 'tete' sin que le suponga ningún problema a ellos ni a sus padres. Los progenitores, por su parte, se las ingenian para intentar evitar que la retirada del chupete se convierta en un guerra ideando historias y lugares imaginarios como 'Tetelandia' (una juguetería en la que a cambio de un peluche o una muñeca el niño deja el chupete para que lo pueda utilizar otro bebé) o el hada de los tetes (una imitación del Ratoncito Pérez que por la noche deja un regalito al niño que le da su chupete).
Peligros del uso excesivo del chupete
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No hay una edad determinada a la que todos los niños deban dejar el chupete. De forma orientativa, el pediatra Pedro Navarro afirma que debería rondar entre los 18 y 24 meses, aunque no pasa nada si pasa más tiempo y el pequeño, por ejemplo, lo necesita para calmarse y conciliar el sueño. Como edad límite, alrededor de los tres años ya no debería utilizarse chupete ni de día ni para dormir. Los riesgos de mantener el uso durante más tiempo de la cuenta son varios
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-Puede ser un foco de infección puesto que el niño ya es mayor y el chupete puede caer al suelo o puede pasarlo por superficies sucias y contaminarse. Esto puede dar lugar a otitis media o candidiasis bucal.
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-También puede causar deformidades en la cavidad bucal, paladar y en la dentadura. Según la odontóloga malagueña Cristina López Millán, cuando empiezan a erupcionar los primeros dientes de leche es conveniente que el niño deje el chupete. Retrasar demasiado su retirada puede afectar a la posición de los dientes durante su erupción y provocar malformación ósea maxilar y mandibular, por lo que el paladar se hace más ovalado modificando así el patrón respiratorio del niño. Cuando se mantiene el chupete mucho tiempo, al cumplir aproximadamente siete años los niños requieren un tratamiento ortopédico para la corrección de la malformación ósea.
Hay otros 'trucos' menos fantasiosos, como perforar la tetina para que el niño no pueda succionar y pierda interés, hacer 'desaparecer' mágicamente el chupete o dejarlo que se desgaste hasta que el propio dueño decida dejarlo. Imaginación aparte, los expertos insisten en que es necesario que se sigan una serie de pautas para lograr el objetivo con éxito y de la manera menos traumática posible para niños y padres. Estas son algunas de estas claves, que aportan el pediatra malagueño Pedro Navarro y la psicóloga Estefanía Villanueva:
1- Los padres deben mentalizarse de que una vez que se inicie el proceso no se puede dar marcha atrás bajo ningún concepto. No hay que ceder ante chantajes o rabietas del niño para que se le vuelva a dar el chupete.
2- Es importante saber si el niño está preparado o no. Si es demasiado pequeño los padres deben estar atentos porque el pequeño puede cambiar el chupete por el dedo, y chupárselo provoca infecciones y mayores deformaciones del paladar o de la dentadura, como advierte el pediatra Pedro Navarro, que afirma que la edad apropiada para decir adiós al 'tete' es entre los 18 y los 24 meses, aunque no se puede ser radical en este aspecto.
3- Hay que elegir un periodo marcado por la tranquilidad, sin situaciones estresantes o cambios importantes para el niño o la familia. Por ejemplo, como dice este especialista, hay que evitar quitarle el chupete cuando nace un hermano o cuando empieza la guardería.
4-Es aconsejable explicarle al niño que no le va a pasar nada malo por no usar chupete porque ya es mayor y no lo necesita. Si está preparado para dejar el chupete, lo entenderá. Los papás han de enseñar a sus hijos, de forma paulatina y mediante mensajes verbales y tono de voz adecuados, que el chupete hay que retirarlo, siempre descrito como algo muy beneficioso para él o ella, apunta Estefanía Villanueva, licenciada en Psicología y psicoterapeuta experta en técnicas de modificación de conducta. Se ha de explicar continuamente y aun en estados de tensión por parte del pequeño, y hacerle entender consistentemente que ante esa frustración los padres también están tristes porque se sienta así; todo desde un tono de voz calmado, pausado y ambiente tranquilos, añade.
5-Es fundamental el refuerzo positivo, 'aplaudirle' y felicitarle por cada uno de sus logros, haciendo conocedores de ellos a abuelos, amigos, etcétera, para motivar al niño. Hay que recurrir a trucos basados en la recompensa y nunca en el castigo, dice Villanueva.
7-Los padres pueden recurrir a algunos trucos como decirle que el chupete lo retiran los Reyes Magos o Papá Noel y que recibirá una recompensa inmediata por su acto. De esta forma, cuando lo reclama podemos recordarle que 'lo están mirando' y pueden llevarse su regalo, apunta la psicóloga malagueña, que plantea también la posibilidad de hacer que el chupete se pierde o se cae en algún sitio del que no se podrá recuperar. Además, si sumamos que lo recompensaremos por ya no tener un nuevo chupete, la conducta de valentía se verá reforzada y comprenderá que no es tan malo no tener chupete, señala. Se le puede decir que el chupete se le dará a un nuevo bebé que ha nacido porque no son propiedad del niño, sino que cuando se cumple una determinada edad hay que donarlo a un nuevo bebé y compartir para que se pueda hacer mayor.
8-Hacer partícipes del proceso a abuelos, tíos o cuidadores, para que ellos también colaboren. De nada sirve que los padres no le den el chupete si luego los abuelos sí se lo dan cuando lloran. Todos deben ser inflexibles.
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