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Dos profesionales sanitarios atienden a un enfermo de covid en una UCI. Marcial Guillén / EFE
La ocupación de las UCI se duplica en tres semanas por los no vacunados

La ocupación de las UCI se duplica en tres semanas por los no vacunados

La presión en cuidados intensivos llega hasta el 8,84% y el 60% de los nuevos hospitalizados no ha recibido la pauta

Álvaro Soto

Madrid

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Martes, 7 de diciembre 2021, 00:39

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Cuatro miembros de una misma familia luchan por salvar su vida en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Severo Ochoa de Leganés. Los cuatro tienen en común no haberse vacunado contra la covid-19. En planta está ingresada la abuela, que sí se vacunó. La desgracia de esta familia del sur de Madrid resume la situación actual en las UCI de los hospitales españoles: cada vez más ingresos, cada vez personas de menor edad y, sobre todo, cada vez más no vacunados. Las personas que no han recibido las vacunas representan el 60% de los nuevos ingresos en cuidados intensivos cuando son únicamente el 10% de la población mayor de 12 años. No vacunarse multiplica por 16 el riesgo de hospitalización en el grupo de edad de entre 60 a 80 años y por nueve en la franja de entre 30 y 59 años, según los datos del Ministerio de Sanidad.

El ingreso de los no vacunados y el 'efecto arrastre' que tienen con los vacunados más débiles (aquellos que sufren patologías previas, comorbilidades o que pertenecen al 10% de población en que la vacuna no resulta eficaz) explican el fin de la calma en las UCI y el aumento de la presión hospitalaria en las tres últimas semanas. Desde el 12 de noviembre, cuando se alcanzó el mínimo de la pandemia, con el 4,31%, la ocupación se ha duplicado hasta alcanzar el pasado viernes el 8,84%. Si en la segunda semana de noviembre las UCI acogían a 394 enfermos de coronavirus, ahora la cifra asciende a 814.

Esta tendencia muestra un gran paralelismo con lo que ocurre en las hospitalizaciones totales: el 12 de noviembre estaban ingresados en planta y en UCI 1.946 personas por covid-19 (ocupaban el 1,57% de las camas totales) frente a las 4.262 que están hospitalizadas ahora (3,42%).

«Estamos ante una escalada vertical, los nuevos ingresos están creciendo de una forma muy rápida», reconoce Álvaro Castellanos, presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), que detalla el perfil de los hospitalizados y las características de las estancias en intensivos: dos de cada tres nuevos ingresados no se han vacunado (salvo en comunidades más envejecidas, como Castilla y León, donde los vacunados suponen el 60%); el grupo de edad más común está entre 40 y 70 años; los más jóvenes tienen comorbilidades, como la obesidad; los ingresos se prolongan durante tres semanas, la mortalidad en las UCI es del 30% y quienes superan este periodo, tienen problemas para reincorporarse a sus trabajos y en general, para reintegrarse en una vida normal.

Sin 'nueva normalidad'

El repunte de casos que acaban en las UCI ha roto la mejor estadística sanitaria de la sexta ola. Desde el 13 de octubre hasta el 17 de noviembre, los pacientes covid han significado menos del 5% de la ocupación de las UCI, lo que permitía encuadrar este dato en la deseada 'nueva normalidad', según el 'semáforo covid' del ministerio y las comunidades autónomas. Ahora, esta tasa se encuentra en riesgo bajo (entre el 5% y el 10%), pero al actual ritmo de crecimiento, en los próximos días alcanzará el riesgo medio (entre el 10% y el 15%).

En cualquier caso, la situación de las UCI en España es envidiable si se compara con la de países como Alemania, que ya prevé un colapso de sus unidades de cuidados intensivos en Navidad. Y lo es gracias a la vacunación, como explicó el viernes la ministra de Sanidad, Carolina Darias. El 2 de diciembre de 2020, con una incidencia acumulada de 251 casos, la ocupación de las UCI por enfermos de covid se situaba en el 25,66%. Ahora, con la incidencia en una cifra similar, ronda el 9%. «Hay una diferencia que lo marca todo: la altísima cobertura vacunal. La vacunación está marcando la gran diferencia», se felicitó Darias.

«No creo que estas Navidades lleguemos a los niveles de ocupación de UCI del año pasado por el alto porcentaje de población vacunada», comparte Castellanos. «Pero entramos en una época en la que se van a producir muchos desplazamientos y contactos en espacios interiores. La vacuna nos ha dado una sobreconfianza que está llevando a que incumplamos recomendaciones, como la de evitar las multitudes. Si queremos evitar situaciones más graves en cuidados intensivos, deberíamos recuperar algunas restricciones», argumenta el presidente de Semicyuc.

Los 68 sanitarios con covid que comieron juntos dieron negativo

Los 174 sanitarios del Hospital Regional de Málaga que fueron a la comida de Navidad el 1 de diciembre, de los que hay 68 de baja por dar positivo en covid-19, se habían hecho el test de antígenos antes de la celebración navideña, según ha podido saber este periódico. El evento lo realizaba el servicio de la UCI del Regional, y lo cierto es que los facultativos y enfermeros contagiados, de baja durante diez días, están pasando la enfermedad de forma asintomática o tienen síntomas leves como si tuviesen un catarro.

Sanitarios que asistieron al evento apuntan que el brote pudo estar en la oposición a la que fueron algunos el 28 de noviembre. Pese a que todos se hicieron el test, como no habían pasado siquiera cinco días para que se desarrollase el virus no dieron positivo, algo común en estas pruebas. Subrayaron que en el examen «estaban pegados en las aulas».

Los trabajadores sanitarios indicaron que se hicieron el test de antígenos por iniciativa propia. Además, estaban vacunados con la tercera dosis, aunque había algunos que se la pusieron hace tan solo una semana. «Si no estuviésemos vacunados, alguno estaría ya hospitalizado. Para eso sirven las vacunas, para no colapsar el sistema sanitario», explicaron.

Alegaron que les molestaría mucho que después de cómo han sufrido para atender a la población durante toda la pandemia, ahora se les estigmatice por un suceso de este tipo, cuando lo que hacían era perfectamente legal. «No conozco nadie del servicio que no esté vacunado, nosotros somos los primeros en ponernos las vacunas; esa es la verdad», explicó uno de ellos. Por otra parte, reivindicaron que para enfrentarse a situaciones así habría que no haber despedido a tantos facultativos y enfermeros que pueden hacer falta en momentos de crisis como este y los que pueden estar por venir.

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