Los nuevos hábitos de vida y la incidencia de la edad, ejes del debate sobre la salud visual actual

Para un 92% de los españoles la vista es el sentido más importante. A través de ella penetra la mayor parte de la información para el desarrollo de nuestra vida, hasta un 80 % cada día que incluye, además, las sensaciones y las emociones que las acompañan. Todo ello genera información en el ser humano y, lo que es más importante, crea experiencias.

Según el Libro Blanco de la Salud Visual en España 2019, el 20 % de los menores de 18 años presentan problemas visuales por lo que, entre los dos años y medio y los tres años de vida, ya se debe empezar a evaluar la agudeza visual de un niño.

El mismo estudio indica que el 80 % de los mayores de 60 años padece problemas de visión. Los expertos apuntan que estas deficiencias afectan al individuo de forma integral, no solo por los riesgos de accidentes y caídas, sino también porque conllevan una pérdida en la comunicación y en las relaciones afectivas y sociales que pueden provocar el aislamiento de la persona, así como cuadros depresivos y de ansiedad.

Y es que los hábitos de vida, las nuevas realidades sociales y el envejecimiento de la población están provocando un cambio en la salud visual de los ciudadanos.

Para tratar este y otros temas relacionados con cómo afecta nuestra forma de vida a esta parte fundamental de la salud se organizó el pasado lunes una Mesa Técnica de Salud Visual. El encuentro, organizado dentro de las jornadas Málaga Vanguardia en Sanidad 2019 de Diario SUR y dirigido por la periodista Carmen Alcaraz, contó con la participación de Paloma García, gerente de Clínica Baviera; el Dr. Ángel Cilveti, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Vithas Xanit Internacional; y José Vila, optometrista y aplicador de Bausch & Lomb.

Como punto de partida los profesionales analizaron el cambio de costumbres que ha vivido de manera generalizada la población y su incidencia en la vista.

«Es evidente que nos hemos ido adaptando a la tecnología y nuestras necesidades visuales son diferentes a hace unas décadas. En los últimos años el uso de dispositivos móviles, pantallas, etc., ha provocado una serie de requerimientos visuales y de problemas que los pacientes refieren cuando van a la consulta. Y la oftalmología ha de ir adaptándose y dando respuesta, no solo a las grandes patologías que siguen existiendo, sino a todas estas nuevas realidades. Por ejemplo, antes operábamos las cataratas a pacientes mucho más mayores que tenían la visión muy afectada, y sin embargo ahora se opera a pacientes mucho más jóvenes, que aún tienen capacidad de visión, pero que la merma les supone un problema en su día a día y afecta a su calidad de vida. La gente quiere tener mejor calidad visual, no depender de las gafas…una serie de retos a los cuales nos tenemos que ir adaptando», explicó el Dr. Ángel Cilveti.

«Otro de los cambios que estamos viviendo en los últimos años es que la mayoría de la población se está miopizando. No está muy claro el por qué, y seguro que no se debe a una sola cuestión, pero por ejemplo China es uno de los países en los que más se está notando esto, con un aumento de la población miope muy notable. Y se conoce que una de las razones es la luz. Pasar mucho tiempo en sitio cerrado sin la luz del sol provoca, por distintas cuestiones, que el ojo se miopice, y en este caso concreto ha pasado en ciudadanos que han pasado del pueblo a las ciudades, con unas condiciones de vida muy diferentes que han afectado a su salud visual», aportó al debate José Vila.

«La luz natural es esencial para la salud visual. En este caso concreto que comentamos, la incidencia en las ciudades era diez veces mayor que en el campo, y eso sin duda es por la forma de vida», convino al respecto Paloma García. La gerente hizo alusión a un informe presentado recientemente por Clínica Baviera sobre la Visión en España. «Para medir el tiempo de uso las pantallas, se distinguió entre tres tipos de usuarios, el 'light user' (de 1 a 3 horas de uso), el 'medium user' (de 4 a 6 horas de uso), y el 'heavy user' (más de 6 horas de uso). Y es muy alarmante que nuestros estudiantes están en este núcleo duro que pasa más de una cuarta parte del día pendiente de un dispositivo. Y eso es brutal porque entre semana estudian en la pantalla, y los fines de semana viven el ocio también a través de estas. Es una dependencia muy difícil de evitar pero que hay que tenerla en cuenta porque afecta, y mucho, a su visión».

En este punto los participantes valoraron la importancia de las labores de educación y prevención.

«Una cuestión en la cual tenemos mucha responsabilidad todos los que estamos implicados en el mundo oftalmológico y de la salud ocular es la educación. Cosas básicas como la iluminación, las distancias o los usos, son cuestiones de divulgación y prevención. En un país como España, que contamos con un sistema de salud tanto público como privado de primer nivel, debemos ir mucho a la prevención, no solo a tratar patologías declaradas. Y ahí queda mucho que hacer», quiso resaltar el Dr. Cilveti.

Sobre la concienciación de la población, los expertos coincidieron que en oftalmología «los pacientes vienen cuando ya tienen el problema, para que se lo solucionemos».

Asimismo, el tema de la higiene, la automedicación o el abuso de ciertos 'colirios' (la confusión de pensar que se trata de un medicamento concreto cuando el término hace referencia a toda medicación empleada en el tratamiento de los ojos, de tipología variable), fueron otros de los temas que salieron a colación durante el encuentro.

«La conciencia que tenemos sobre el cuidado de las cosas y los perjuicios que nos podemos provocar es mínima», sentenció el doctor.

La importancia de cuidar la visión en cada etapa

García, Cilveti y Vila se mostraron de acuerdo en la necesidad de dar importancia y estandarizar las visitas periódicas a los profesionales de la visión en cada etapa de la vida, como ocurre con otras áreas médicas.

«No hay que convertir la visita al médico en un acto social, pero hay que acudir oportunamente y de manera organizada. Hay determinadas edades a la que la gente hay que tomarle la tensión del ojo para prevenir los glaucomas, por ejemplo, o las revisiones cuando se acerca la edad que comienza la degeneración macular. Y los profesionales en estos tenemos mucha responsabilidad. Cada vez tenemos más posibilidad de prevenir enfermedades o de diagnosticarlas muy precozmente, que es el gran éxito del tratamiento al final», incidió el jefe de Oftalmología del Hospital Vithas Xanit Internacional.

«No obstante, en este sentido hay que reconocer que se ha avanzado bastante. En Clínica Baviera, por ejemplo, hacemos campañas de salud visual, con información y puertas abiertas que resultan especialmente efectivas en momentos como el inicio del curso escolar, por ejemplo. Y esto es muy importante porque por no traer a los niños en el momento indicado pueden no recuperar problemas de visión como, por ejemplo, un ojo vago. Por eso las campañas son fundamentales» expuso Paloma García.

Además, los participantes subrayaron el papel fundamental de la visión en todas las etapas de la vida, especialmente en edades más avanzadas por la merma del resto de sentidos. «Hay estudios que demuestran la disminución de roturas de caderas en población operada de cataratas», aportó García.

Durante el análisis del avance que ha vivido la oftalmología en las últimas décadas, los expertos resaltaron la importante evolución tecnológica que se ha experimentado en nuestro país. «Por ejemplo en cirugía refractiva, que es una de las más populares debido a que mucha gente se opera para quitarse las gafas por distintos motivos, si hablamos de los láseres de hace 20 años a los de ahora, la mejora es impresionante. El láser de femtosegundo, por ejemplo, permite hacer verdaderas virguerías la córnea, en un espacio de 500 micras, con mucha exactitud y precisión. Esto permite técnicas más seguras, de recuperación más rápida y evitando complicaciones. Aunque no hay que olvidar que detrás siempre tiene que haber un profesional que tome las decisiones», indicó el optometrista y representante de Bausch & Lomb.

De igual modo, los expertos aseguraron que a la hora de tratar de los pacientes lo más importante es la sinceridad, honestidad y no crear falsas expectativas. «Además, aunque a veces pueda resultar duro, es lo que más valoran», apuntaron de conformidad.

También convinieron en la calidad de la asistencia y los profesionales de la oftalmología tanto del país, como concretamente de nuestra ciudad. «Málaga es actualmente la provincia andaluza con mejor calidad en el terreno oftalmológico porque la concentración de profesionales de primer nivel es enorme», resaltó García. En este mismo plano, la gerente quiso ensalzar la excelencia de este sector en toda España. «Baviera comenzó en 2008 una expansión internacional e incorporó al grupo una cadena de clínicas europeas llamada Care Vision. Y, por ejemplo, el Dr. Julio Baviera, uno de nuestros fundadores, va a países como Alemania a formar a los profesionales porque no están tan avanzados, aunque a nivel tecnológico sean líderes. Nos lo tenemos que creer: la oftalmología en España es puntera».

«Antes la gente se iba a Madrid o Barcelona a operarse. Ahora no solo no se van, sino que vienen procedentes de muchos países de Europa para tratarse aquí porque saben que se hace igual o mejor», subrayó Vila.

Respecto a los retos del sector, el doctor hizo alusión a cuestiones técnicas como el tratamiento de patologías asociadas al envejecimiento de la población como la DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad) o las enfermedades retinianas, su especialidad. También refirió la necesidad de avanzar en los tratamientos reconstructivos, la reparación genética o incluso la visión artificial. Un discurso en el que quiso incluir, a modo de colofón, la necesidad de «evitar la deshumanización» en todos estos avances.

Por su parte, el optometrista se centró en la «plaga de miopía» que se está experimentando, y en los avances en su tratamiento a través de lentillas especializadas o tratamientos innovadores. También quiso reivindicar la necesidad de incorporar la figura profesional del optometrista en el sistema sanitario público, algo que, en su opinión, ayuda a mejorar la «visión global» y contribuye a mejorar la atención y los tratamientos.

Finalmente la gerente puso el foco en la nueva apertura en Baviera de una clínica dedicada a unidades especializadas en cualquier problema visual para ofrecer un trato personalizado y completo a sus pacientes.