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Médicos alertan de un repunte de las enfermedades de transmisión sexual en los adolescentes

Médicos alertan de un repunte de las enfermedades de transmisión sexual en los adolescentes

El rechazo del preservativo favorece el contagio de gonorrea, herpes o clamidia y que haya embarazos no deseados

Ángel Escalera

Málaga

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Jueves, 1 de enero 1970

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La no utilización del preservativo cuando se tiene una relación sexual ha supuesto un repunte de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) entre los adolescentes. Así lo ha dicho este sábado la vicepresidenta de la Sociedad Andaluza de Contracepción y coordinadora del Centro Provincial de Orientación Sexual para Jóvenes, María Jesús Alonso. Esta experta ha participado en la última jornada del 32.º Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria que se celebra en Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.

La doctora Alonso ha explicado que en los últimos cinco años se ha registrado un aumento de patologías como la gonorrea, el herpes y la clamidia, enfermedades que pueden tener consecuencias negativas en la vida fértil futura de la mujer. La causa del incremento de las enfermedades de transmisión sexual está en la desinformación y los mitos que comparten una gran mayoría de los adolescentes en temas de salud sexual.

Dar de lado al preservativo, además de elevar el riesgo de ETS, presenta el peligro de embarazos no deseados. En España, aunque en descenso, se contabilizan casi unos 10.000 embarazos anuales entre menores de 19 años, de los que el 80 por ciento son no deseados, ha subrayado la doctora Alonso.

La vicepresidenta de la Sociedad Andaluza de Contracepción ha señalado que, según distintos estudios, las chicas tienen la primera relación sexual completa a los 16 años. En la primera vez, el porcentaje de uso del preservativo entre los adolescentes es mayor que en relaciones sucesivas, cuando baja de forma notable la utilización de un profiláctico.

Un factor que propicia que los adolescentes renuncien al preservativo es el miedo a que sus familias se enteren o descubran que lo usan, algo que afecta sobre todo a las chicas. Otro error es creer que el condón hay que utilizarlo justo antes del coito, con lo que no se tiene en cuenta el efecto del líquido preseminal. El argumento que dan muchos adolescentes es que el preservativo «rompe el romanticismo del momento o que va a disminuir el placer».

Respecto al anticonceptivo de urgencia, María Jesús Alonso recomienda explicar a los adolescentes que la píldora del día después no es abortiva –si hubiera ya embarazo no puede detenerlo–, puesto que se centra en impedir que el óvulo salga del ovario. Sin embargo, recalca esta experta, no conviene tomarla habitualmente, no por sus efectos secundarios, ya que no es una 'bomba hormonal' como muchos la consideran y sus efectos son leves, sino porque no es un método tan eficaz para prevenir un embarazo. «Muchos jóvenes desconocen que hay dos opciones, el levonorgestrel, que tiene efecto en las 72 horas siguientes a la relación sexual de riesgo, y el ulipristal, que puede tomarse hasta cinco días más tarde», ha comentado la doctora Alonso.

Asimismo, ha mencionado que los profesionales deben recordar a los adolescentes que ninguna hormona protege de las ETS. Por ello, hay que apostar por la doble protección: utilizar cualquier método hormonal para prevenir los embarazos no deseados además del preservativo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa de que se pueden aplicar desde la menarquia (primera regla) y que la edad no debe ser criterio de exclusión para usar estos métodos.

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