Dormir menos equivoca a las neuronas

"Privar al cuerpo del sueño también roba a las neuronas la capacidad de funcionar adecuadamente. Esto da paso a lapsus cognitivos sobre lo que percibimos", ha afirmado para la revista Nature el neurocirujano Itzhak Fried, profesor de la David Geffen School of Medicine en la UCLA.

Fried, líder del equipo internacional que hizo el estudio, llegó a esta conclusión tras investigar a 12 pacientes epilépticos a quienes se les habían implantado electrodos cerebrales, a fin de localizar el origen de sus convulsiones antes de la cirugía.

Debido a que la falta de horas de sueño puede provocar convulsiones, a estos pacientes se les mantuvo despiertos toda la noche para acelerar el inicio de un episodio epiléptico. Ahí, se pidió a los pacientes que hicieran lo más rápido posible una clasificación de las imágenes que se les mostraba.

Los científicos comprobaron que la tarea se hacía más difícil a medida que tenían más sueño y las neuronas reducían su actividad. "Nos fascinó observar cómo la falta de sueño moderaba la actividad de las células cerebrales", ha indicado Yuval Nir, experto de la Universidad de Tel Aviv (Israel).

Fried, Nir y sus compañeros han profundizado en un área de estudio atractiva por su asociación a riesgos de depresión, obesidad, diabetes, ataques cardíacos o apoplejías. Otra investigación de las universidades de Oxford, Harvard y Nevada detalló en otoño de 2015 los patrones de sueño en adolescentes. Así, sugirieron que con 15 años los alumnos deberían empezar las clases siempre desde las 10:00 h. en adelante ya que, con un cerebro en plena formación, necesitan dormir al menos nueve horas.

Lo calcularon advirtiendo de que la propia fisiología de los adolescentes les impide irse a la cama antes de las 23:00 h. Concluyeron, además, que la carencia de sueño directamente genera falta de concentración, somnolencia o irritabilidad. Y según estas mismas indagaciones previas, el riesgo de fracaso escolar se duplica por cada dos horas menos de descanso.

Y también acorde al reciente estudio de la UCLA, la falta de sueño interfería con la capacidad de las neuronas a la hora de codificar información; incluso los pacientes respondían lentamente, como reaccionaría un conductor que no ha dormido lo suficiente al ver a un peatón cerca de su coche.

"Algunas regiones cerebrales estaban dormitando, causando lapsus mentales, mientras el resto del cerebro estaba despierto", ha comentado Fried. "La falta de sueño provoca en nuestro cerebro una influencia similar a la de beber mucho. Pero no hay patrón médico que identifique a un conductor demasiado cansado en la carretera del mismo modo que se hace con uno que está ebrio", ha sentenciado.