Las chinches de cama se extienden: cómo seguir su rastro y eliminarlas

Esta plaga de chinches de cama se ha dado ahora en París, pero lo cierto es que ninguna zona está exenta de sufrir infestaciones de este insecto. De hecho, en Málaga, empresas dedicadas a la erradicación de plagas alertan de un aumento «exponencial» de este insecto en la ciudad. Aunque parezca que las chinches son cosas del pasado, lo cierto es que siguen estando muy presentes y con más intensidad en los últimos años debido a su mayor resistencia a diversos insecticidas.

Como explican desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), basándose en un estudio de la Universidad de Ohio, las chinches, que desde la Segunda Guerra Mundial habían estado bajo control gracias al uso de DDT y otros insecticidas residuales de larga duración, se han multiplicado hasta un 500% en la última década en Norteamérica y otros lugares del mundo, en parte por la sustitución del peligroso DDT por otros métodos de control y la creciente resistencia de las chinches a los pesticidas actuales, en especial los piretroides.

Vamos a conocerlas un poco más para saber cómo combatirlas.

Las chinches de cama son pequeños insectos con forma ovalada, planos y peludos, de entre 4 y 7 milímetros y su color puede variar del castaño rojizo al gris. Se alimentan de la sangre de las personas, aunque también pueden picar a otros mamíferos o aves. Suelen hacerlo durante la noche, atraídas por el calor y el dióxido de carbono que emiten las personas mientras duermen, aunque en caso de necesidad pueden hacerlo a plena luz del día.

No les gusta el frío, ya que a temperaturas por debajo de los 16 grados suelen entrar en un estado de inactividad, hasta que las condiciones ambientales vuelven a ser favorables.

Como su mismo nombre indica, estas chinches suelen cobijarse en la cama. El motivo: intentan evitar la luz del día acomodándose en colchones, somieres, en grietas en los cabeceros de la cama, así como en sofás y por ende en sábanas, mantas, almohadas, cojines...

No obstante, hay que prestar atención a otros rincones del hogar porque, mientras no se están alimentando, se esconden en diferentes lugares: en los enchufes, marcos de las puertas, rincones de los cajones, detrás de los cuadros, rodapiés, incluso en grietas o hendiduras de la pared.

Si sospecha de una plaga de chinches en su casa, mire con detenimiento en estos lugares y, sobre todo, en la ropa de cama ya que suelen dejar unas manchas rojizas, como de óxido, causadas por el aplastamiento de las chinches y por los excrementos que eliminan.

Suelen picar dos o tres veces en una misma zona para avanzar y seguir alimentándose, por lo que sus picaduras, por cierto indoloras, pueden aparecer en línea.

Las lesiones que producen pueden presentar apariencias diferentes, similares a la de otros insectos como los mosquitos; o bien como un sarpullido o incluso una urticaria. Si la persona es muy sensible, pueden aparecer reacciones locales como ampollas.

Lo bueno es que, de momento, y según los estudios al respecto, no transmiten ninguna enfermedad, por lo que lo único que pueden provocar son picazón, irritación cutánea o riesgo de infecciones secundarias. Para evitarlo, se aconseja no rascarse.

En cuanto al tratamiento de las picaduras, similar al usado en otras lesiones similares: lavarlas con agua y jabón y aplicar crema o loción calmante para aliviar el picor y la inflamación.

Como advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), «deshacerse de las chinches es un problema difícil, de hecho, incluso buscando a un profesional, conviene que tenga experiencia en chinches».

No obstante, esta organización ofrece algunos consejos. En primer lugar, repasar y limpiar el colchón y las piezas de la cama con una vaporeta, ya que el vapor penetra en los resquicios y puede acabar con las chinches inmediatamente.

La OCU también apunta a la limpieza con alcohol como una posible solución o meter la ropa de cama (sospechosa de infestación) en el congelador durante tres días. Las chinches no sobreviven a las bajas temperaturas.

Desde otras plataformas, también se recomienda pasar el aspirador por cada habitación de la casa sin dejar de lado los rodapiés o cualquier hueco susceptible de ser un escondite para las chinches, así como reparar o rellenar cualquier grieta o hendidura en muros, techos y suelos.

Usa fundas de colchones y almohadas antialérgicas, y crear un espacio de seguridad alrededor de la cama, retirando muebles o enseres que puedan servir a estos insectos como puente para acceder al colchón.

Por último, cambiar y lavar con frecuencia la ropa de cama a una temperatura mínima de 60 grados, y las prendas de vestir o incluso peluches que pueda haber en la habitación afectada, y nunca llevar ropa o sábanas a otras estancias para evitar la propagación.