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Anna Shapiro. RC
El caso de la modelo envenenada

El caso de la modelo envenenada

La rusa Anna Shapiro, acusada en su país de trabajar para el M16 británico, y su marido resultaron intoxicados en Inglaterra. Ella ve detrás la larga mano de Putin

rafael m. mañueco

Sábado, 22 de septiembre 2018, 00:11

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La modelo rusa Anna Shapiro, de 30 años y famosa por sus provocativas fotos en las redes sociales, cree haber sido víctima de un complot del Kremlin para acabar con su vida. Ella y su marido, el empresario británico Alex King, de 42 años, fueron las dos personas hospitalizadas el pasado domingo después de resultar seriamente intoxicadas cuando cenaban en el restaurante de la cadena Prezzo en la localidad de Salisbury (Reino Unido).

Este establecimiento de comida italiana se encuentra a menos de medio kilómetro del restaurante Zizzi, también italiano, en donde almorzaron el exagente de la inteligencia militar rusa Serguéi Skripal y su hija Julia, el 4 de marzo pasado, antes de ser encontrados sin conocimiento recostados en un banco del parque. Los Skripal fueron víctimas de un ataque con el agente nervioso denominado 'Novichok', catalogado como arma química, y Londres ha culpabilizado de ello al presidente Vladímir Putin.

Pero Shapiro y su esposo, según la Policía, fueron envenenados con otra sustancia no tan potente. Se especula que pudo ser estricnina, compuesto que se emplea habitualmente como pesticida contra roedores. «Putin ha querido matarme con un matarratas», asegura la modelo rusa en declaraciones al tabloide británico 'The Sun'.

Su cónyuge, con quien se casó hace un mes, acaba de recuperar el conocimiento, pero sigue en estado grave. Ella resultó menos afectada aunque tuvo que recibir cuidados médicos. Según su relato, «fuimos a cenar al restaurante Prezzo y pedimos pizza, lubina, verduras, patatas y dos copas de vino blanco». De repente, «Alex salió disparado a los lavabos y yo empecé a sentirme mal».

Julia y Serguéi Skripal.

Ejecuciones con veneno

Serguéi Skripal

El antiguo miembro del GRU, la inteligencia militar rusa, que había desenmascarado a sus compañeros que operaban en Europa, fue envenenado junto con su hija Julia el pasado 4 de marzo en Salisbury con el agente nervioso 'Novichok'.

Alexánder Litvinenko

El ex agente exiliado en el Reino Unido denunció los métodos de los servicios secretos rusos, el FSB, y contó en un libro que fueron miembros destacados de su cúpula quienes organizaron atentados en Rusia en el otoño de 1999. Murió el 23 de noviembre de 2006 tras ser envenenado con Polonio 210 en un encuentro en Londres con los agentes del FSB Andréi Lugovói y Dmitri Kovtún.

Oleg Kaluuin

El exgeneral del KGB, también en el exilio, desveló la existencia del Laboratorio 12, creado por orden de Stalin en los años 30 con el objetivo de sintetizar potentes venenos. Con ellos fueron ejecutados el diplomático sueco Raoul Wallenberg, el dirigente nacionalista ucraniano Stepán Bander y el disidente búlgaro Gueorgui Márkov.

Amir Hatab

El líder de la guerrilla chechena murió por una sustancia introducida en el sobre de un carta. El expresidente de Ucrania Víctor Yúshenko fue envenenado con una dioxina elaborada en Rusia que no le mató, pero le desfiguró el rostro.

Shapiro cuenta que fue a ver qué pasaba con su marido y se lo encontró en los aseos «tirado en el suelo, una mano temblando, la cara vuelta hacia abajo y echando espuma por la boca». Había perdido el conocimiento. Los dos fueron trasladados al hospital.

Ante la sospecha de que podría tratarse de otro caso de envenenamiento con 'Novichok', se procedió a efectuar un análisis en los laboratorios. Pero el martes, tras las pertinentes verificaciones, la Policía de Wiltshire, condado al que pertenece Salisbury, anunció que Shapiro y King no fueron objeto de un ataque con 'Novichok'. «Las pruebas han confirmado que los pacientes que resultaron enfermos en el restaurante Prezzo de Salisbury, en la noche del domingo, no estuvieron expuestas a ningún tipo de agente nervioso», aseguró el departamento policial.

Prezzo se encuentra en el 52 de High Street, perpendicular a Castle Street, en cuyo número 1/3 está el restaurante Zizzi, que tuvo que ser cerrado tras lo sucedido en marzo con los Skripal. Además, está a poca distancia de los jardines de la Reina Isabel II, que también tuvieron que clausurarse después de que Dawn Sturgess y su pareja, Charlie Rowley, hallasen el pasado junio un envase con 'Novichok'. Ella falleció poco después, el 8 de julio.

«Tenía miedo»

Shapiro cuenta que, debido a numerosas amenazas recibidas a través de la redes sociales, según ella, por haber abandonado Rusia y ser considerada una «traidora», decidieron irse de la capital británica. «Tenía miedo y quería irme de Londres, no me sentía segura, y ahora pasa esto», se lamenta. Habían alquilado una vivienda en Langford, cerca de Salisbury. Ella denuncia que en Rusia la han llegado a acusar de ser una espía al servicio del MI6 británico.

En sus declaraciones a 'The Sun', Anna sostiene que «he sido blanco de los secuaces del Kremlin. Me quieren muerta, ya que me opongo a Putin y le he dado la espalda a mi país. Rusia es capaz de cualquier cosa».

La joven modelo es natural de Nizhni Nóvgorod, ciudad situada a unos 400 kilómetros al este de Moscú. En 2006 recibió la nacionalidad israelí y se fue a vivir a Londres en 2008. Shapiro dice que su padre fue general del Ejército ruso, tocaba en una orquesta militar y ocupó cargos importantes. Ella estudió Derecho sin mucho aprovechamiento en la Universidad de Westminster, y en la actualidad trabaja de modelo y en una empresa de organización de eventos.

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