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Casillas, ayer, en su comparecencia a las puertas del hospital CUF de Oporto tras el alta. :: RUI FARINHA / EFE
«No sé qué será del futuro»

«No sé qué será del futuro»

Casillas, emocionado al salir del hospital, reconoce haber tenido «mucha suerte» y se vuelca en agradecimientos tras superar un infarto agudo

AMADOR GÓMEZ

MADRID.

Martes, 7 de mayo 2019, 00:16

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Emocionado, con la voz entrecortada y casi con lágrimas en los ojos, Iker Casillas reconoció ayer haber tenido «mucha suerte» por haber salvado la vida tras el infarto agudo de miocardio que sufrió el pasado miércoles durante un entrenamiento con el Oporto. «Lo puedo contar», se congratuló el portero madrileño a su salida del hospital cinco días después de haber sido víctima «de un acontecimiento que le puede suceder en cualquier momento a cualquier persona» y que le ha hecho sentirse «querido» por parte de «mucha gente que se ha preocupado durante estos días».

Casillas confirmó sentirse «mucho mejor» después de ser dado de alta y anunció que necesitará «un reposo de un par de semanas o incluso de un par de meses», pero aseguró no estar preocupado por su futuro ante la posibilidad, cada vez más real, de verse obligado a abandonar el fútbol, cuando hace tan sólo un mes y medio renovó su contrato con el Oporto hasta 2021. «No sé lo que será del futuro. La verdad es que me da igual. Lo importante es estar aquí», proclamó a las puertas del hospital CUF de la ciudad portuguesa, durante una comparecencia de tres minutos en la que quiso tranquilizar a sus seguidores y se volcó en agradecimientos.

«Quiero agradecer al doctor Nelson (médico del Oporto), a toda la gente que hubo en Oporto y que me ayudó a venir rápidamente al hospital y ponerse manos a la obra y a toda la gente que contribuyó a que viniese muy rápido para poder bajar el efecto del infarto que tuve, a Joao Carlos, que fue la persona que me hizo el catéter, y las miles y miles de muestras de cariño que me ha dado mucha gente a través de las redes sociales, de vídeos, de mensajes... y también en diferentes ámbitos del fútbol», comentó Casillas a pie de micrófono. «Iré contestando a los miles y miles de mensajes, porque voy a tener tiempo para ello», prometió en tono bromista quien recordó que para recibir el alta médica y comparecer después públicamente «había que dejar que el corazón se asentase, que la cabeza se asentase y que el cuerpo se asentase».

«Hay que sacar siempre una sonrisa de estos momentos y yo creo que la voy a sacar. Estoy bien. Lo puedo contar, lo podéis ver. Doy muchas gracias a la familia también, que me ha apoyado mucho», subrayó el excapitán de la selección española y del Real Madrid. «Muchas gracias a todos y también a mi club, por supuesto, por el gesto que tuvo el sábado (el sentido homenaje en Do Dragao), que es de agradecer», añadió, antes de insistir en su despedida: «Lo más importante era estar aquí, poder hablar tranquilamente y poder transmitir cómo me encuentro, así que muchas gracias, gracias por la espera y nos veremos pronto». «¡Hasta luego!», dijo Casillas levantando la mano ante los periodistas y los aficionados concentrados en el centro hospitalario, antes de marcharse acompañado de su mujer, Sara Carbonero, que ya anunció el pasado viernes que el guardameta mostoleño seguramente sería dado de alta el lunes, para iniciar una etapa de reposo en su casa en Foz antes de comenzar la rehabilitación cardíaca.

En cualquier caso, el portero del Oporto, que el día 20 de este mes cumplirá 38 años, no podrá realizar ningún tipo de deporte durante al menos tres meses y con toda probabilidad tendrá que retirarse ya del fútbol de élite después de haber sufrido un infarto «totalmente imprevisible», como lo calificó recientemente el doctor del Oporto, Nelson Puga. «No tenía factores de riesgo cardiovasculares ni historia familiar de enfermedad cardíaca en edades precoces. De no haber tenido asistencia médica rápidamente las consecuencias habrían sido mayores», reconoció el médico del club luso al referirse a «una dolencia silenciosa que evoluciona muy lentamente y fruto de la unión de algunos factores puede causar que una arteria se tapone y se produzca el infarto agudo». «Me tocó a mí, pero aquí estamos...», apuntó ayer Casillas con satisfacción.

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