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Wert quiere que la universidad valore la experiencia laboral de los profesores

El nuevo real decreto divide a los sindicatos entre los que afirman que la docencia perderá valor y los que sostienen que la reforma «era necesaria»

edurne martínez

Viernes, 18 de julio 2014, 01:11

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Hasta ahora, para formar parte del cuerpo docente en las universidades españolas tenía más peso la trayectoria investigadora del aspirante que la profesional. En cambio, el Ministerio de Educación propone en el nuevo borrador del Real Decreto de Acreditación Nacional para el Acceso a los Cuerpos Docentes Universitarios que se tenga más en cuenta la experiencia laboral, con el fin de conseguir una evaluación «más cualitativa que cuantitativa», según asegura el propio Ministerio. El documento, que modifica el último texto aprobado en 2007 por el Gobierno socialista, fue presentado a la Mesa Sectorial de Universidades y ha suscitado la división entre los sindicatos más críticos con la norma y los que tienen posturas más optimistas ante el cambio de rumbo de la universidad. Eso sí, las cuatro formaciones CC OO, UGT, CSIF y CIG coinciden en que el anterior real decreto «había que modificarlo».

Así, con el real decreto, que podría entrar en vigor a principios del año que viene, se comenzará a considerar como «dimensión autónoma» la transferencia y la actividad profesional del docente. En el texto se indica que esto es una «necesidad indudable» porque hasta ahora la transferencia quedaba dentro de la investigación y la actividad profesional aparecía asociada a la docencia, lo que conducía a una «infravaloración» de los méritos de actividad profesional en ámbitos «particularmente relevantes».

Sin embargo, los sindicatos no se mostraron conformes. O por lo menos no todos. Mientras que la Confederación Intersindical Galega (CIG) y las federaciones de la Enseñanza de Comisiones Obreras (CC OO) y de la Unión General de Trabajadores (UGT) criticaron ayer que la propuesta de reforma del sistema de acceso por acreditación «minusvalora la actividad docente», la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) afirmó que esta reforma otorga un «mayor peso» a la enseñanza.

Así, el presidente del área de Universidad de CSIF, Francisco Olivares, se mostró optimista con la reforma y apuntó que «es mejor que la experiencia docente esté en segundo plano como critican el resto de sindicatos a que sea inexistente, como ocurría hasta ahora». Asimismo señaló, aunque con cierta cautela, que le parece «positivo» que se tenga en cuenta la experiencia profesional de los aspirantes, ya que actualmente «lo que más cuenta es cuántas publicaciones tienes, en lugar de las horas en las aulas» que, en su opinión «es lo más importante para un buen profesor o catedrático». Olivares también alabó la decisión de elevar a más de 20 el número de comisiones de evaluación del profesorado. Actualmente, frente a países como Italia o Francia que cuentan con 85 y 88 comisiones respectivamente, en España existen solo cinco encargadas de este asunto. «Cuantas más comisiones existan, menos posibilidades hay de que evalúe tu candidatura a profesor alguien que no tiene nada que ver con tu campo», explicó el presidente de universidades de CSIF.

Asignación «a dedo»

Por su parte, el responsable del área de universidades de CC OO, Julio Serrano, aseguró que esta nueva norma «va a empeorar la situación actual» ya que el anterior sistema establece una serie de criterios para evaluar a los profesores, mientras que el actual, según Serrano, supondrá una asignación «a dedo» por parte de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), cuando «lo lógico» sería que el Ministerio estudiara cada caso.

También la portavoz de CIG, Alba Noveira, mostró su indignación por esta nueva propuesta que, en su opinión, no responde a «ningún problema prioritario» como «la baja tasa de reposición de la plantilla del 10% desde hace varios años».

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