La dolencia de rodilla dificulta la movilidad del Papa

En cambio, se vió cómo Francisco permaneció en silencio y cabizbajo delante del altar, para orar durante unos minutos por la Pasión del Señor durante este Viernes Santo en que la Iglesia recuerda la muerte de Cristo en la Cruz.

Los problemas de la gonalgia aguda, un fuerte dolor debido al deterioro del cartílago y a la artrosis de rodilla, ya le obligaron el pasado domingo a suspender su participación en la procesión por la Plaza de San Pedro con ocasión del Domingo de Ramos.

En la proclamación de la liturgia de la Palabra de Viernes Santo, la homilía corrió a cargo del Predicador de la Casa Pontificia, el cardenal Raniero Cantalamessa, quien también se encargó de las Prédicas de Cuaresma 2022. Cantalamessa relexionó acerca del juicio de Cristo ante Pilatos y lamentó que aún se dude de la existencia de Jesús de Nazaret. En su alocución, se dirigió a los agnósticos, que ponen en tela de juicio la existencia de Dios, y parafraseó a los que opinan que «hay demasiada injusticia, demasiado sufrimiento en el mundo como para creer en Dios».

«Es cierto, pero pensemos en cuánto más absurdo y desesperanzador se vuelve el mal que nos rodea, sin fe en un triunfo final del bien. La resurrección de Jesús de entre los muertos es la promesa y la garantía cierta de que este triunfo tendrá lugar, porque ya ha comenzado con Él», concluyó.

También se hizo eco de la guerra en Ucrania al enfatizar que las celebraciones de Semana Santa de este año, no se produce «con el sonido alegre de las campanas, sino con el ruido en nuestros oídos de bombas y explosiones no lejanas de aquí».