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Viernes, 26 de abril 2019, 11:04
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«El 27 de diciembre de 2018 llevé a mi husky Nova a las perreras del internado de P&E para que la cuidasen durante tres días mientras viajaba con mi familia a Islandia». Así comienza el relato en Instagram de Kirsten Kinch que se ha hecho viral. Y todo por el deselance de la historia: Kirsten se encontró con un paquete de 25 kilos cuando fue a recoger a su mascota. En él le dijeron que iba sus restos tras haber fallecido. Pocas explicaciones le dieron a la chica.
Al parecer, la perra tenía un problema de colitis por el que estaba siendo tratada por el veterinario, de ahí que estuviese tomando esteroides. «Dejé instrucciones tanto escritas como verbales sobre cómo se le debía administrar por separado de su comida dos veces al día. Además, en la residencia anuncian que atienden a perros que necesitan atención adicional y medicamentos siempre que se les avise con anticipación», recalca Kirsten. La chica dejó al animal en la residencia para animales el 27 de dicimebre y no supo nada de él hasta Fin de Año. «El 31 de diciembre fui directamente del aeropuerto a la residencia a recoger Nova. Llamé cuatro veces esperando fuera del edificio para recogerla (...). Una vez allí, nos dijeron que Nova había muerto; la habían encontrado esa mañana ensangrentada en su jaula. Nos quedamos impactados y devastados, ya que habíamos dejado un perro sano sólo tres días antes«, continúa la chica norteamericana.
En lugar de su perra, recibió un paquete enfundado en cinta de embalar: «Habían aplastado a Nova en lo que solo puedo describir como una pelota envuelta en una bolsa negra, cubierta con cinta adhesiva. No había cuidado ni empatía en la forma en que había sido manejada. Fue absolutamente traumático y desgarrador».
De la residencia se fue directamente a su veterinaria:«Estaba horrorizada; no podía creer que hubiera un husky de 25 kilos abarrotado en esta bola. Confirmamos a través de un microchip que era Nova». Cuatro meses después, y tras pedir explicaciones a la residencia vía correo electrónico, Kirsten aún no ha recibido nada, de ahí que se haya lanzado a contar su experiencia en las redes sociales y su historia se esté haciendo viral.
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