Borrar
Condenan a 22 años de cárcel a un matrimonio en Granada por abusar él de sus dos hijas y permitirlo ella

Condenan a 22 años de cárcel a un matrimonio en Granada por abusar él de sus dos hijas y permitirlo ella

La Audiencia considera que la madre sabía lo que hacía el hombre a las niñas pero no hizo nada para evitarlo

YENALIA HUERTAS

Granada

Lunes, 14 de octubre 2019, 11:33

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hay pesadillas que escapan a los sueños, como la que vivieron dos chicas de la Costa de Granada, una de ellas ya mayor de edad y la otra muy cerca de serlo. Fueron penetradas una y otra vez, siendo menores de edad, por su padre. Su madre lo sabía y no hizo nada para evitarlo. Por eso, la Audiencia Provincial de Granada ha condenado a ambos a 22 años de cárcel por dos delitos de abusos sexual continuado. A él, como autor. A ella, como autora «por comisión por omisión».

El matrimonio es de origen sudamericano y tendrá que indemnizar a sus hijas con 30.000 euros a cada una. La primogénita fue la que sufrió las prácticas sexuales con mayor frecuencia: de «tres a cuatro veces» por semana. La otra era sometida «unas dos veces al mes».

La hija más mayor, que ahora tiene 20 años, ha ejercido la acusación particular. Ha estado representada por la letrada Yolanda Solana, abogada de Amuvi, que es una asociación de mujeres sin ánimo de lucro de ámbito andaluz cuya misión es la lucha contra la violencia y discriminación que sufren las personas o colectivos en situación de vulnerabilidad.

IDEAL ha tenido acceso a la sentencia dictada por la Sección Primera del tribunal provincial, que según las fuentes consultadas no es firme.En ella, los magistrados consideran probados los deleznables hechos atribuidos al acusado y consentidos por la acusada.

Los abusos ocurrían principalmente de noche, cuando las niñas se acostaban. Su padre, ahora cincuentón, se metía en sus camas y las sometía a sus deseos sexuales «aprovechándose de la relación de parentesco que ostentaba». Fueron «tocamientos y manoseos» que «culminaban con penetraciones vaginales a las menores». Se iniciaron aproximadamente desde que las dos niñas cumplieron los nueve años. Aquellos actos nocturnos se prolongaron en el tiempo, hasta que las dos chicas decidieron denunciar a su progenitor. Fue el 3 de septiembre de 2016.

Otros castigos

  • 60.000 Habrán de pagar 30.000 euros a cada una de sus dos hijas, como víctimas.

  • 12 Han sido privados de poder ejercer el derecho a la patria potestad durante 6 años por cada delito.

La Audiencia sostiene que la madre de las menores «tenía pleno conocimiento de abusos descritos sobre sus hijas», pero «ni impidió que estos se produjesen ni denunció los mismos ante las autoridades». En definitiva, no intervino de ninguna forma para parar aquellos abusos, «consintiendo con su pasiva actitud a que los mismos se produjesen durante tan dilatado tiempo pese a la posición de garante que la misma tenía derivada de los deberes legales inherentes a la patria potestad que ostentaba».

Gravedad

Junto a la pena de prisión, el fallo impone a la pareja la pena de inhabilitación para ejercer la patria potestad durante doce años (seis años por cada delito cometido por cada hija). Sobre este castigo, la Audiencia resalta la «gravedad» de los hechos y recuerda que la patria potestad «impone el deber de velar por los hijos, no aprovechar su compañía para abusar de ellos».

De igual modo, ambos progenitores han sido inhabilitados para cualquier profesión u oficio que conlleve un contacto regular y directo con menores de edad durante 30 años (15 por cada hija). No podrán además acercarse a sus hijas durante tres lustros ni hablar con ellas por ningún medio. Aparte, se ha acordado una medida de libertad vigilada con una duración de seis años.

Móvil

Los padres negaron los hechos y atribuyeron las acusaciones a un supuesto resentimiento de la hija menor por un «encierro». Dicho encierro –se entiende que fue un castigo– se produjo tras descubrir los padres, revisando su móvil, que la niña, de entonces 13 años, tenía novio y lo metía en casa cuando ellos estaban trabajando. Por lo visto, también hallaron en el teléfono conversaciones de la cría «con chicos y personas mayores que se mostraban desnudos».

El tribunal admite como cierto que aquella relación de la niña con un chico dio lugar a un «conflicto familiar», pero no cree que las hijas de la pareja puedan inventarse unos hechos tan graves contra sus propios padres por ese motivo.

Dos son los «datos objetivos» por los que los magistrados otorgan credibilidad a las chicas. Uno de ellos es un «brote sicótico» que sufrió la mayor en 2017, por el que tuvo que ser ingresada. El segundo es que se halló tejido epitelial del padre dentro de su vagina.

«La incriminación, mantenida por las dos hijas, ha sido persistente hasta el día de hoy», enfatiza el fallo, que advierte de que «es muy difícil concebir que se hayan mantenido firmes en el tiempo si lo que cuentan no es cierto; después de todo los acusados son sus padres».

Se da la circunstancia de que la hija mayor había sufrido algún episodio de 'bullying', algo que también puede ser causa de un brote sicótico. Sin embargo, el tribunal descarta que en este caso ese haya sido el detonante del brote. Recuerda que una sicóloga que exploró a la adolescente concluyó que se produjo por «los abusos cometidos por su padre».

Aquellos episodios sexuales furtivos y repulsivos se convirtieron en la obsesión de esta hija. Prueba de ello es que «hablaba compulsiva e indiscriminadamente» de lo ocurrido.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios