Una golondrina lleva el alimento en el pico, mientras sus crías están a la espera. AFP. ARCHIVO

El aviso de la Guardia Civil sobre las consecuencias que conlleva la destrucción de los nidos de golondrinas

La Benemérita advierte de que estas aves están protegidas por la Ley de Patrimonio Natural. Las multas por eliminar su nidal pueden ser cuantiosas

Raquel Merino

Málaga

Sábado, 27 de agosto 2022, 11:58

«#NoEsPorLaMulta». Con este hashtag, la Guardia Civil deja claro que las motivaciones que deben pesar para mantener intactos los nidos de golondrinas, vencejos y ... aviones comunes, incluso cuando estos se instalan en los aleros de las casas, trascienden lo puramente económico, aunque las sanciones que pueden acarrear no son nada desdeñables. La Benemérita informa, a través de su cuenta de Twitter, de que los nidos de estas aves están protegidos por la Ley de Patrimonio Natural y que, además, en epoca de cría pueden eliminar hasta 800 insectos por día para alimentar a sus crías. «No hay insecticida + eficiente ni + ecológico», apunta la Guardia Civil a modo de reclamo.

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Pero, ¿qué multa puede conllevar la destrucción de un nido de golondrinas habitado o no?

El propio Ayuntamiento de Campillos informaba en marzo de este año sobre la normativa para la protección de los nidos de golondrinas y aviones comunes y se hacía eco de las publicaciones realizadas recientemente por Seo BirdLife Grupo Guadalteba y otros ayuntamientos de la provincia sobre la llegada inminente de la época para anidar de ciertas aves «que son necesarias y muy beneficiosas para el medio ambiente y que también forman parte de nuestro hábitat».

La normativa española es clara al respecto: «Los nidos de golondrinas y aviones comunes están protegidos tanto cuando están habitados, como cuando están vacíos. El nivel de protección se garantiza tanto por la legislación europea, concretamente la Directiva Europea de Aves (Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo), por la legislación nacional por el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero) y por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad».

Con esta norma se pretende dar protección a las crías y los huevos y prohíbe expresamente «la destrucción o deterioro de sus nidos», y las multas pueden oscilar entre los 5.001 y los 200.000 euros.

¿Por qué resulta relevante mantener intactos los nidos?

La golondrina común no se incluye en el listado de especies en peligro de extinción, pero en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas figura como 'De interés especial'. Como apunta la Sociedad Española de Ornitología, SEO/BirdLife, desde hace decenios esta especie afronta serios problemas por distintas razones como «el uso indiscriminado de plaguicidas, que reducen la cantidad de insectos, de los que se alimenta; la eliminación deliberada de nidos con la excusa de que ensucian; la dificultad para nidificar en nuevas construcciones rurales; y el abandono del espacio rural, con la consiguiente ruina de muchas edificaciones».

En Andalucía pueden verse a partir de enero, con una llegada masiva en febrero, y suelen abandonar las zonas de cría desde julio hasta principios de septiembre.

Lo que quizás muchos no sepan es que suelen utilizar siempre el mismo nido. Lo explica muy bien SEO/BirdLife: «Son aves muy fieles al lugar en el que nacieron o nidificaron la temporada anterior, por lo que a pesar de que en diciembre o enero están a miles de kilómetros, se esforzarán en localizar y regresar exactamente al mismo lugar en España».

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Por ello, si se eliminan de los aleros de las viviendas que suelen elegir para instalar sus nidos, cuando regresen a él la siguiente temporada se encontrarán con que no tienen un lugar donde anidar. Esto, según SEO/BirdLife, supone que deberán dedicar dos o tres semanas extras para construir un nuevo nido, con el consecuente esfuerzo que conllevará para estas aves -hay que tener en cuenta los nidos están realizado en base a pequeños bocaditos de barro que transportan en su pico-, y les obligará a retrasar la puesta de huevos, lo que puede resultar fatal para el éxito de la cría.

«La cantidad de barro que pueden transportar en su pico es muy limitada y un nido completo de avión común puede requerir más de 2.500 bocados de barro, o lo que es lo mismo, la pareja puede realizar más de 5.000 viajes entre el lugar en el que consiguen el barro y el lugar de construcción del nido», explica SEO/BirdLife en un intento de dar visibilidad al enorme esfuerzo que realizan estas aves que apenas pesan unos 18 gramos.

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Pero, por si este factor emocional no fuera suficiente, la Sociedad Española de Ornitología subraya que las golondrinas son capaces de cazar unos 2.000 mosquitos y moscas en un solo día para que sus cuatro o cinco crías sean capaces de crecer en tan solo tres semanas. Lo que, como apuntaba la Guardia Civil en su tuit, no hay insecticida que pueda igualar.

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