¿Tienes 9.000 euros? Te puedes permitir un día de lujo en un megayate

A nivel de la Costa del Sol, dos de las empresas a destacar en este sector son Marina Marbella y aBoatHire. La primera, empresa emblemática en el puerto marbellí con más de medio siglo de recorrido, entró en el negocio del alquiler de embarcaciones (denominado 'chárter') hace apenas diez años a través de su división Marbella Charter. Más o menos por las mismas fechas por las que nació aBoatHire, afincada en Estepona, para aprovechar el filón de un mercado creciente. Ambas empresas cuentan con naves en todos los puertos de la Costa del Sol, incluyendo Sotogrande y Puerto Banús. Entre sus embarcaciones más grandes destacan algunos megayates de entre 30 y 60 metros. Auténticas bestias marinas que nada tienen que envidiarles a los que lucen los jeques árabes.

Pero si su plan es montarse una macrofiesta sobre un yate en alta mar al más puro estilo de 'El Lobo de Wall Street', olvídese. Según explica el dueño de aBoatHire, Javier Sarceda, la legislación no permite que haya más de 12 personas (sin contar la tripulación) en cualquier nave de recreo, incluyendo los yates. Sí, ni siquiera si ese yate mide 60 metros de eslora y podría albergar su casa entera. Para esos casos, ambas empresas cuentan con barcos de pasajeros específicos.

Entonces, ¿para qué tantos metros, no? Pues resulta que, en el caso de que un cliente quiera montar una fiesta con un grupo de personas grande, se hace con el yate amarrado a puerto. «Y ahí ya sí pueden meterse cuarenta personas», afirma Sarceda. Así al menos podrá contarle a sus conocidos cómo fue su última fiesta a bordo de un yate de lujo (aunque omita que no llegaron a salir del muelle).

Lo normal, sin embargo, es que el cliente que recurre a una de estas empresas busque una auténtica experiencia de navegación. «Son turistas que vienen buscando una experiencia distinta, o empresarios que lo contratan sus empleados», explica Michael Matousek, responsable de flota de Marina Marbella.

Una salida al mar en megayate puede salirle por hasta 9.000 euros. Para yates más pequeños, de 12 metros, cuesta unos 1.200 euros. Es una diferencia importante», recalca el dueño de aBoatHire.

Un cliente que paga esta suma por un día en yate, especialmente el turista, es exigente, y suele requerir servicios extra como cátering, masajes o actividades deportivas. Para estos casos, aBoatHire cuenta con un modelo especial: un barco antiguo reformado, convertido en una especie de beach club flotante y renombrado como 'Sea Experience'. «Echamos todo abajo menos el casco y pusimos zonas libres, un jacuzzi hinchable, altavoces....», explica Sarceda. También una nevera con bebidas a disposición de sus clientes. Y por si acaso, también varias cámaras de seguridad. No sería la primera vez que un cliente demasiado bebido salta por la borda con el barco en marcha.

Si se cansa del senderismo y de rebozarse en la arena, las empresas de chárter le ofrecen una experiencia distinta en alta mar. Pero procure que sea en grupo, por el bien de su economía.