La historia tras la pedida de matrimonio en la Queens Cup de La Rosaleda

«Tenía que amortizar el momento», confiesa Susana López en una conversación con SUR. Con la perspectiva de haber pasado ya varios días del eufórico instante, la joven madrileña de 21 años cae en la cuenta de que pudo ser un gran mensaje a nivel social, pero asegura que no era su intención. «No pensé en nada más allá que en mi pareja. Puede ser un mensaje importante lo que hice, pero yo pensé que sólo estábamos ella y yo», rememora la jugadora, quien devela los entresijos previos a la vez que aclara: «Llego a perder y se lo habría pedido igual».

«A la organización se lo dije que quería hacerlo el día de antes, ya en Málaga. Se lo comenté a mi presidenta (la 'streamer' Espe Borrás) y lo gestionamos«, simplifica López. Aunque del dicho al hecho hay un importante trance que superar. Sobre todo gestionar las emociones después de ganar la final. »Yo estaba súper tranquila y tuve la sensación de disfrutarlo. Estaba súper feliz de arrodillarme. Ella no se creía que le pidiese matrimonio delante de tanta gente«, relata orgullosa.

«A mí la edad no me importa, llevamos tres años de relación, pero tengo claro que va a ser para toda la vida», apostilla sobre su enlace con María Yeste, quien paradójicamente apuntó a Susana López a las pruebas de la Queens sin que ella lo supiese. «Ella cree mucho en mí y me registró en la oferta que lanzó la competición a través del portal de empleo de Infojobs. Me llamaron para las pruebas y luego vino el 'draft', donde por sorpresa, entre en Aniquiladoras como delantera y me han reconvertido en central», explica.

Gracias a esa decisión inconsciente ahora asegura estar viviendo su mejor momento después de una trayectoria de amor y odio con el fútbol. Porque antes de jugar en la Queens, Susana López pasó por clubes como Rayo Vallecano 'B' (4 años), Madrid CFF (3 años), Real Madrid 'B' y el Parquesol de Valladolid. Por último estaba de vuelta en el Madrid CFF cuando le llegó la opción de entrar en la Queens y como en su club no le daban permiso para compatibilizar las dos cosas se fue. «No me lo pensé dos veces», cuenta.

Así dio un cambio a su vida y con el diploma de Grado Superior de Actividades Deportivas se marchó a Barcelona para jugar la Queens y trabajar allí de lo que surgiese. Pronto le salió la oportunidad de entrenar y es preparadora de varios equipos de fútbol base a la misma vez en el Sant Cugat. «Tras muchos años malos en el fútbol ahora estoy disfrutándolo de verdad», valora sin querer pensar en una fecha de caducidad de este universo montado por Gerard Piqué y otros creadores de contenido. «Mucha gente piensa que no tiene futuro, pero sí lo tiene. Después de la felicidad que esto me da me gustaría seguir hasta jubilarme», concluye sobre la Queens.