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Un trámite eclesiástico frena la restauración de la imagen del Cristo Mutilado

Un trámite eclesiástico frena la restauración de la imagen del Cristo Mutilado

El Obispado no tiene claro si la responsabilidad sobre la escultura corresponde únicamente a la parroquia del Sagrario o también al Cabildo Catedralicio

Jesús Hinojosa

Málaga

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Domingo, 29 de abril 2018, 00:49

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Tres meses después de que un cabildo de hermanos de la Cofradía del Santísimo Cristo Mutilado aprobara por mayoría la histórica decisión de restaurar la imagen a su estado original, reconstruyendo sus piernas, la intervención sigue pendiente aún de varias autorizaciones para que pueda ser desarrollada por el imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro. Según ha podido conocer este periódico, el proyecto de restauración que ratificaron los cofrades del Mutilado cuenta con el visto bueno del párroco de la iglesia del Sagrario y de la delegación de Patrimonio de la diócesis. Sin embargo, no ha recabado aún la autorización del Consejo de Asuntos Económicos (CAE) de la Iglesia malagueña porque el Obispado no ve aún claro quién tiene la responsabilidad última sobre la imagen.

La talla del Cristo no es propiedad de la cofradía y pertenece a la iglesia del Sagrario, en cuyo retablo estuvo originalmente hasta que fue mutilada en los asaltos y quemas de templos ocurridos en Málaga en julio de 1936, tras el golpe de Estado que desencadenó la guerra civil. Bastaría entonces con el visto bueno del párroco del Sagrario para que el CAE diera luz verde al proyecto de restauración. Sin embargo, en el seno del Obispado existen dudas sobre si también debería pronunciarse al respecto el Cabildo Catedralicio, es decir, el consejo de sacerdotes que está al frente del primer templo de la diócesis. Siempre se ha entendido que el Sagrario es una iglesia que pertenece a la Catedral, de hecho suele estar atendida por canónigos, pero su calificación como parroquia, aunque sin feligresía o demarcación propia, la hace al mismo tiempo independiente.

A la espera de que la diócesis resuelva jurídicamente si es necesario o no el pronunciamiento del Cabildo de la Catedral para dar luz verde a la restauración del Cristo Mutilado, la actuación sigue pendiente del permiso diocesano que debe emitir el CAE, lo que condiciona los plazos que se había marcado la directiva de la cofradía, que pretende volver a sacar en procesión la imagen en un trono para la cuaresma del año que viene, en un cortejo formado por nazarenos. La imagen del Cristo Mutilado dejó de salir en procesión por las calles de Málaga en el año 1976. Actualmente, protagoniza un vía crucis cada Viernes Santo por el interior de las naves catedralicias.

No obstante, el permiso del Obispado no es el único que debe recabar la restauración a cargo del profesor Miñarro. Al tratarse de una imagen que se encuentra en un templo que está catalogado como bien de interés cultural, debe ser autorizada por los técnicos de la Consejería de Cultura, que deberán pronunciarse sobre el proyecto elaborado por el imaginero hispalense, autor de la restauración de varias imágenes de la Semana Santa de Málaga, entre ellas la de Jesús Cautivo, recientemente reparada.

De este modo, no está todavía claro cuándo esta singular restauración obtendrá todas las licencias necesarias para poder acometerse durante un plazo que se ha estimado en unos seis o siete meses. Miñarro ha realizado un estudio sobre la imagen de este Crucificado de finales del siglo XVII en el que ha detectado que presenta un deficiente estado de conservación, a pesar de las restauraciones a las que fue sometido en los años 1999 y 2012, esta última a raíz de una caída accidental del Cristo antes del vía crucis del Viernes Santo.

El proyecto de restauración elaborado por el profesor hispalense propone llevar a cabo en primer lugar una consolidación de la estructura de la talla para proceder posteriormente a su restauración, lo que incluiría la recuperación de su policromía original, y a la reconstrucción de las piernas, una restitución que deberá ser reversible, sin dañar la talla original y diferenciada de algún modo del resto de la escultura. Para ello se apoyará en las fotografías que existen de la imagen antes de los sucesos de 1936, cuando se encontraba en el ático del retablo que existía en la iglesia del Sagrario. No obstante, según apuntó Juan Manuel Miñarro a este periódico, la información para la reconstrucción de las partes que le faltan al Crucificado la obtendrá fundamentalmente de la propia imagen, siguiendo en todo momento la línea estilística de este Cristo, atribuido a Jerónimo Gómez de Hermosilla.

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