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La Virgen de la Victoria ha vuelto a su templo después de cuatro meses peregrinando por varias iglesias. Juan Miguel Salvador
La Patrona de Málaga regresa a su santuario tras su peregrinación a siete templos de la ciudad

La Patrona de Málaga regresa a su santuario tras su peregrinación a siete templos de la ciudad

La Virgen de la Victoria ha permanecido cuatro meses fuera de su camarín para celebrar el 150.º aniversario de la hermandad que le rinde culto

Domingo, 4 de mayo 2025, 21:34

La Virgen de la Victoria reina ya en su santuario. La Patrona de Málaga, icono religioso de referencia para la ciudad en particular y para la diócesis en general, ha llegado a su templo este domingo, a las 18.40 horas, después de casi cuatro meses fuera de este, itinerando. El motivo de su ausencia en su camarín durante 112 días, incluida la cuaresma y las dos primeras semanas de pascua, obedece a la misión peregrina de la imagen a siete iglesias de la ciudad, donde ha recibido culto con ocasión del 150.º aniversario de la fundación de la hermandad, que, además, conmemora con un Año Jubilar, concedido por la Penitenciaria Apostólica de la Santa Sede, que se prolongará hasta el 8 de septiembre, día de la solemnidad de esta icónica efigie patronal.

Sus históricos traslados durante todo este tiempo han propiciado momentos inolvidables, muchos de ellos, incluso, inéditos, que forman parte ya del repositorio de la memoria colectiva del pueblo que le sigue, le reza y le aclama. Primero fue la parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa. De Capuchinos pasó a la Trinidad, cruzando el río Guadalmedina, para establecerse en San Pablo, en un espacio contiguo a la capillita de Jesús Cautivo, sin duda, la gran devoción contemporánea de Málaga, al que simbólicamente abrazó aquel sábado 18 de enero, y del barrio trinitario a El Perchel, en concreto, a la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, para alcanzar la céntrica parroquia de San Juan y desde allí emprender el camino hasta San Gabriel, en La Malagueta, barrio que fue testigo de su coronación canónica, en 1943. Pero sus dos últimas misiones evangelizadoras las desarrolló de nuevo en el Centro Histórico, en Santiago y en los Mártires, donde ha prolongado su estancia hasta diez semanas y desde donde ha partido este domingo hasta su santuario, suspendida la procesión extraordinaria que estaba prevista para el pasado jueves, festivo por el Día Internacional del Trabajo, debido al delicado estado de salud en el que se encuentra el obispo de la diócesis, Jesús Catalá, todavía en la UCI, tras sufrir una infección en la sangre, también conocida como septicemia, después de que fuera operado en una semana hasta en tres ocasiones de un pólipo en la vejiga y de la próstata. Esta salida extraordinaria iba a servir de traslado de la imagen hasta la Catedral, ya que era en el templo mayor de la diócesis donde este domingo por la mañana se iba a celebrar una misa estacional, oficiada por monseñor Catalá, justo en la fecha exacta que se cumplían los 150 años de trayectoria histórica de la corporación, dado que fue el 4 de mayo, pero de 1875, cuando el entonces prelado de Málaga, Esteban José Pérez y Martínez, aprobó los primeros estatutos de la hermandad con el periodista Rafael García Sánchez al frente de la entidad. Sin embargo, como consecuencia de la hospitalización del obispo, finalmente la ceremonia conmemorativa se ha suspendido y tan solo se ha mantenido el traslado de la Virgen al santuario. Eso sí, variando el lugar de salida, desde los Mártires, al descartarse su entrada en la Catedral el pasado jueves, y, por tanto, también ha cambiado el recorrido, optándose por uno más breve y directo, y sin acompañamiento musical.

La Virgen de la Victoria, a su salida desde los Mártires. Juan Miguel Salvador

En definitiva, el traslado de regreso de la Patrona hasta su santuario, que curiosamente ha coincidido con el Día de la Madre, ha seguido el mismo formato establecido durante las siete peregrinaciones celebradas entre los meses de enero y febrero. Así, la comitiva la abría una cruz alzada que, en este caso, era la de la propia hermandad, flanqueada por dos ciriales. Y a continuación, se establecían el guion de la hermandad y sus devotos, pocos al principio y sin necesidad de formarse en hileras, en un desorden ordenado de un cortejo al que se fueron sumando fieles a lo largo del itinerario, aunque, en cantidad, no los que merece la Patrona de Málaga por su centenaria presencia en la ciudad y porque se trata, sin duda, de una de las más sobresaliente esculturas patronales de Andalucía. Pero quizá el día, domingo del mes de mayo dedicado a las madres, soleado, con las Primeras Comuniones en su apogeo y siguiendo un formato de traslado, sin música, más propio de la mañana que de la tarde, restaron acompañantes y público en las aceras.

Rezo del santo rosario

El párroco de los Mártires, Manuel Ángel Santiago, dirigía el rezo del santo rosario glorioso hasta alcanzar la Cruz Verde. Cerraba filas la Virgen de la Victoria, con casi un centenar de devotos detrás. La talla mariana figuraba en las mismas andas de tres varales utilizadas durante los anteriores traslados; esto es, en su peana de orfebrería del trono que utiliza para el rosario callejero previo a su novena, que volvía a incluir cuatro ángeles, también de orfebrería, colocados en las esquinas, amén de dos pequeñas tulipas situadas en los ángulos de la peana, de donde emergían la cera blanca, y un exorno floral a base de nardos. Como curiosidad, uno de los ángeles, el situado a la izquierda de la Virgen, llevaba la medalla de oro de la hermandad que fue bendecida por el papa Francisco en marzo del pasado año, tras la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro, a la que acudió una representación de la Patrona, encabezada por el hermano mayor, Miguel Orellana, y por el padre Taras Yeher, sacerdote de la comunidad de Mínimos de la Basílica de Sant'Andrea delle Fratte.

La pequeñita efigie, de gran fuerza expresiva y majestuosa en su conjunto, iniciaba su recorrido a las 17.05 horas desde los Mártires y media hora más tarde ya se situaba en la Cruz Verde. El trono, llevado por una treintena de portadores, hombres y mujeres, andaba a un ritmo ágil y con pocas paradas, para afectar lo menos posible a la circulación de vehículos. Y iniciada la bajada del Altozano, unos devotos arrojaban aleluyas desde una casa, mientras sonaban las campanillas.

La estatua de Miguel de los Reyes, testigo del paso de la Patrona. Juan Miguel Salvador

La entrada a la plaza de la Victoria, el antiguo jardín de los Monos, se producía a las 18 horas. La estatua del desaparecido cancionero victoriano Miguel de los Reyes, devotísimo de la Patrona, era testigo de este momento, y, por supuesto, representantes de la Agrupación de Hermandades de Gloria, con su presidenta, Victoria Eugenia Ribes, al frente, de las cofradías del Rescate y Rocío, con guiones incluidos, y con San Lázaro luciendo reposteros en su fachada. Lástima que finalmente no se produjera la entrada de la imagen patronal en esta iglesia, tal como estaba previsto antes de la hospitalización del obispo Jesús Catalá, máxime cuando la corporación de la Novia de Málaga fue la primera en incorporar una figura de la Virgen de la Victoria en su trono procesional.

La Patrona, con la iglesia de San Lázaro de fondo. Juan Miguel Salvador

La llegada de la Patrona a la puerta de San José de su santuario ocurría a las 18.40 horas, entre petaladas caídas desde los balcones del templo y vivas. El que fuera hermano mayor de la Victoria y del Huerto, Francisco Toledo, expresidente de la Agrupación de Cofradías, no se quería perder ese instante. Y una vez en el interior, después de sonar el órgano, el párroco, Alejandro Escobar, revestido, invitaba a los fieles a rezar el Avemaría hasta tres veces y, tras el cántico a la Virgen de la Victoria, volvían los vivas a la imagen, al barrio, a Málaga y al obispo de la diócesis.

Las hermandades del templo, Humildad, Monte Calvario y Amor, además del Grupo Parroquial de la Virgen del Sol, recibieron a la imagen con guiones y las capillas con la cera encendida.

La Virgen de la Victoria, ya en su santuario. Juan Miguel Salvador

Una vez la Patrona en su camarín, la hermandad desarrollará su habitual programa de actos, con motivo del mes de mayo, con las peregrinaciones y ofrendas florales de instituciones, colectivos, colegios y devotos en general.

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