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Manuel García
Sábado, 18 de enero 2025, 01:01
Los vecinos de la barriada de Nuevo San Andrés vivieron la tarde de este viernes una intensa jornada cofrade. Los titulares de la Asociación del ... Santísimo Cristo, Luz del Mundo, María Santísima del Mar, Nuestro Padre Jesús de los Niños y San Andrés Apóstol, que, próximamente, pasará a convertirse en grupo parroquial, fueron trasladados en procesión extraordinaria desde su capilla callejera en la calle Alcalareño hasta la parroquia Virgen del Camino, donde estarán expuestas al culto de forma permanente. Un anhelo de años que se ha hecho realidad y que afianza el camino recorrido hasta ahora.
La comitiva salió del oratorio de la calle Alcalareño a las 19.50 horas, cincuenta minutos después de lo previsto, que fue engalanada y llena de público. Vecinos y devotos no quisieron perderse el inicio de la procesión en cuyo cortejo participaron fieles con bastones y cirios que arrancó con la salida del Señor a los sones de 'Crucificadlo', marcha procesional que interpretó la banda de cornetas y tambores del Cautivo, que acompañó a la imagen durante el itinerario por las calles del barrio de la zona oeste de la ciudad. El Cristo estrenó una túnica lisa en terciopelo morado y procesionó en el trono de traslado de la asociación.
Posteriormente, la Dolorosa, obra de Rafael Ruiz Liébana, que lució por primera vez un puñal y un ancla, piezas donadas por un hermano, comenzó el traslado a su nueva sede canónica con la marcha dedicada en su honor 'María Santísima del Mar', con la intervención de la banda de música Jesús Nazareno de Almogía. La Virgen figuró en el trono de traslado de la Cofradía del Cautivo.
Durante el itinerario hubo momentos de especial emoción como en la calle Cancho Pérez. Dos petaladas por parte del grupo joven de la Cofradía del Cautivo, hermandad que amadrinó la bendición del Cristo, el 1 de octubre de 2016, así como en la vía Hoyo Higuerón, a cargo de la propia asociación.
En torno a las once de la noche, ambas imágenes alcanzaron la parroquia Virgen del Camino, cuando se sucedieron los vivas a los titulares. Después se mecieron los tronos en paralelo bajo la arboleda del pórtico de la iglesia y la música fue el complemento perfecto a unos momentos que quedarán grabados en la memoria de los cofrades y devotos de esta asociación.
Tras el emotivo encierro, pasadas las 23 horas, tanto el Señor como la Virgen abandonaron ambos tronos a brazos de los hermanos para acceder al templo a los sones del himno nacional entre la emoción y las lágrimas de muchos de los devotos que presenciaron un momento histórico, una nueva página de esta futura hermandad.
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