El estreno tendrá que esperar

Los primeros en notar la ausencia en el alma van a ser los cofrades de la Pollinica, que no podrán plantar la primera cruz-guía en la calle Parras. Este año, además, tenían el aliciente de recuperar su horario e itinerario matutino habitual, que se vio alterado en 2019 coincidiendo con la puesta en marcha del nuevo recorrido oficial. Así, iba a retomarse un intermedio o paréntesis previo a las hermandades de la tarde, que iba a abrir el cortejo de la Virgen de Lágrimas y Favores, de las Cofradías Fusionadas.

Pese a todo, los pollinicos no pierden la ilusión en un Domingo de Ramos para el que han invitado a sus hermanos a compartir en las redes sociales fotografías de su participación en la procesión en años anteriores y a que engalanen sus balcones con colgaduras. Aunque la marcha 'Pescador de hombres' no suene por Carretería, en las escalinatas de la tribuna del corazón de miles de malagueños se espera el discurrir del trono en el que Jesús entra en Málaga, sobre los hombros de sus portadores y el lomo de una pollina.

También desde sus hogares vivirán los hermanos de Fusionadas la majestuosa procesión de María Santísima de Lágrimas y Favores por las calles del corazón de la ciudad. La parroquia de San Juan aguarda ya un nuevo Domingo de Ramos en el que suene la marcha esperada y brote de las gargantas la letra que compusiera Antonio Banderas para su Virgen. Este año no habrá mecidas de ensueño al compás de la música, pero meterán el hombro más que nunca para apoyar a quienes peor lo están pasando en estos momentos.

En el populoso barrio de Cruz del Humilladero, el vacío es aún más grande. Se echa en falta el bullir de nazarenos y portadores de la Hermandad de Humildad y Paciencia, que iba a volver a acortar distancias entre el oeste y el Centro de Málaga, haciendo la que iba a ser su segunda estación de penitencia en la Catedral. En 2019 lo dieron todo, y así lo harán a buen seguro el año próximo, sin perder un ápice de entrega en la acción caritativa y en proyectos como la realización de una nueva imagen del Cristo, a cargo del imaginero José María Ruiz Montes.

En Capuchinos, la plaza está incompleta sin el 'tinglao' que alberga los tronos de Jesús de la Soledad y la Virgen del Dulce Nombre. No hay nazarenos franciscanos que abarroten los pasillos y la parroquia de la Divina Pastora, pero la cuenta atrás ya está en marcha para otro Domingo de Ramos en este castizo barrio, que cumple cuatro siglos de historia.

La plazuela del Cristo de la Sangre, antesala de la parroquia de San Felipe Neri, no enmudecerá en el instante en el que, con una precisión matemática, salgan por la ajustada puerta del templo Jesús Nazareno de la Salutación, y la Virgen del Patrocinio bajo palio, acompañada por San Juan. La Verónica busca en este día el rostro de otros Cristos, aquellos que se encuentran en los hospitales y aislados en sus casas, para enjugarlos con el paño de su consuelo.

El sol no caerá sobre la maltratada espalda de Jesús presentado al pueblo desde el balcón de la Victoria, pero su Humildad seguirá aleccionando a quienes presencian conmovidos la escena. Juan busca y apenas si encuentra ya palabras de aliento para la Virgen de la Merced, que derrama sus lágrimas por su hijo y por quienes más están sufriendo.

Aunque sus puertas estén cerradas, a la parroquia de San Pablo llegan a diario las oraciones y súplicas para que la Virgen de la Salud derrame su advocación ahora más que nunca sobre el mundo entero, que también busca el nombre del Cristo de la Esperanza en su Gran Amor.

Sin haberse repuesto todavía del cruel robo que sufrieron en la madrugada del pasado miércoles, los hermanos de la Archicofradía del Huerto no pierden el optimismo y están convencidos de que superarán juntos, con la ayuda de todos, el doble golpe que les deja esta Semana Santa.

Y el broche de oro volverá a ponerlo dentro de un año la Cofradía de Jesús del Prendimiento y la Virgen del Gran Perdón con sus enormes tronos que surcan las calles de Málaga y son levantados a pulso como queriendo acariciar el cielo del que ahora se encuentran privados los malagueños. Porque vendrá otro Domingo de Ramos, se alcanzará otra Semana Santa de ilusiones renovadas y reforzadas tras esta pesadilla de la que llegará el ansiado despertar.