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Portada de la revista 'Guión', en 1958, obra de Moreno Filló. :: sur
Las aportaciones de Ansaldo y Moreno Filló al arte cofrade

Las aportaciones de Ansaldo y Moreno Filló al arte cofrade

Ambos creadores plásticos contribuyeron a la difusión de la Semana Santa mediante sus obras

ELÍAS DE MATEO

Jueves, 16 de marzo 2017, 00:43

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La evolución estética de la Semana Santa de Málaga durante el pasado siglo, la depuración y enriquecimiento de su ajuar procesional, así como la incorporación de nuevos elementos e innovaciones en el campo del diseño y de sus formas externas no se entendería sin las aportaciones de una serie de grandes cofrades que fueron, a su vez, destacados creadores plásticos.

En la mente de todos está la gran figura del triste y tempranamente desaparecido Jesús Castellanos y del plantel de grandes diseñadores que, desde hace varias décadas, asesoran y crean para nuestras cofradías enseres, tronos, mantos., además de vestir a nuestras Vírgenes y llevar a cabo magníficos montajes de altar para los cultos y celebraciones extraordinarias.

Estos personajes a los que tanto deben nuestras hermandades, a veces permanecen en el olvido. Poco a poco la investigación los va recuperando y dando a conocer. Un ejemplo paradigmático es el de barítono Rafael Alfonso García Hidalgo, vestidor durante décadas de Ntra. Sra. de los Dolores Coronada de la Expiración y cerebro gris del inigualable ajuar procesional de dicha hermandad.

Hoy traemos a las páginas de Pasión del Sur otras dos figuras relevantes en este campo: Ricardo Ansaldo Sevillano (1904-1961) y José Luis Moreno Filló (1923-1999).

El primero fue un músico y creador plástico polifacético, muy popular en Málaga durante los años treinta, cuarenta y cincuenta del siglo pasado. Profesor de piano 'interino y gratuito' en el Conservatorio Superior de Música, sus dibujos y acuarelas le proporcionaron una gran fama dentro y fuera de nuestra ciudad. Se integró, asimismo, en uno de los centros recreativos más relevantes de Málaga durante la posguerra, como era La Gran Peña.

Militante de Falange, desempeñó cargos relevantes en el Servicio Nacional de Propaganda durante la guerra civil, siendo nombrado secretario general del Departamento de Música con sede en Burgos (1938-1939).

Durante toda su vida estuvo vinculado al mundo de la Semana Santa, y, en especial, a la Hermandad Sepulcro donde desempeñó los cargos de albacea de culto y secretario de la corporación.

Dibujante

A partir de 1940 fueron frecuentes sus exposiciones en la Sociedad Económica de Amigos del País, entonces rebautizada por los vencedores como Centro de Estudios Andaluces (1940, 1944, 1945, 1952, 1953.). En ellas exponía dibujos a lápiz y acuarelas inspirados en costumbres malagueñas, «y en escenas andaluzas, figuras femeninas, figurines, escenas de la Semana Santa y caricaturas».

También creaciones que ridiculizaban el arte de vanguardia. Incluso, en una ocasión (1953) llegó a presentar una Sala del Terror, donde expresaba su repulsa por lo que él entendía como 'arte equivoco'. Pero sus creaciones más populares fueron, sin duda, sus esquemas musicales llevados a la acuarela, así como sus gitanas y sus abanicos decorados con escenas costumbristas.

Ricardo Ansaldo gozó del apoyo incondicional de la Málaga oficial y de la crítica del momento. Sus exposiciones estaban siembre patrocinadas, bien por el Ayuntamiento, bien por el Servicio Nacional de Propaganda de Falange. En el diario SUR del que también fue colaborador, el crítico de arte, Leovigildo Caballero, no escatimaba elogios para su arte: «Ansaldo alegra la vida, llena sus modelos de gracia y de suavidad. Es un artista completo y elegante. En sus dibujos se muestran dinámico, estilizado, potente y con un dominio pleno de su lápiz».

Ricardo Ansaldo llegó, incluso, a exponer en Madrid, su obra en el Salón Dardo en 1945. En SUR se llegó a afirmar que era «uno de los mejores ilustradores contemporáneos españoles». Su capacidad para promocionarse estaba fuera de toda duda. Con motivo de la visita a Málaga del gran escultor Mariano Benlliure tuvo a bien regalarte uno de sus dibujos.

En el ámbito de la Semana Santa, Ansaldo actuó, de hecho como uno de los asesores artísticos de la Agrupación de Cofradías en la posguerra. Fueron famosos sus dibujos de los escudos de las distintas cofradías.

Conservados en el archivo de la Agrupación, los escudos cofrades de Ansaldo, según Carlos Ismael Álvarez, «hacen gala de un diseño tan elegante como equilibrado (.). También demuestra un acierto notabilísimo en la elección de la simbología más apropiada para cada caso». Aquellos dibujos sirvieron de modelo para los reposteros confeccionados por las Adoratrices para la decoración de la Tribuna Oficial diseñada por Enrique Atencia.

La revista La Saeta, recuperada por la Agrupación de Cofradías en 1947, también atesora numerosos dibujos de Ansaldo con nazarenos, tronos e imágenes como protagonistas. Para su hermandad, la del Sepulcro, incluso barajaba el proyecto de volver a implantar el capirote de habichuela y un nuevo diseño para las túnicas del penitente.

Cartelista

Como cartelista y diseñador gráfico, el nombre de Ansaldo está estrechamente unido al de otro dibujante y diseñador publicitario José Luis Moreno Filló.

Del estudio del primero, ubicado en calle San Lorenzo, salieron numerosos carteles. El primero del que se tiene noticia, pero no imagen, fue el que presentó en 1940 al concurso de carteles oficiales de Semana Santa, organizado por la Agrupación de Cofradías, donde obtuvo un accésit.

Pero las obras que le consagraron en este género fueron el cartel de Feria de Agosto y el cartel de las Fiestas de Invierno de 1949. A estos le siguieron el que anunciaba la Copa de España de Tiro de Pichón (1951), firmado conjuntamente por Ansaldo y Moreno Filló y donde se combinaba una figura cosmopolita (el tirador) junto a otra inequívocamente casticista (la mujer ataviada con traje de faralaes).

Ambos artistas también colaboraron en el diseño de portadas de programas de mano como los de la Fiesta de Trajes de la prensa (estaba prohibido decir la palabra disfraces), para las ediciones de 1950, 1951 y 1952.

La temprana muerte de Ricardo Ansaldo, el 2 de octubre de 1961 en su domicilio de la plaza de la Merced, dejó un gran vacío en los medios artísticos y cofrades de la ciudad. Su memoria quiso perdurar a través de un premio que llevaba su nombre dentro del Certamen de Pintura La Buena Sombra organizada por la popular taberna malagueña situada en la calle Sánchez Pastor. El galardón estaba dotado con mil pesetas y era patrocinado por Bodegas Flores.

Diseñador publicitario

En cuanto a José Luis Moreno Filló, este magnífico dibujante, diseñador publicitario y decorador había nacido en Madrid en 1923. Hacia 1947 se trasladó con su familia a Málaga comenzando a trabajar para diversas empresas y casas comerciales. En revistas y folletos publicitarios publicados en nuestra ciudad durante los años cincuenta, sesenta y setenta se encontraban, con frecuencia, sus diseños publicitarios eficaces y de líneas puras y definidas.

Tuvo como clientes a empresas tan relevantes como Taillefer, que en sus talleres de calle Ayala montaba camionetas, y automóviles Austin y a las Bodegas López Hermanos, hoy Málaga Virgen, Farmacia Medina Montoya.

Pero lo que le proporcionó más fama, a novel popular, fueron los diseños de escaparates para emblemáticos comercios de calle Larios, como la Camisería Moragües o el Bazar Rodolfo Prados, especializado, entonces en radios, tocadiscos, juguetes deportes y discos.

En ellos, y según palabreras del pintor Eugenio Chicano, «Moreno Filló creaba ambientes paralelos al momento: Fiestas de Invierno, Semana Santa, Feria.Su obra la realizaba en acuarelas o en dibujos acuarelados, con un buen y elegante sentido artístico, realista, figurativo, evocador., rematados con textos bien compuestos y eficaces».

Llego, incluso, a diseñar la decoración y estética del Bazar Aladino, en Torremolinos, propiedad, también, del ya mencionado Rodolfo Prados Ortiz.

Como no podía ser de otra forma, se vinculó pronto al mundo de la Semana Santa de Málaga. Sus interpretaciones plásticas de los Cristos, Vírgenes y penitentes malagueños ilustraron durante décadas las portadas y las páginas interiores de las emblemáticas revistas La Saeta y Guión editadas, entonces, por Publicitaria Diana. Estos dibujos de temas cofrades le proporcionaron numerosos premios, entre los que destacar los otorgados por los Ayuntamientos de Málaga y Torremolinos así como por hermandades como la del Cristo del Amor, de la que hermano muy activo.

Divina Pastora

Asimismo fue devoto de la Divina Pastora de las Almas.Pero el arte publicitario de este gran profesional y artista siempre tuvo una dimensión dulce. Así trabajó para la firma antequerana La Gloria y para la confitería Aparicio de Málaga, enclavada en Capuchinos.

Ya en el año 1953 obtuvo premios en la exposición Provincial de Confitería.

Sus dibujos y rotulación publicitaria aún pueden admirarse con su toque especial de elegancia e ironía en los escaparates de esta última y veterana firma confitera. Con ella colaboró, asimismo, en la decoración de la gigantesca tarta que se elaboró para conmemorar el centenario de calle Larios, en el año 1991.

A finales de los años cuarenta trabajó conjuntamente con Ricardo Ansaldo.

De la creatividad combinada de ambos resultaron obras de gran eficacia visual y propagandística como el cartel de las Fiestas Deportivas de Invierno de 1949, el cartel anunciador de la Copa de España de Tiro Pichón, de 1951 o varias portadas de programas del Baile de Trajes que la Asociación de la Prensa. Para este evento, Moreno Filló desplegó lo mejor de su capacidad creativa montando en los salones del Hotel Miramar un espectacular escenario donde se iba a desarrollar El viaje a la Luna. Los invitados tenían que disfrazarse de viajeros a la Luna.

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