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David Moyes cruza los brazos durante un partido. / Phil Noble (Reuters)
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La falta de carisma de David Moyes en el vestuario y que su despido era más económico ahora que en junio han precipitado la decisiónEl escocés se convierte en el tercer técnico más breve de la historia del club y el que menos ha durado desde la etapa de Sir Matt Busby

PPLL

Martes, 22 de abril 2014, 21:46

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La destitución de David Moyes, pese a que se había anunciado en los medios británicos desde el lunes por la tarde, fue la noticia más destacada en el Reino Unido. Los malos resultados no habían terminado de restarle crédito entre los aficionados de Old Trafford, que lucían orgullosos en una de las tribunas del estadio la pancarta 'The Chosen One' (El Elegido). Desde el club, incluído el propio Sir Alex Ferguson, habían insistido en que había que tener paciencia con el nuevo proyecto. Se recordaba, de modo insistente, que el histórico técnico escocés, que ahora mismo tiene una tribuna principal del estadio con su nombre en la que figuran dibujados todos y cada uno de los títulos que lograron los 'red devils' bajo su mando, había necesitado hasta cuatro años para alzarse con su primer trofeo: FA Cup. Y que en su estreno en la liga inglesa, entonces no existía la Premier League, el equipo terminó el undécimo. Ese mensaje parecía haber calado entre los hinchas ya que, a excepción de una avioneta que sobrevoló el estadio durante cinco minutos en el triunfo ante el Aston Villa, no se habían manifestado en contra del escocés. Y ello pese a que habían visto más derrotas en su estadio que nunca, seis, en los últimos 40 años precedentes. Clubes como Everton, Newcastle, West Brom o Swansea vivieron su día grande esta campaña en Old Trafford, aunque dolieron más las derrotas ante dos de los eternos rivales: Liverpool y Manchester City.

La pregunta que muchos se hacen es: ¿Por qué ahora? La principal es que su despido era sensiblemente más económico de producirse antes del final de esta Liga que una vez hubiese finalizado este ejercicio 2013-14. Aunque no estaba estipulado como cláusula liberatoria, existía una punto en el acuerdo en el que se fijaba una indemnización menor que los seis años de contrato que había firmado. Por eso, sólo ha durado diez meses. Ahora, se llevará 5'5 millones de libras, casi 7 de euros, pero lejos de los 35 millones que suponían todos los años de contrato que restaban al contrato. La controvertida destitución, que emborrona la imagen de club pausado que se había ganado en las últimas décadas, viene provocada por más razones que los malos resultados deportivos.

Es innegable que estos han sido el detonante, el Manchester United ha tenido su peor temporada desde 1989, aunque si comparamos sus números en los 51 partidos que ha dirigido al club con los de Ferguson son algo mejores. 27 victorias contra 22, lo que en puntos serían 90 contra 84. Desde hace meses el equipo estaba lejos del título, sin opciones de renovar su billete para volver a participar en una Champions League de la que fue apeado ante el Bayern, aunque bien pudo quedar fuera ante Olympiacos en octavos de final. Sólo la actuación prodigiosa de David de Gea, uno de los pocos indiscutibles junto a Rooney, Van Persie y el recién fichado Juan Mata, permitió la remontada tras un 2-0 en Atenas. A falta de cuatro jornadas, ni siquiera depende de ellos mismos para acceder a la Europa League.

Sin renovación en la plantilla

En el club había dudas de su capacidad, sobre todo cuando nunca fue capaz de encontrar un once fijo. De hecho, no consiguió repetir once en ninguno de sus partidos. Un entrenador que en 51 partidos al frente de un equipo utiliza 51 alineaciones distintas no parece transmitir que tiene las ideas claras. Y sus futbolistas lo notaban. Aquellos que habían convivido con Ferguson a lo largo de tantos años añoraban más exigencia y menos buenas palabras. Ese buen talante que parecía una ventaja para manejar un vestuario con tantas estrellas, terminó siendo su cruz. Daba las instrucciones correctas, sus conocimientos tácticos eran los apropiados pero su mensaje no calaba. Quizá no era necesario que volaran las botas por el vestuario, como aquella vez con Beckham, pero quizá algo más de látigo hubiese recordado más a la exitosa etapa precedente.

Otras razones que le achaca a Moyes es que no renovó suficientemente al equipo en verano, ya que sólo contrató a Fellaini de su equipo anterior: el Everton. Futbolistas como Ferdinand, Vidic, Evra o Fletcher parecen haber dado lo mejor ya de su fútbol al más alto nivel, y tampoco sus sustitutos más jóvenes (Jones, Buttner, Rafael o Smailling) han rendido al nivel exigido por todo un club de la grandes del Manchester United. Además, el equipo sufrió una plaga de lesiones que le tuvo en cuadro gran parte de la campaña.

Su nombramiento para suplir a Sir Alex y la longevidad de su contrato sorprendió a todos, pero su destitución lo hace más más ahora cuando hasta desde la propia asociación de entrenadores se había apoyado la valiente decisión del Manchester de conceder crédito al técnico pese a las adversidades. David Moyes pasa a ser el tercer técnico más breve de la historia del club. Nadie, desde la segunda etapa de Sir Matt Busby, había durado tan poco. Curiosamente, la destitución le llegó tras caer contra su querido Everton en su retorno a Goodison Park, que le recibió con más rechazo que nostalgia. El sueño de Moyes, que acudió antes de que amaneciese por última vez al campo de entrenamiento en Carrington para poder estar tranquilo y despedirse del grupo el último día, se ha convertido en una pesadilla.

Giggs recupera una figura olvidada

Las apuestas sitúan a Van Gaal y Klopp como principales favoritos a ser los dueños del banquillo la próxima campaña, ya que parece que Ryan Giggs sólo asumirá el cargo hasta final de temporada. La opción de un regreso de Queiroz o del propio Ferguson es lejana, incluso para las casas de apuestas, que ven con más opciones que la leyenda galesa siga en el cargo pese a su inexperiencia. Este última ejercicio había estado más como asistente personal del técnico, de hecho compartía un vestuario con Moyes, que como futbolista. Giggs ha jugado menos que nunca pero sí lo ha hecho en duelos importantes. Fue clave en la remontada ante Olympiacos, originando los goles con sus medidos centros, y disputó los 90 minutos. Y fue titular en la ida ante el Bayern de Munich. El eterno '11' galés ha representado en 962 ocasiones como futbolista a un club al que se incorporó hace 27 años, cuando tenía sólo 13. Ahora dirigirá un vestuario que conoce mejor que nadie y parte, de inicio, con el respeto de todos sus compañeros. Su ayudante será su ex compañero de equipo Nicky Butt, quien estaba al frente del equipo reserva del club. Giggs se convertirá en el segundo jugador-entrenador del United tras Clarence Hilditch, otro extremo izquierda, lo fue entre octubre 1926 y abril de 1927. Se da la circunstancia de que, tras años sin tener esta figura en la Premier con Hoddle, Gullit y Vialli en el Chelsea como recuerdo más recuerdas, dos futbolistas que arrancaron la campaña con ficha de futbolista.

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