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Reino Unido plantea continuar en la UE. / Archivo
Y tú, ¿qué odias de los británicos?
MUNDO 'BRITISH'

Y tú, ¿qué odias de los británicos?

Los súbditos de Isabel II quieren irse de Europa. Algunas de sus costumbres nadie las echará de menos, pero en el fondo, nos siguen cayendo bien

ALVARO SOTO

Sábado, 26 de enero 2013, 08:35

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El primer ministro británico, David Cameron, ha anunciado esta semana que los británicos votarán en referéndum su posible salida de la Unión Europea. El término Brexit (de unir Britain con exit, salida) ha pululado durante los últimos meses por la agenda política del Reino Unido y Cameron, que respecto a la Unión Europea es un sí pero no (o un no pero sí), tendrá ahora la posibilidad de sacar ventaja en una cita demandada por la mayoría de sus compatriotas. ¿Y si sale que sí y los británicos abandonan la UE? Pues echaremos de menos cien cosas suyas. Pero no estas diez:

El inglés. Solo por eso, la mitad de los españoles odia al Reino Unido. ¿Cómo es posible que pasemos, literalmente, toda nuestra vida estudiando inglés y al final no nos enteremos ni cuando nos preguntan la hora? Solo de pensar en el inglés, a muchos nos salen sarpullidos.

Look right, look left. ¿Quién no ha tenido en Londres la horrible sensación de que podía ser atropellado en cualquier momento? Sí, cruzar la calle en Londres es muy estresante, sobre todo si eres el típico turista pardillo. Los primeros días no hay quien se aclare para qué lado mirar y la opción de pasar a mejor vida tras ser embestido por un autobús rojo puede parecer muy romántica, pero no resulta aconsejable. La libra. Pero ¿a quién se le ocurre? Cuando todos los europeos nos ponemos de acuerdo en tener una sola moneda, los británicos van y mantienen su libra. ¿Pero no se dan cuenta de que la moneda única es el presente y el futuro? Sí, pase que ahora está de capa caída en los países del Sur de Europa y que han querido mantener siempre su independencia monetaria, pero nadie duda de que el euro es uno de los grandes logros en la Historia de Europa, y ellos, como siempre, han preferido quedarse fuera.

Saloufest, balconing y similares: Los individuos que componen las hordas británicas que, año tras año, conquistan las playas españolas no son precisamente los mejores embajadores de su país. Alcohol, comportamientos lamentables, incidentes Si no fuera porque se dejan su dinerito en los chiringuitos, cuando salgan de la Unión Europea y vengan a España les tendrían que exigir visado.

Los hooligans: Relacionado con lo anterior. Terrible imagen la de los hinchas ingleses cada vez que viajan al extranjero. A ellos sí, que les cierren del todo las fronteras. El criquet: ¿Pero qué deporte es el criquet? Sí, pase que es el segundo más seguido en el mundo (en India y Pakistán, por ejemplo, es el deporte nacional), pero insistimos: algo incomprensible para el resto de los mortales en el que los encuentros pueden durar días, y hasta semanas, no merece llamarse deporte.

Ascot. Y siguiendo con los no deportes Las carreras de caballos son preciosas, sí, pero ¿es necesario ponerse el sombrero más hortera para ir a verlas? Eso es, más o menos, Ascot, la cita anual que demuestra que las palabras buen gusto y Gran Bretaña no van precisamente de la mano. Fish and chips: Podrán tener al, posiblemente, cocinero más mediático del mundo, Jamie Oliver, y es verdad que en Londres ahora ya se puede comer no solo bien, sino muy bien, pero el plato típico del Reino Unido será para siempre el fish and chips. Y eso es la cuarta división de la comida.

La lluvia: ¡Cómo no van a venir en manadas a España si en su país no tienen más que agua y nubes! Por no hablar de que en invierno, a las cuatro y media de la tarde ya es noche cerrada. ¿De verdad quieren aislarse? Carlos y Camila: La Reina Isabel II es venerable y, todo hay que decirlo, Guillermo y Catalina dan muy bien en cámara. Pero los que no pegan ni con cola son Carlos y Camila, que se han quedado en tierra de nadie. Y si encima a uno, cuando piensa en Carlos, le viene a la cabeza el tampax de Camila... ¡Qué grima!

Y una vez terminada la lista de todo aquello que nos rechina del Reino Unido, toca hacer la otra, la de lo que nos gusta. Y nos sale esto: todo Londres, el fútbol, la Premier, el Arsenal, el Chelsea, el West Bromwich, el Liverpool, el Youll Never walk alone, los Beatles, los Rolling, Blur, Oasis, Pulp, las tiendas HMV (¡salvadlas!), los autobuses de dos pisos, las cabinas rojas, el British Museum, los bobbys, los pubs, la cerveza, Shakespeare, Dickens, Turner, Constable, Charles Darwin, James Bond, Sean Connery, Hugh Laurie, Helen Mirren, los Monthy Pyton, la democracia, el Guardian y el Times, The Economist, vuestro amor por las tradiciones, vuestra extravagancia, vuestra capacidad de reíros de vosotros mismos, vuestra ironía. Y entonces nos lo pensamos mejor y decimos: ¡Británicos, no os vayáis!.

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