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Diana Krall, durante el concierto que ha ofrecido en Barcelona. / Albert Olivé (Efe)
Diana Krall sorprende gratamente al público barcelonés
música | concierto

Diana Krall sorprende gratamente al público barcelonés

La canadiense ha demostrado que sabe cómo inyectar su personal estilo a toda una época

ROSA DÍAZ (EFE)

Domingo, 25 de noviembre 2012, 09:48

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El encanto de las salas de fiesta y los clubes de jazz de los años treinta ha impregnado el concierto que ha ofrecido en L'Auditori de Barcelona la canadiense Diana Krall, que ha sorprendido gratamente a los espectadores con su cambio de registro.

Lejos de los estándares del jazz y la bossa nova que la han convertido en una superventas, Diana Krall se ha centrado en los temas de su nuevo disco 'Glad Rag Doll', que reúne temas que sonaban en las salas de baile durante los años de la Ley Seca y la Gran Depresión.

El concierto ha empezado con unos minutos de retraso, durante los que los espectadores han podido reparar en todos los detalles del nostálgico escenario. Un gramófono, lámparas rojas y una gran pantalla con imágenes de cine mudo ha recibido a Diana Krall, que aparecido sobre el escenario vestida con un frac negro, para desilusión de los que esperaban verla con el sensual corpiño de rubia peligrosa que lleva en la carátula de su último disco.

Los tres primeros temas del disco: 'We just couldn't say goodbye', 'There ain't no sweet man that's worth the salt of my tears' y 'Just like a butterfly that's caught in the rain' han sido también las tres primeras canciones del concierto. A partir de aquí, el viaje en el tiempo ha sido imparable y Diana Krall ha demostrado que sabe como inyectar su personal estilo a toda una época.

Tras el tercer tema, la rubia de oro ha levantado la mirada de las teclas del piano de cola y se ha dirigido al público para explicar que "esta música" es la que ella oía en casa de pequeña y que la selección de las canciones de su último disco la ha hecho repasando la discografía de su padre y su abuelo. El concierto ha seguido con las canciones 'Everything made for love' y 'Let it rain', en las que se ha podido apreciar la voz profunda de Krall y su domino de tempo.

Momento álgido

Pero el momento álgido de la primera parte del concierto ha llegado con 'Temptation', de Tom Waits, que ha permitido el lucimiento de los cinco miembros de la banda y especialmente del guitarrista Aram Bajakian y el violinista Stuart Duncan.

Los agradecidos y emocionados aplausos del público han despedido a los músicos, que han dejado sola a Diana Krall durante la segunda parte del concierto. La cantante ha abandonado temporalmente el piano de cola para sentarse frente a la pianola situada a su espalda e interpretar tres canciones, entre ellas la que da nombre al último disco. Todo ello mientras en el fondo del escenario se proyectaban maravillosas imágenes extraídas de películas de época como 'Metrópolis'.

Durante las dos horas que ha durado el concierto, Krall ha desgranado su último disco y ha tenido tiempo de cantar algunos temas de Nat King Cole, que han sido muy bien recibidos por el público. La pianista y cantante también se ha atrevido con 'Subterranean Homesick Blues', de Bob Dylan, y 'Lonely Avenue', de Ray Charles, pero la más aplaudida de la recta final ha sido 'A little mixed up'.

Krall también ha tenido tiempo de hablar mucho con el público y, como ya es habitual en sus conciertos, ha recordado a los presentes que su razón de vivir son sus dos hijos gemelos y su marido, Elvis Costello.

A la salida del concierto, algunos reconocían que habían echado de menos los temas más conocidos de la cantante, pero ninguno se atrevía a quejarse, porque, a pesar de que la diva está explorando nuevos caminos, sigue llegando a su público.

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