Borrar
La piloto y modelo, Carmen Jordá. / J. Cordero
«Mi madre me dice que gane, pero que no corra»
mujeres de hoy

«Mi madre me dice que gane, pero que no corra»

Está dispuesta a ser la próxima mujer que corra en Fórmula 1 a base de talento, tesón y mucho trabajo pero sin perder un ápice de la feminidad

S. MILLA

Martes, 4 de septiembre 2012, 17:22

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Es una mujer espléndida. Cuando entra en el hotel Petit Palace Savoy Alfonso XII, los hombres se vuelven a mirarla, pero ella no parece darse cuenta. Camina con la seguridad de los deportistas, dispuesta a ser la próxima mujer en correr en la Fórmula 1. Sabemos que Bernie Ecclestone [presidente de Fórmula 1] quiere preparar a una mujer para que llegue a esta categoría, lo considera algo posible y diferente, explica. Carmen Jordá está dispuesta a luchar por ser esa mujer con todas sus fuerzas. Es mi sueño desde que era un bebé, dice con rotundidad.

Mujer hoy. Mujer, guapa, joven... ¿Son éstas ventajas o desventajas a la hora de ser piloto?

Carmen Jordá. Siempre he tenido el handicap de ser la chica que corre. A muchos les parece raro, pero otros te valoran más porque hay pocas mujeres en esto. Es un deporte de riesgo y sacrifi cado. Estoy en la GP3, la antesala de la Fórmula 1. Se nos exige mucho y sabemos que tenemos que rendir al máximo.

¿Cómo empezó en esto?

Mi padre era piloto, y a los 12 años ya corría en karts. A los 16 me fi charon para un equipo de monoplazas y empecé en Fórmula 3. Me fue bien y, con 21 años, me fui a Estados Unidos a correr. ¡Llevo media vida en esto! A mi padre le gusta que compita. A mi madre, no. Me dice que gane, pero que no corra. Soy muy competitiva y perfeccionista. ¡Quiero ganar en todo! Y siempre me exijo más. Soy mi principal competidora.

En el circuito

¿Cómo se cuida usted?

Soy muy disciplinada, especialmente en los viajes. Hago siempre al menos cinco comidas variadas, para llegar fuerte a las carreras. Antes de una competición como algo más, para tener más energía, y evito los dulces, para tener estables los niveles de azúcar en sangre. Y trabajo para mantenerme. Por ejemplo, el chocolate lo dejo para Navidad y solo a veces me doy un capricho.

¿Cuál es su plan de entrenamiento?

Es constante, aunque se intensifi ca al empezar la temporada. Corro cada día al menos 45 minutos y hago ejercicios específi - cos, sobre todo con pesas. Hay que tener fuerza. Cualquiera puede llevar un coche a 250 km/h, pero cuando llegas a una curva y tienes que bajar tres marchas y entrar a 190 km/h... es necesario tener aguante. Como mujer, además, hay que prepararse el doble, porque no somos físicamente tan fuertes como los hombres.

Es un deporte muy completo, entonces.

Un piloto debe ser como un atleta. Hace falta resistencia, y también fuerza física y mental. Entre el mejor y el peor piloto de una carrera, a menudo, solo hay una diferencia de tres segundos. ¡Y eso no es nada! Eso hace que la capacidad de sufrimiento y la de aguantar sean las que te permiten avanzar.

El accidente de María de Villota ha puesto de relieve que también es un deporte peligroso. ¿Qué mensaje le gustaría enviarle?

La noticia de María nos conmocionó a todos: llevaba toda su vida luchando por su carrera deportiva y ahora estaba a punto de culminar su sueño. Es muy fuerte y estoy segura de que saldrá bien. Ella ya sabe que le deseo una buena recuperación. ¡Todos la estamos esperando!

¿Teme que su físico distraiga a la gente de sus logros deportivos?

A veces puede llegar a molestarme, porque estoy sacrificando mucho por un deporte que quiero. Pero sé que esa faceta está ahí y que, en cierto modo, es parte de mi trabajo. Pero nadie me regala nada. Tengo que estar al nivel de los otros pilotos, que es altísimo. A mí me gustaría estar encerrada en un circuito todo el día, y entrenar y entrenar, pero sé que estas otras facetas son importantes. Y cuando logras algo, es bonito que la gente pueda ver el trabajo que has hecho.

¿Qué ha dejado atrás por el deporte?

Muchas cosas: fiestas de fin de curso, tiempo libre... Ahora estoy cursando Administración de Empresas, aunque lo hago poco a poco porque me cuesta encontrar tiempo. Pero tengo apoyo y, en la medida de lo posible, tengo la suerte de que me ajusten los horarios a mi temporada, cuando estoy más libre.

Cremas y gasolina

Desde el punto de vista de la belleza, ¿se cuida mucho?

Me gusta verme bien. Como a todas, ¿no? Tengo poco tiempo. Pero tengo que cuidarme porque entre el deporte, que te hace sudar mucho, el casco, los aviones... En mi caso tengo que vigilar, sobre todo, la hidratación.

¿Cómo cuida su piel?

Estoy muy contenta con el apoyo que me brinda la marca Germaine de Capuccini que, además está en Alcoy, donde yo nací. Siempre que estoy en casa, aprovecho para que me mimen. Me ayudan a mantener la piel hidratada (como he dicho, necesito una buena rutina de cuidados, tanto en cabina como en casa). Me encanta, sobre todo, su crema de algas para el cuerpo, ¡me deja la piel como la de un bebé!

¿Cómo queda el casco con el lápiz de labios?

Bueno... [ríe] ¡Choca un poco! En el circuito es más habitual mancharse de grasa o de gasolina, la verdad. Pero, aunque me encuentre en un circuito, en mi bolsa siempre llevo una máscara de pestañas y un bálsamo de labios rojo.

¿Cuál ha sido su último capricho de belleza?

Un brillo de labios, ¡queda precioso cuando estamos morenas!

SECRETOS DE UNA MELENA ESPLÉNDIDA

Llevo muchos años mimando mi pelo con Kérastase. Uso a diario un champú de brillo y un acondicionador. Y, cuando puedo, me aplico la mascarilla nutritiva Masqueintense durante, al menos, 15 minutos (el pelo, con el casco, queda muy reseco). Es una maravilla. También me pongo un aceite que me proteja del calor. Ahora uso Elixir Ultime. Cuando quiero darle más volumen, recurro a Stimuliste, que le aporta densidad.

(Más información en: MujerHoy.com)

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios