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El PSOE llega fragmentado al cónclave del Comité Federal
NUEVO MAPA POLÍTICO

El PSOE llega fragmentado al cónclave del Comité Federal

Cobra fuerza la idea de que se presenten más candidatos a la secretaría general aparte de Rubalcaba y Chacón

RAMÓN GORRIARÁN

Sábado, 26 de noviembre 2011, 11:58

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A medida que han pasado los días desde la derrota electoral del domingo la división entre los socialistas sobre candidatos y sobre cómo debe ser el 38 Congreso del partido se ha hecho más evidente. Una fragmentación que en cierta forma se estimula desde la dirección del partido en la creencia de que esa variedad de voces y opiniones es una muestra de la democracia interna del PSOE, uno de sus signos distintivos. El comité federal que se celebrará este sábado servirá para escenificar esa diversidad.

José Luis Rodríguez Zapatero, en su condición de secretario general del partido, y Alfredo Pérez Rubalcaba, como candidato en las pasadas elecciones, se dirigirán a los 246 miembros del comité federal del PSOE para dar su visión de la derrota del pasado domingo y dibujar las opciones de futuro. A partir de ahí tendrán voz a puerta cerrada los líderes de las federaciones y los miembros del comité que quieran opinar, que se presume que será muchos. Lo de menos será la fecha del congreso, que es el motivo formal de la convocatoria del comité federal, porque ya se sabe que será del 3 al 5 de febrero en Sevilla, una semana antes de las previsiones iniciales. Los socialistas llegan a esta reunión sin un criterio uniforme.

Los hay, sobre todo entre los barones, que defienden que el liderazgo del partido debe corresponder a Rubalcaba por su talla política y su sacrificio en la campaña, pero también tienen su peso los partidarios de Carme Chacón, que puede reunir en torno a su candidatura, si se decide a dar el paso, a los críticos con el candidato de las pasadas elecciones. Pero en los últimos días han surgido con fuerza un grupo que apuesta por "una tercera vía" que plantea la conveniencia de sumir en una catarsis al partido y para la que se manejan diferentes nombres.

Una fragmentación que no es vista con malos ojos desde la dirección socialista. La que fuera responsable de la campaña electoral y miembro de la ejecutiva federal, Elena Valenciano, apostó hoy por un congreso "tan abierto y democrático como el que aupó a Zapatero a la Secretaría General". Entonces hubo cuatro aspirantes además del actual líder del PSOE, Rosa Díez, José Bono y Matiel Fernández. "Hagámoslo igual", comentó Valenciano en su cuenta de Twitter.

La suya no es una opinión huérfana. Son varios los que ven bien que haya un abanico de aspirantes. El secretario general del PSOE extremeño, Guillermo Fernández-Vara, sostuvo hoy que "no hay ninguna razón para que los candidatos sean solo los dos que se mencionan", en alusión a Rubalcaba y Chacón. Recordó que hay 110 diputados en el grupo socialista en el Congreso, e incluso no consideró disparatado pensar que puede haber un aspirante "sin ser diputado".

Una opinión que, sin embargo, no cuenta con muchos adeptos porque la opinión mayoritaria, y la experiencia lo avala, es que el líder de la oposición debe estar en el Congreso para tener la posibilidad de medirse con el presidente del Gobierno en los grandes debates parlamentarios. Estar fuera del Parlamento implica renunciar a esa baza. El PP ya ensayó esta fórmula cuando era Alianza Popular y tuvo como líder del partido entre 1987 y 1989 a Antonio Hernández Mancha sin ser diputado, era senador, y la experiencia fue desastrosa.

Tercer candidato

Pero la opción de un tercer candidato, hay quien dice incluso que podrían aparecer cuatro, tiene muchos adeptos, sobre todo entre los más jóvenes, que podrían tejer una alianza o una plataforma para disputar el liderazgo del partido. Quien más suena para encabezar esta alternativa es el diputado bilbaíno Eduardo Madina, a pesar de que él mismo se ha descartado, pero es posible que surjan otros. Algún dirigente de Castilla-La Mancha ha sugerido el nombre del alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, un hombre muy próximo a José Bono, pero tiene el lastre de no ser diputado aunque será senador.

Aunque buena parte de las cartas siguen tapadas a la espera de conocer los candidatos algunos dirigentes ya han anticipado a quien no van a respaldar. El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, afirmó que si tiene que "elegir" entre Rubalcaba y otro se quedará con la segunda opción, y animó una vez más a Chacón a dar "un paso al frente" porque sería "un revulsivo" para el PSOE. El extremeño Fernández Vara mostró su "aprecio personal" por el exvicepresidente, pero anticipó que en el congreso de febrero votará "con la cabeza, no con el corazón". O sea que Rubalcaba tiene un voto menos.

Pero en general hay cautela hasta conocer los nombres. El ministro Ramón Jáuregui fue la mejor expresión de lo que se cocina en el PSOE: "Ambos (Rubalcaba y Chacón) son magníficas opciones y ojalá haya alguien tan bueno como ellos".

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