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La refinada carta de amor de Incubus
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La refinada carta de amor de Incubus

Los rockeros de Calabasas ponen fin a su silencio con 'If not now, when?, en el que muestran su lado más romántico y exuberante

ÓSCAR BELLOT

Lunes, 11 de julio 2011, 05:45

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Un nuevo cambio de registro. Incubus vuelve a hacer gala de su gusto por la experimentación sonora en 'If not now, when?', su sexto álbum de estudio y el primero desde que en 2006 viera la luz 'Light grenades'. Un periodo de ausencia que había generado la ansiedad de sus incondicionales, mitigada apenas por el lanzamiento en 2009 de 'Monuments and melodies', donde la banda de Calabasas (California) repasaba algunos de sus grandes éxitos más varios temas inéditos.

Ese silencio discográfico llega ahora a su fin con un álbum producido por Brendan O'Brien (Rage Against the Machine, Pearl Jam, Bob Dylan) y en el que sin renunciar a sus raíces rockeras, Brandon Boyd y compañía alcanzan nuevas cotas de elegancia y psicodelia. Se trata, según se ha encargado de precisar el propio vocalista, de su trabajo "más romántico y exhuberante", de "una sonora carta de amor al mundo". "Es más oscuro, más tranquilo, más rico, más refinado y más complicado que lo que hemos hecho hasta ahora", continúa el frontman de la banda estadounidense.

Así se pone de manifiesto en 'Adolescents', primer single del disco, y, sobre todo, en 'Promises, promises' e 'Isadore', dos de los temas más sobresalientes de un álbum.con un mayor grado de sutileza que los anteriores y que no desmerece para nada a 'S.C.I.E.N.C.E' o 'Make yourself', las deslumbrantes primeras entregas de los californianos.

The Horrors ya no quiere ser Joy Division

Otros rockeros, en este caso procedentes de Barcelona, regresan también esta semana. Se trata de los integrantes de 'Cyan', quienes tras el éxito cosechado con 'Historias para no romperse', volvieron al estudio de grabación para dar forma a 'Que viva ese ruido', un EP con dos temas inéditos -el que da título al trabajo, imbuido de la energía que caracteriza el sonido de la banda, y 'Salitre', una versión del clásico que Quique González concebida a modo de homenaje al músico madrileño- más 'En mi nave', una canción extraída de 'Historias para no romperse' a la que el guitarrista Gorka Dresbaj aporta su particular relectura.

En un plano totalmente distinto se mueve 'Skying', el tercer disco de The Horrors. El quinteto británico se reafirma como una de las bandas más interesantes de las islas con un trabajo en el que sus componentes huyen de las estridencias que caracterizaron 'Strange house' (2007), su debut, y el toque a lo Joy Division de 'Primary Colours' (2009), para apostar por un sonido más calmado -dentro de los parámetros en los que ellos se mueven, claro está-.

Un buen ejemplo es 'Still life', un tema con el que, desde luego, no corren el riesgo de reeditar la censura a que algunas cadenas sometieron el vídeo de 'Sheena is a parasite', el single con el que empezaron a abrirse camino, debido a su contenido gore.

Parece que el grupo liderado por Faris Badwan ha alcanzado la madurez, algo a lo que puede haber contribuido el hecho de asumir la producción del álbum. Queda por ver si quienes les rendían culto hasta ahora lo aceptan de buen grado.

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