Borrar
Paisaje del Valle de Roncal. Archivo
El Valle de Roncal, una comarca con sello propio

El Valle de Roncal, una comarca con sello propio

Naturaleza en estado puro, sabrosa gastronomía y tradiciones ancestrales conforman la fuerte personalidad de esta región y de sus gentes

Álvaro Romero

Jueves, 28 de septiembre 2017, 11:55

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Valle de Roncal es una de esas comarcas españolas para muchos desconocida y que ha sabido mantener la esencia de antaño, dar valor a sus tradiciones ancestrales, cuidar su bello entorno y potenciar su singular gastronomía. Valores que merecen una visita para descubrir lo que esta comarca esconde y ofrece.

En la Comunidad Foral de Navarra y en plena cordillera pirenaica se encuentra estratégicamente situado este valle, que hace frontera con Francia y la provincia de Huesca. Un entorno de montaña ideal para disfrutar de la naturaleza entre sus verdes y espesos bosques cuyo encanto se extiende durante los 12 meses del año. Un lugar que derrocha encanto por los cuatro costados entre pequeñas poblaciones de piedra. Por si fuera poco, el río Esca cruza la comarca dejando a su paso bellas estampas, serpenteando y bañando sus municipios.

Las siete maravillas del valle

A lo largo del Valle de Roncal aparecen, salpicadas, las siete localidades que pueblan la zona, sus siete maravillas: Burgui, Garde, Isaba, Roncal, Urzainqui, Uztarroz y Vidangoz. Pueblos únicos que sustentan su economía en la explotación forestal, la ganadería y el turismo. La arquitectura pirenaica se ve representada en todos y cada uno de ellos; construcciones de madera y piedra, puentes medievales, torres y caseríos.

Los paisajes y las vistas al valle son espectaculares desde cualquiera de ellos, se aprecia la influencia del comercio de la madera y la explotación forestal que tanta importancia ha tenido en la zona. Comarca que a su vez alberga una de las mayores colonias de buitres de toda Europa.

Algunos de los lugares más interesantes para visitar son las Balsas de Sasi, la Foz de Burgui y el paisaje kárstico de Larra. Entre sus cumbres se encuentran los montes más altos de Navarra, la Mesa de los Tres Reyes. Merece la pena deleitarse en Uztarroz y Roncal para conocer sus cascos históricos o visitar la Casa de la Memoria de Isaba, museo de las costumbres y tradiciones locales.

El primer queso Denominación de Origen

El queso de Roncal es el producto estrella de la región. Considerado como uno de los mejores de España, es la deliciosa consecuencia de la tradición ganadera del valle. Para su elaboración y maduración se siguen procesos heredados de generación en generación, tratando el producto con mimo.

Su calidad superior se vio protegida bajo la Denominación de Origen Roncal, siendo el primer queso en obtener este título, etiqueta comercial que incorpora la numeración de cada unidad y garantiza la procedencia del producto. Elaborado con leche cruda de oveja de raza Latxa, además de cuajo y sal. Se fabrica y produce entre las estaciones de invierno y primavera, madurándose al menos durante cuatro meses.

Tradiciones arraigadas

Si algo tiene el Valle de Roncal es tradición y costumbres. Sus celebraciones populares hablan de una tierra con siglos de historia y gentes que presumen de ello con orgullo. El Día de la Almadia es un claro ejemplo, una festividad que tiene lugar cada año a principios de mayo.

Celebración que recuerda la tradicional explotación forestal de la madera y su transporte fluvial, actividad que constituyó una de las principales fuentes de riqueza. Consiste en el descenso de varias almadías (balsas elaboradas con maderos) por el río Esca, terminando en el puente medieval de Burgui. Durante la jornada los participantes visten con trajes populares.

El Tributo de las Tres Vacas es otra de las ceremonias más esperadas por los vecinos. Cada 13 de julio la piedra de San Martín es testigo que un tributo milenario que conmemora el tratado internacional en vigor más antiguo del mundo. Un encuentro entre españoles y francesas para realizar el pago de tres vacas a cambio del aprovechamiento de los pastos roncaleses. Todo ello celebrado en un marco de infinita belleza.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios