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Isla de La Palma
El tesoro del Atlántico mejor guardado: La Palma

El tesoro del Atlántico mejor guardado: La Palma

Intrépidos paseos por arenales volcánicos, calas que se esconden entre imponentes acantilados y parajes de ensueño donde respirar al aire libre, un destino declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, ya que posee numerosos espacios naturales protegidos considerados tesoros ecológicos

guía repsol

Martes, 22 de marzo 2016, 17:28

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Conocida también como Isla bonita, La Palma es el rincón más verde de todo el archipiélago canario. Si somos amantes de la naturaleza y nos caracterizamos por tener un toque aventurero, aquí nos sentiremos como en casa. Disfrutaremos de un auténtico museo natural bien en pareja, en familia o con amigos.

La ventaja de visitar este trocito del Atlántico es que ofrece un equilibrado atractivo tanto en la costa como en la montaña. Aquí es fácil perderse a propósito en rebosantes bosques y apreciar abruptas superficies, que nos llevarán a playas de una negra y brillante arena donde caminar y relajarnos.

Un buen plan para empezar es adentrarse en el corazón de La Palma donde está el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, un auténtico espectáculo visual creado por erupciones y erosiones que la naturaleza ha modelado a su antojo.

Si preferimos subir a las nubes puedes recorrer altas cordilleras, entre ellas Roque de los Muchachos, que goza de uno de los observatorios de astrofísica más modernos del mundo. Una idea genial para contemplar las estrellas desde las alturas.

Cuando terminemos de explorar el interior, nada mejor que acercarnos a la costa para disfrutar del litoral, completamente moldeado al antojo de la lava volcánica procedente de su gran cadena de volcanes Cumbre Vieja. Una vez ahí sólo tendremos que respirar la brisa marina y admirar su paisaje escarpado poblado de pequeñas calas y acantilados.

El arte de esta isla no solo está en la naturaleza, sino que también encontramos numerosos sitios de interés arqueológico, ermitas, iglesias y museos. En concreto, el conjunto histórico de Santa Cruz de La Palma.

Una vez allí nos introducimos en su cultura isleña y en tradiciones como Los Indianos en Carnaval y las Fiestas Lustrales, también conocidas como la Bajada de la Virgen de las Nieves y que se celebran cada 5 años.

Si planeamos nuestra visita para las dos primeras semanas de julio podremos vivir la Semana Grande y la Semana Chica, llenas de eventos y fiestas. Mención especial merece la Danza de los Enanos, una arraigada tradición que se celebra cada cinco años, durante las fiestas de la Bajada de la Virgen de las Nieves.

No debemos olvidarnos de la artesanía textil, la elaboración de puros, y su gastronomía. Los postres y quesos artesanos tienen un papel especial dentro de la gran oferta de la isla. De esta manera comprobaremos la riqueza tradicional de primera mano.

Todo esto bajo una temperatura media anual entre los 16 y los 21 grados centígrados, lo que permite realizar el viaje y disfrutar de cualquier actividad en cualquier época del año.

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