Diez capitales a las que escaparse el puente del Pilar

Barcelona modernista

Desde que Ildefons Cerdà planeó y organizó urbanísticamente las calles del centro de la ciudad, Barcelona se convirtió en el hogar del modernismo. Conocer la herencia que este movimiento dejó es una buena excusa para visitar la Ciudad Condal. Paseando por el barrio Gótico, el Paseo de Gracia, el parque Güell o la Sagrada Familia, tendremos la sensación de estar en un museo al aire libre.

Bilbao vanguardista

La ciudad ha vivido una auténtica revolución en los últimos años. El buque insignia de este cambio ha sido el Museo Guggenheim, cuyo edificio constituye un magnífico ejemplo de la arquitectura más vanguardista del siglo XX. Más ejemplos en esta línea son el Bilbaoarte o el Museo de Reproducciones Artísticas en la Iglesia del Corazón de María. Anímate a redescubrir la nueva Bilbao.

Santander palaciega

Al abrigo del Cantábrico, frente a una impresionante bahía natural, se levanta Santander, donde la modernidad convive con la esencia de una ciudad acogedora y tranquila. Uno de los mejores lugares para contemplar el mar es el Palacio de la Magdalena, situado en una pequeña península, antigua casa de verano de los Reyes de España. Su otro gran tesoro es un impresionante legado monumental en el que destacan, entre otros, la Catedral, el Gran Casino o la plaza Porticada.

Granada Arábiga

La ciudad que fue el último reducto musulmán de la península nos ofrece infinidad de lugares donde admirar esa rica cultura. Además de la impresionante Alhambra y el Generalife no podemos dejar de visitar el barrio de Albaicín, fiel reflejo de la herencia andalusí, el mirador de San Nicolás o la Ciudad Amurallada. También vale la pena perdernos entre sus callejuelas repletas de bares y probar unas buenas tapas.

Madrid, cosmopolita

100 años después de su construcción, la Gran vía se ha modernizado y la capital sigue sorprendiendo tanto a los nuevos visitantes como a los que repiten. No es la única zona renovada de la ciudad, barrios como el de Chueca o Alonso Martínez se han reinventado completamente ofreciendo la versión más alternativa y cosmopolita de Madrid. Si nos gusta pasear, el mejor sitio para hacerlo es Madrid Río, un parque que reorre el Manzanares a lo largo de 10 kilómetros.

Santiago de Compostela, pura historia

Cuando los peregrinos llegan al final de su viaje, tienen un doble regalo: la satisfacción de acabar el Camino y el placer de conocer una ciudad llena de encanto. La catedral es una visita obligada para comprender el alma de esta urbe, al igual que la Universidad de Santiago de Compostela, con sus más de 500 años de historia. Perdernos en cualquiera de sus bares y restaurantes será una experiencia difícil de olvidar.

Sevilla desde el Guadalquivir

Una ciudad fascinante atravesada por el único río navegable de España. Disfrutar del aire libre y el bullicio en la Plaza España con su fuente central y el mosaico con todas las provincias del país, o ver los Reales Alcázares y sus jardines, es un plan excelente para cualquier día del año. La Giralda, su torre, el museo y el Archivo de Indias son inexcusables, igual que el barrio de Triana y su infinito arte.

Tarragona Romana

Descubrir los monumentos de la antigua Tarraco y conocer las huellas románicas que persisten tras más de 2.200 años es una aventura digna de vivir. Uno de los lugares que nos dejará boquiabiertos es la Catedral de Santa Tecla, de fachada gótica y situada en lo que era el foro antiguo. En muchas de sus calles podemos admirar cómo surgen, de paredes restauradas o del muro original, piedras romanas con sus inscripciones y bajorrelieves. Un viaje al pasado difícil de olvidar. Descubre Tarragona en 48 horas.

Toledo Medieval

La imagen de una ciudad imperial milenaria se adivina entre las llanuras y las nubes hasta que entramos por la puerta de la Bisagra hacia el Toledo multicultural y medieval. Aquí, la sinagoga del Tránsito y Santa María la Blanca nos recordarán que la herencia de los sefardíes sigue viva. La parte de la España musulmana queda bien representada en las mezquitas y la muralla. Descubrir esta ciudad es sumergirnos en la historia de nuestro país.

Valencia Tercer Milenio

La Ciudad de las Artes y las Ciencias es el claro ejemplo de la transformación que ha experimentado Valencia. Sumergirnos en la propuesta cultural de este espacio es solo uno de los muchos alicientes que nos esperan aquí. Su casco antiguo y el cauce del río Turia recuperado para su uso urbano, son dignos de disfrutar en un tranquilo paseo bajo el sol del Mediterráneo. Y para terminar el día, una buena paella valenciana.

Fuente: Guía Repsol