La construcción del camposanto podría estar vinculada con la masonería

Misterios y leyendas que erizan la piel en el Cementerio Redondo de Sayalonga

Este camposanto, que tiene en realidad forma de octógono, es conocido por su posible vinculación con la masonería y por la historia del Niño Gitano

Viernes, 31 de octubre 2025, 23:30

Es único en España por su forma octogonal, aunque popularmente desde hace muchas décadas se le conozca como el Cementerio Redondo. Es tan original que ... el guitarrista y compositor Manolo Sanlúcar lo eligió como el representante de la provincia en su 'Música para Ocho Monumentos Andaluces'. Se encuentra en el pueblo de Sayalonga, el mismo que puede presumir de tener el callejón más estrecho de la provincia de Málaga.

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Mucho se ha hablado sobre su peculiar forma octogonal. En el pueblo durante mucho tiempo hay quien decía que su construcción redondeada estaba justificada por el objetivo de que ninguno de los nichos se dieran la espalda entre sí, lo cual habría dejado de tener sentido cuando hace ya más de ocho décadas se construyeron nichos en la zona central. También hay leyendas que aluden a que esa forma servía para ahuyentar a los malos espíritus.

En la primera foto, perspectiva desde el mirador del cementerio. Desde allí se puede ver la torre de la iglesia, que también es octogonal (foto 2). Uso de columnas entre nichos (foto 3).

Pero, más allá de estas creencias populares, hay una realidad que el investigador e historiador Valentín Fernández ya analizó en su día: la posible vinculación de esta construcción con la masonería. Por un lado, se construyó a partir de 1846 (es la fecha más probable que se maneja), época de auge de esta institución no religiosa y filantrópica. Por otro, está esa forma que lo hace tan exclusivo. «El octógono representa en la simbología masónica el equilibrio e indica la idea de obra perfectamente acabada», explica este autor.

La hipótesis de su vinculación a la masonería tiene muchos más fundamentos. Además del octógono, que para esa institución representa equilibrio y perfección, existen tumbas con columnas que remiten al templo de Salomón; triángulos que simbolizan sabiduría y armonía. También hay tres escalones, asociados al proceso de iniciación del aprendiz al maestro; y soles que representan la luz y la virtud. Además, este historiador señala alude a otros elementos, como pirámides truncadas, que aluden a la obra humana aún inacabada. La repetición de estos elementos en tumbas datadas entre finales del XIX y principios del XX refuerza la teoría de Valentín Fernández.

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Otra curiosidad más que pueden descubrir quienes visiten el Cementerio Redondo de Sayalonga es que la forma octogonal se repite en otro elemento arquitectónico perfectamente visible desde allí, la torre campanario de la iglesia de Santa Catalina.

La tumba del Niño Gitano

En este camposanto de Sayalonga también hay otra curiosa historia, en la que hay quien añade un halo de esoterismo sobre un relato que parece real. Se trata de la tumba del Niño Gitano. Valentín Fernández se aleja de la versión legendaria y pone el foco en una realidad histórica. En 1940, allí se enterró a un niño de etnia gitana que había sido atropellado por un carro tirado por caballos en una carretera cercana. No se sabía nada sobre él, ni su nombre ni su familia. El pueblo decidió enterrarlo en uno de los nichos del cementerio. «Desde entonces los niños de Sayalonga eran los encargados de cuidad de ponerle flores», explica este historiador.

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Sin embargo, hay quien añade a ese relato verídico, posibles hechos paranormales, como una extraña luz que parece emanar desde la tumba. O incluso hay quien dice sentir escalofríos al pasar cerca de ella. También hay quien asegura que aparecen velas o flores en su nicho sin que se sepa quien se las ha puesto.

En la foto superior, tumba del Niño Gitano. En la segunda imagen, este epitafio se repite en ocho nichos. El acceso es libre y gratuito.

Otra curiosidad es la repetición de un epitafio en varios nichos. El más antiguo y, por tanto, el original sería uno de 1878. Literalmente, lo que se puede leer en éste y otras tumbas es el mismo mensaje: «En mis brazos te dormiste, un ángel te despertó y como tebió (Sic) tan pura, al cielo te remontó». Es como si se hubiera hecho un copia y pega, ya que incluso se reitera el error ortográfico de 'tebió' en lugar de 'te vio'.

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Acceso

El Cementerio Redondo es de acceso libre y gratuito, aunque conviene consultar sus horarios de apertura, sobre todo en ciertas fechas. Lo que antes fue una sala de autopsias hoy es un pequeño centro de interpretación donde se pueden conocer más detalles sobre este original camposanto. También es recomendable contactar con la oficina de turismo de Sayalonga, ubicada en el Museo Morisco de la localidad. Además, cuenta con un mirador para comprobar esa original forma octogonal. Éste está elevado sobre el recinto funerario y se accede desde la carretera que sube hacia Algarrobo.

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