Una experiencia única en la Costa del Sol: viaja a la selva tropical de BIOPARC Fuengirola

BIOPARC Fuengirola no es solo un parque, es un concepto de ocio responsable. Quien elige este destino no solo disfruta de un plan extraordinario, sino que contribuye activamente a la conservación de especies en peligro de extinción. Tigres de Sumatra, lémures de Madagascar, cocodrilos del Nilo, dragones de Komodo, tapires malayos, nutrías gigantes, gorilas o titís: especies amenazadas que aquí encuentran un hogar seguro y cuidados expertos en hábitats que reproducen con precisión milimétrica sus entornos naturales.

Este verano, BIOPARC vuelve a sorprender con una de sus propuestas más esperadas: los Encuentros con cuidadores. Un total de más de diez actividades diarias, por la mañana y por la tarde, que permiten al visitante acercarse más que nunca al trabajo diario del equipo técnico con los animales.

Desde asistir a la alimentación subacuática de especies sudamericanas, hasta ser testigo del entrenamiento de las tortugas gigantes de Galápagos. ¿Te imaginas presenciar la alimentación de los cocodrilos del Nilo o de las crías del mítico dragón de Komodo? ¿O ver cómo se enriquecen ambientalmente los lémures o los gorilas del parque? Ahora es posible.

Estos encuentros únicos se convierten en una oportunidad irrepetible para ver, sentir y entender cómo se cuida de forma profesional y apasionada a algunas de las especies más sorprendentes del planeta.

BIOPARC Fuengirola amplía su horario durante julio y agosto, y abre sus puertas hasta las 23:00 horas. Una oportunidad refrescante para vivir una experiencia diferente entre vegetación exuberante, sonidos de la naturaleza y una temperatura más amable.

Con la llegada de la noche, la selva cobra vida y se transforma en un escenario lleno de música y ritmo. El folclore africano inunda el parque con su espectáculo de danzas y cantos tribales, precedido por la actividad educativa de aves y mamíferos. Un plan perfecto para disfrutar en familia o con amigos, y descubrir esa faceta más desconocida y fascinante de la vida nocturna en los bosques tropicales.

Como novedad, los jueves de verano tienen sabor a especias y tradición. BIOPARC Café se transforma en un rincón de la India para ofrecer una cena temática con platos tradicionales hindúes y espectáculo en directo. Una propuesta diferente y sugerente para quienes quieren vivir una experiencia gastronómica completa, rodeados de naturaleza.

Además, a lo largo del día, los visitantes podrán seguir disfrutando de toda la oferta educativa y de ocio del parque, como las microvisitas «Descubre BIOPARC», la visita a la exótica isla de Madagascar, los enriquecimientos alimentarios, y la actividad de aves y mamíferos, que muestra los comportamientos más sorprendentes de especies como el armadillo, sitatunga occidental, nutría de uñas cortas o cálao, entre otras.

Y para quienes buscan algo realmente innovador, BIOPARC presenta su última incorporación: «La Última Frontera», una proyección de realidad virtual que te lleva al fondo del mar. Un emocionante viaje por las profundidades abisales del planeta, donde podrás descubrir que sabemos más del espacio que de nuestros propios océanos. Con tecnología envolvente y gafas especiales, esta experiencia es ideal para toda la familia y promete dejar huella.

Este verano, BIOPARC Fuengirola lanza una promoción tan especial como su propuesta de ocio: por solo 2 euros adicionales, los visitantes podrán volver a entrar al parque una segunda vez durante el mismo día. Una oportunidad perfecta para quienes quieran disfrutar de este magnífico espacio a plena luz del día y regresar por la noche para vivir su ambiente más misterioso, fresco y fascinante.

BIOPARC Fuengirola es, en definitiva, mucho más que un zoo. Es una experiencia inmersiva en plena ciudad, donde se puede pasear entre hábitats perfectamente recreados: desde los húmedos manglares del Sudeste Asiático hasta las selvas africanas o los bosques de Madagascar y, como novedad, Centro y Sudamérica. Aquí, la vegetación no solo decora, envuelve y protege, creando un microclima natural que permite escapar del calor del verano.

Y todo esto con un objetivo claro: educar, emocionar y proteger la biodiversidad, inspirando a cada visitante a formar parte de la conservación del planeta.