Siete cosas que no hay que perderse durante este verano en una visita a los embalses del Guadalhorce

Tiene playa, recorridos trepidantes y mucha historia. A partir de ahí, se puede configurar una escapada perfecta.

En los dos últimos veranos, fue más difícil echar un día de playa a los pies del pantano del Chorro. La sequía mermó mucho su caudal y, por tanto, no se pudo disfrutar igual. Pero, en éste, tras un buen año hidrológico, se ha vuelto a convertir en una de las mejores playas de interior de toda Andalucía.

La que en su día fue playa donde ondeó la Bandera Azul ofrece un arenal diferente a los que hay en la costa. No sólo por su agua dulce sino por el gran bosque que rodea a esta playa.

Es una forma divertida y amena de practicar deporte. Las actividades acuáticas forman parte fundamental de las propuestas que se pueden disfrutar en el pantano del Chorro. Allí hay empresas como Indian Sport que lleva ya un cuarto de siglo ofreciendo la oportunidad de navegar por este embalse a ritmo de remos y palas gracias al alquiler de sus canoas y sus tablas de paddle surf.

Entre estas últimas incluso cuenta con una modalidad para grupos, con capacidad para ocho personas aproximadamente.

Tanto el kayak como el paddle surf son actividades acuáticas relativamente exigentes, en los que se requiere cierta destreza y concentración para navegar.

Pero existe en El Chorro también una opción para los que quieran hacer recorridos más distendidos en grupo, como los hidropedales, que se pueden alquilar en La Isla, otra de las empresas de turismo activo que opera en el embalse.

No se toma conciencia de lo que es hoy el conjunto de los tres embalses del Guadalhorce, Conde del Guadalhorce y del Guadalteba hasta que no se tiene una amplia perspectiva.

Para ello conviene ir a los principales miradores que hay junto a estos pantanos. Lo más recomendable es hacerlo a primera hora de la mañana o a última de la tarde. No sólo se evitará así la exposición al sol sino que también se conseguirá la luminosidad más adecuada para contemplar un paisaje de ensueño. Entre los balcones más recomendables está el mirador de los Tres Embalses, pero también el del Tajo de la Encantada, el de la Estación del Chorro o el de las Buitreras, entre otros.

En el entorno de los tres embalses del interior, hay mucho más que paisajes o desfiladeros espectaculares. Más allá de lo que deparan estas montañas abruptas y ásperas, hay un pasado que se puede recorrer incluso llegado el verano.

Intentando esquivar las horas de mayor incidencia solar habrá que buscar un hueco para conocer el yacimiento de Bobastro, el que fuera el cuartel general de Omar Ben Hafsún, o la necrópolis de las Aguilillas, un conjunto funerario que tiene su propia ruta de senderismo. Pero, hay mucho más en el entorno, desde la Cueva de Ardales a los castillos de Álora y la Peña.

Para muchos es el plato fuerte de la amplia oferta turística que hay en los embalses del interior. Eso sí, hay quien tiene fobia a las alturas y lo deja de lado. En verano, a pesar de que las temperaturas son elevadas, también es una buena opción para disfrutar de la naturaleza y la historia de una forma trepidante.

Es recomendable hacer una visita guiada para no perderse detalle de todo lo que gira en torno al Caminito del Rey: desde 'ammonites' en sus paredes hasta hitos ferroviarios o el origen de esta pasarela de vértigo en uno de los cañones más alucinantes de toda Europa.

En torno a los embalses se ha configurado una amplia oferta gastronómica que pone en valor a platos tradicionales de los pueblos que hay en los alrededores, como Álora, Ardales, Antequera o Campillos, entre otros.

De este modo, junto a los propios pantanos hay muchas opciones para comer bien y, en algunos casos, hacerlo disfrutando de vistas espectaculares. En la zona de El Chorro, aguardan establecimientos como La Cantina, El Kiosko, El Mirador o La Posada del Conde, todos ellos en territorio ardaleño. Pero también hay que añadir otros en Álora, como es La Garganta, con una de las mejores panorámicas posibles.