Descubre Melilla, un destino que cautiva y sorprende

La propuesta turística de Melilla, la ciudad española en la costa norte de África, supone una alternativa original frente a destinos más tradicionales, con el valor añadido de una experiencia cultural y natural única.

Su posición estratégica y la accesibilidad por mar y aire desde Europa y el Mediterráneo convierten a Melilla en una propuesta ideal para quienes buscan experiencias de viaje que combinan diversidad cultural y natural.

El casco antiguo de Melilla, conocido como Melilla La Vieja, es uno de los principales atractivos de la ciudad. Esta fortaleza amurallada, bien conservada, ofrece una experiencia auténtica para aquellos que desean explorar siglos de coexistencia cultural. Con un Premio Europa Nostra por su valor patrimonial, Melilla La Vieja refleja cómo se han preservado los elementos históricos de esta ciudad, y su reconocimiento internacional refuerza su atractivo como destino turístico de alta calidad.

Con más de 900 edificios adscritos a esta corriente arquitectónica, la ciudad autónoma cuenta con un notable patrimonio modernista, situándola como la segunda ciudad de España en cantidad de edificios de este estilo, solo por detrás de Barcelona. Destacan especialmente las obras arquitectónicas de Enrique Nieto, discípulo de Gaudí. El Triángulo de Oro es una de las áreas más representativas, un recorrido perfecto para quienes disfrutan del arte y el diseño. Cada calle de esta zona es como un museo al aire libre, haciendo de Melilla un destino de referencia para descubrir el modernismo en un contexto único y rodeado de influencias de distintas culturas.

Con sus playas catalogadas con bandera azul, de aguas cristalinas y un clima suave durante todo el año, es un destino ideal para quienes buscan relajarse al sol o practicar deportes acuáticos. La oferta de parques y espacios verdes como el Parque Hernández y Los Pinares de Rostrogordo complementa esta propuesta, ofreciendo entornos naturales que invitan a actividades como el senderismo o el ciclismo.

Con una cultura de la tapa muy arraigada, la gastronomía de Melilla es otro de los grandes tesoros del destino, con una oferta que fusiona los sabores mediterráneos con influencias del norte de África, con productos excelentes como el pescado fresco o los mariscos, y platos típicos como los pinchos morunos.

Gracias a sus Bonos Turísticos (bonosmelilla.es), Melilla resulta más accesible que nunca: una iniciativa para facilitar que más personas descubran sus maravillas, con descuentos significativos de hasta un 75% en transporte y alojamiento.