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Sorpresa. Estos caballos andan a sus anchas por el entorno de la laguna de San Jorge. J. A.
Caballos salvajes, cimas de vértigo y nacimientos en la Ruta de la Montaña

Caballos salvajes, cimas de vértigo y nacimientos en la Ruta de la Montaña

La Axarquía y la Sierra Norte de Málaga comparten estas montañas, donde aguardan lugares insólitos como la laguna de San Jorge o la cueva del Malnombre

Viernes, 27 de diciembre 2024, 00:13

Algunas de las cumbres más elevadas de la provincia de Málaga, cuevas con un halo de misterio o unos caballos salvajes que campan a sus anchas cerca de un pequeño humedal en lo alto de una montaña. Son hitos que no dejan indiferentes a quienes recorren los muchos caminos que hay en la parte más oriental del Arco Calizo Central, la columna vertebral de la provincia de Málaga.

Esta cordillera se extiende desde la zona más oriental de la Axarquía hasta el Valle del Guadalhorce, pero ofrece especial intensidad en la zona comprendida entre dos 'villanuevas', la del Rosario y la del Trabuco, y Alfarnate y Alfarnatejo, lo que hace años se bautizó como la ruta de la Montaña.

Esos pueblos están separados (o unidos, según se vea) por un conjunto de sierras calizas, donde nadie se puede quedar indiferente. Hoy hay muchos senderos homologados e incluso varias etapas de la Gran Senda de Málaga que permiten adentrarse, casi siempre afrontando buenas pendientes, por un territorio tan abrupto como alucinante.

Quienes recorran la cara que corresponde con la comarca conocida hoy como Sierra Norte de Málaga, tienen mucho que ver gracias a la red de caminos que hay entre Villanueva del Rosario y Villanueva del Trabuco.

El 'Derrumbaero' es un conjunto de rocas desprendidas hace años de las montañas que resulta sobrecogedor

La Fuente de los Cien Caños, considerado como el nacimiento oficioso del Valle del Guadalhorce, es el hito más conocido de esta zona, pero su espectacularidad no puede eclipsar la belleza y la singularidad de otros enclaves de la misma montaña. No en vano, desde allí parte una ruta circular, conocida por la sierra de San Jorge. Es exigente, como casi todas las que hay por allí, pero reconforta con una subida espectacular, con amplias panorámicas y mucha naturaleza salvaje. La cabra montés es la reina, pero más de uno se ha sorprendido con la presencia de caballos que andan a sus anchas en el entorno de la laguna de San Jorge, un humedal muy estacional situado muy cerca de la cumbre de esta sierra caliza.

Allí tienen la misión de asentar el terreno para que el ganado ovino o caprino pueda recorrer durante todo el año este territorio hostil, pero rico en verdes pastos. Tan inofensivos como esquivos representan una de las curiosidades de esta sierra. Hay otra caballada salvaje en otra sierra oriental y más elevada, la de Tejeda, pero ésta es más accesible.

Dureza. Un montañero llega hasta la cumbre de Vilo, en una sierra que es un apéndice del Arco Calizo. J. A.

En Villanueva del Rosario también tienen tanto caminos como hitos curiosos en su tierra. Hay quien busca sobre todo enclaves como El Chorro (el nacimiento del río Cerezo), miradores como el del Alto Hondonero o el pico del Chamizo, considerado como el tercero más elevado de la provincia, tan sólo después de La Maroma y La Torrecilla. Pero, sus caminos llevan o pasan por otros lugares que no dejan indiferente.

Uno de ellos es la cueva del Malnombre, a la que se llega por un sendero no homologado, pero muy popular, que parte desde El Chorro. La cavidad se avista perfectamente desde lejos, pero hasta que no se llega hasta su interior, no se entiende la singularidad de esta cueva, con una denominación atípica y que incluso desprende un halo de misterio.

Quienes recorran el Alto Hondonero o quieran hacer otras rutas de su entorno encontrarán un sitio tan sorprendente como el 'Derrumbaero'. Grandes rocas desparramadas por una ladera abrupta que abruma. Incluso agobia pensar en el momento en el que esas gigantescas piedras se desprendieron de la montaña. Hace muchos años de aquello. Ahora es un paisaje que forma parte de la estampa de estas montañas.

Fauna. La cabra montés es relativamente fácil de avistar en cualquier ruta ascendente. J. A.

Al otro lado de la sierra, aguardan Alfarnate y Alfarnatejo, que tienen caminos a pie que atraviesan las montañas, pero también una sinuosa alternativa por carretera.

Su gran altiplanicie, verde casi todo el año, contrasta con la escarpada sierra. Como apéndice de ésta, tienen también otra montaña desafiante, en la que hay hitos como el pico Vilo. Es todo un reto llegar al techo de Alfarnate, pero merece la pena por la amplitud de su panorámica. Más sencilla es la ruta del Bosque de las Morillas, con lugares tan espectaculares como el paso del Malinfierno. Y Alfarnatejo también tiene sus secretos tallados en piedra. Son sobre todos sus vertiginosos tajos, como los de Doña Ana, Bermejo y Sabar.

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