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Este pueblo de la Axarquía cuenta con un rico patrimonio histórico.
Tributo al patrón del Balcón de la Axarquía

Tributo al patrón del Balcón de la Axarquía

Comares celebra mañana la festividad de San Hilario de Poitiers entre actuaciones de verdiales y fervor religioso

Javier Almellones

Viernes, 16 de enero 2015, 10:59

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Actuaciones de verdiales, fervor religioso y degustaciones gastronómicas son los principales ingredientes de la primera fiesta patronal del año en la provincia de Málaga, la de San Hilario de Poitiers, en Comares.

Aunque el día del santo fue el pasado martes, la procesión y demás eventos lúdicos y gastronómicos tendrán lugar mañana sábado para conseguir así más participación tanto de comareños como de visitantes.

Como viene siendo habitual desde hace décadas, la actividad comenzará a las once y media de la mañana con una misa en honor al patrón, a la que seguirá la famosa procesión por las calles del pueblo. Ahí se pueden ver algunos de los momentos más espectaculares del día. Ocurrirán cuando la imagen del patrón recorra las calles más angostas y empinadas de ese verdadero laberinto andalusí que es el casco urbano de Comares.

La hospitalidad de Comares se hará patente en torno a las 14.00 horas en la plaza principal, donde se dará a degustar chorizos, morcillas y una paella popular, que se acompañará con el vino dulce de Los Montes.

La jornada estará amenizada por la actuación de un coro local y la panda de verdiales de Arroyo Concas. No podía ser de otra forma en un pueblo que da nombre a uno de los tres estilos conocidos de este folclore autóctono de la provincia de Málaga.

Además de todo eso, los visitantes podrán disfrutar de unas vistas impresionantes de la comarca desde este pueblo, al que se le conoce popularmente como el Balcón de la Axarquía.

En el propio casco urbano hay varios miradores desde lo que se divisan casi una decena de pueblos de la Axarquía, las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, el pantano de La Viñuela o el azul del mar Mediterráneo. En los días claros se llega incluso a atisbar el continente africano. El mirador más conocido es el que se encuentra en la plaza principal, si bien es recomendable acercarse a otros balcones con vistas privilegiadas.

Su encanto también radica en su interior, ya que las callejuelas estrechas y empinadas hacen prácticamente imposible el tránsito con vehículos a motor. Es más, el propio trazado de arcos de origen árabe y su suelo empedrado invitan a realizar el recorrido a pie, aunque recientemente también existe la posibilidad de hacerlo sobre los lomos de burros.

Merece la pena seguir la ruta musulmana, que es precisamente la que se adentra en el corazón del pueblo. Unas huellas de cerámica incrustadas en el suelo y mosaicos con reseñas históricas sobre la llamada Reconquista son los hitos que sirven de guía al viajero. La iglesia de la Encarnación, erigida sobre una antigua mezquita, y la torre de La Tahona, perteneciente al antiguo castillo árabe, son las edificaciones más destacadas de este recorrido.

Precisamente, el nombre del pueblo proviene del vocablo árabe Hins Comarix, que traducido a nuestro castellano actual significaría 'Castillo en las alturas'.

Llena de historia está también la ruta de las fuentes, que recorre el perímetro del casco urbano a través de manantiales de agua con propiedades curativas que, en algunos casos, tienen un origen andalusí. Las fuentes Gorda y Delgada son dos de las más llamativas, ya que se encuentran a escasa distancia, pero ofrecen veneros de agua bien distintas. La primera tiene una alta mineralización, mientras que la segunda es mucho más liviana.

Desde la Fuente Gorda se puede utilizar un estrecho sendero que conduce hasta el pueblo. Es el mismo camino que era el utilizado hasta hace medio siglo por las mujeres que llevaban hasta el casco urbano cántaros de agua. Y todavía hoy se adivinan sobre la piedra erosionada de ese itinerario las huellas de aquellas esforzadas portadoras.

Otra opción es utilizar la antigua calzada romana, que conduce directamente hasta la fortaleza árabe.

No cabe duda de que cada paso que se da en Comares está lleno de historia. Pero, eso no debe restar importancia a otro de sus principales atractivos, sus vistas panorámicas. No en vano, a lo largo de la historia, Comares, ha jugado por ese motivo un papel fundamental. Hay quien considera que bien pudo ser el principal bastión de la revuelta muladí que encabezó Omar Ben Hafsun.

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