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Domingo, 16 de abril 2006, 02:00
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El encuentro fue soso, sin chispa ni ritmo hasta los últimos minutos, con un Osasuna excesivamente relajado que fue superado en la segunda parte por el Málaga, que rondó el empate con grandes ocasiones de Juan Rodríguez y Couñago, y al final se llevó un punto con el tanto de Morales.
Primera parte horrorosa, en la que lo único rescatable fue el gol de Osasuna, conseguido en un inexistente penalti, que transformó Puñal, que permitió a los locales jugar con tranquilidad ante un Málaga que sólo vio portería rival en un libre directo flojo de Bóvio al filo del descanso.
Los primeros minutos fueron tediosos, con ambos equipos sin pizca de ritmo. El Málaga jugó sin presión y al principio tuvo más posesión de balón, pero huérfano de peligro, mientras que Osasuna lo intentó con juego aéreo, con sendos remates de cabeza de Webó y Milosevic.
La suerte sonrió a los navarros a la media hora de juego, ya que Pino Zamorano se inventó un penalti por presunta falta de Nacho a David López, pena máxima que transformó en gol Puñal (0-1, m.31) y el primer periodo concluyó con un centro-chut envenenado de Raúl García y un libre directo de Bóvio, ambos remates desbaratados por Arnau y Elía, respectivamente.
El equipo malagueño se creció en el segundo periodo ante el bajón y la desidia de Osasuna, roto completamente y fuera de sitio, mientras que el Málaga le perdonó la vida en dos claras oportunidades para empatar: Elía realizó una gran parada a Juan Rodríguez y Couñago estrelló un balón al poste
Manuel Hierro, técnico malaguista, quemó sus naves con la salida de Salva y Morales, ex jugador osasunista hasta la pasada temporada que fue aplaudido en su salida al campo.
Javier Aguirre, entrenador 'rojillo', armó un equipo muy defensivo con los cambios, criticados desde la grada, y pese a que Moha tuvo una ocasión para sentenciar, al final Osasuna cedió el empate con un gol de Morales.
El delantero uruguayo aprovechó una errónea cesión de Cruchaga para plantarse solo ante Elía y batir al portero pamplonés de tiro raso (1-1, m.81), un tanto que no celebró por su paso por Osasuna, mientras que abandonó el campo lesionado a falta de cinco minutos.
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