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Gorka Otxoa, Raúl Tejón, Fernando Gil y Fele Martínez, los cuatro machirulos protagonistas de 'Machos alfa'.

'Machos alfa': machirulos patéticos en deconstrucción

Los hermanos Caballero firman la serie más vista de Netflix, una divertida crónica sobre la masculinidad en crisis sin el puntito surrealista de 'La que se avecina'

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Lunes, 2 de enero 2023

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Términos como empoderamiento, heteropatriarcado, masculinidad tóxica y techo de cristal han pasado a formar parte de nuestro vocabulario. La bautizada Cuarta Ola Feminista exige el fin de los privilegios de género establecidos históricamente a favor del hombre y repudia la violencia machista que las mujeres han sufrido y siguen sufriendo en todos los ámbitos de la vida.

Los hermanos Laura y Alberto Caballero han practicado la sátira social durante los últimos veinte años con un éxito incontestable. 'Aquí no hay quien viva' y 'La que se avecina' forman parte de la memoria colectiva; sus reposiciones en plataformas certifican que los espectadores no se cansan de verlas una y otra vez, y algunas de las expresiones que utilizan los personajes son coletillas de uso popular.

'Machos alfa' se estrenó el pasado 30 de diciembre en Netflix y ya es la serie más vista de la plataforma. A diferencia de 'Aquí no hay quien viva' y 'La que se avecina', el tono no es de esperpento costumbrista, sino de comedia urbana y sentimental. Se agradece que los Caballero salgan del estudio y rueden en las calles de un Madrid idealizado, con pisazos en la Gran Vía, chaletones en urbanizaciones de lujo y restaurantes cuquis.

Gorka Otxoa y Paula Gallego, una hija que le busca citas en Tinder.
Gorka Otxoa y Paula Gallego, una hija que le busca citas en Tinder.

La serie, compuesta en su primera temporada por diez episodios de media hora, se devora como las gominolas merced a unos actores que, marca de la casa, están a 45 revoluciones por minuto en vez de a 33. Da igual el orden en que se vean los capítulos, porque 'Machos alfa' funciona en el fondo a modo de sketches de 'matrimoniadas', sin que haya evolución de personajes ni de la trama general.

Los cuatro machos alfa en plena crisis de masculinidad son viejo amigos desde hace años. El físico poderoso de Fernando Gil le va como un guante a su papel, un ejecutivo de televisión en el paro tras haber sido reemplazado por una mujer en lo que él considera una maniobra de 'feminiwashing'. «El techo de cristal, que se me ha caído encima», justifica su despido este machirulo, que cambiará el despacho por un casoplón que no puede pagar y en el que su mujer (estupenda María Hervás) trata de labrarse una carrera como influencer.

Vídeo. Tráiler de 'Machos alfa'.

Fele Martínez es el más vulnerable y concienciado de los cuatro colegas, un policía municipal al que le rechinan las expresiones sexistas y con la libido bajo mínimos para desesperación de su mujer, profesora de autoescuela (Raquel Guerrero, el descubrimiento de la serie). El personaje más tópico corre a cargo de Raúl Tejón, un gallito dueño de un restaurante que se corta cuando su mujer le plantea mantener relaciones abiertas (Kira Miró). Finalmente, Gorka Otxoa da vida a un tasador separado, al que su hija adolescente (Paula Gallego) busca ligues en Tinder.

Si en 'Magnolia' de Paul Thomas Anderson Tom Cruise era un gurú de la autoayuda que enseñaba a seducir a las mujeres, nadie mejor que Santi Millán para impartir un cursillo sobre cómo deconstruir la masculinidad, al que acuden los protagonistas. El buen trabajo de todos los actores logra que nos caigan simpáticos estos hombres patéticos sumidos en la nostalgia de una juventud en la que no se paraban a pensar en el machismo.

Raúl Tejón y Kira Miro, una pareja con una relación abierta.
Raúl Tejón y Kira Miro, una pareja con una relación abierta.

Son cuarentones a los que les sobrepasan las nuevas relaciones establecidas por las redes sociales. No entienden que los 'likes' de Instagram constituyan una profesión o que el acto de 'swipear' en Tinder simbolice la falta de compromiso de mujeres que no quieren ataduras, sino simplemente echar un polvo. Algunos de los mejores chistes de la serie provienen precisamente del asombro del personaje de Fernando Gil con el éxito de su mujer y de las desastrosas citas que mantiene Gorka Otxoa (atención a su noche con una chica vasca, desopilante Aitziber Garmendia).

'Machos alfa' carece del punto loco y surrealista que adoptaban los enredos de los vecinos de Desengaño 21 y Mirador de Montepinar. Posee el tono estándar de las producciones de Netflix, pensadas para un mercado global, pero sigue manteniendo el oído de los Caballero para cazar al vuelo comentarios de la gente, la habilidad de capturar el gracejo y activar el mecanismo de la identificación. Lejos de los 70 minutos de 'La que se avecina', la media hora de los capítulos y el reparto coral consiguen que no haya tiempos muertos. Y así, entre risas y bravatas, entre chascos y lecciones, estos hombres aprenden, al fin, que machismo y feminismo no son antónimos.

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